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Los partidos chafan el intento de Sumar por sacar cabeza tras la espantada de Díaz
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Los partidos chafan el intento de Sumar por sacar cabeza tras la espantada de Díaz

Las negativas de Compromís y la Chunta y la rebaja de expectativas de IU, Más Madrid y los comunes nublan la reunión de la mesa de partidos que estaba pensada para relanzar la unidad de las izquierdas

Foto: Yolanda Díaz, en un acto en la Casa de América de Madrid. (Europa Press / Eduardo Parra)
Yolanda Díaz, en un acto en la Casa de América de Madrid. (Europa Press / Eduardo Parra)

Sumar empezó, cuando todavía no tenía ni nombre, con una foto de Yolanda Díaz con otras lideresas de la izquierda estatal en Valencia y acabó con la vicepresidenta segunda sola en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. No es exactamente así, pero el fracaso de las elecciones europeas acabó con el aura de la formación magenta y con su voluntad de ser el paraguas de las izquierdas —ya sin Podemos— o una suerte de federación de fuerzas regionales de ese espectro político. El movimiento fundado por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo se puso en marcha en un intento por reflotar y convocó una mesa de partidos para decidir sobre el futuro de la alianza. Pero sobre ese encuentro, todavía sin fecha cerrada, planean muchas dudas.

Son ya tres los partidos que se presentaron en coalición el 23 de julio de 2023 que se han borrado del cartel. Es el caso de Compromìs, Mès per Mallorca y la Chunta Aragonesista. Los valencianos ya dejaron claro el día después del batacazo electoral que no tenían intención de participar en la reconstrucción del espacio de la izquierda, como expresó su portavoz en el Congreso, Águeda Micó. Estas tres formaciones ya se apartaron en la construcción orgánica de Sumar, ahora también en suspenso, y ahora seguirán colaborando con sus socios, pero no tienen intención de estar en la sala de máquinas. De hecho, las distintas voces del espacio dudan que tenga sentido que siga existiendo una sala de máquinas.

El resto de partidos involucrados en Sumar sí estarán en el encuentro, pero con la clara intención de que Sumar sea una cosa muy distinta de lo que quería Yolanda Díaz cuando impulsó el proyecto. Antonio Maíllo, nuevo coordinador general de IU, ya dejó claro en una reciente entrevista en RTVE que la concepción de Sumar como "paraguas" del resto de las izquierdas, como una suerte de primus inter pares, ya no está sobre la mesa. Desde Más Madrid se pronunciaron en el mismo sentido en los días posteriores a las elecciones europeas, cuando se mezclaron las llamadas a revisar el espacio con las autoexculpaciones por el mal resultado.

No está claro, más allá de la confirmación de Maíllo, quien representará a los distintos partidos en el encuentro, aunque parece que la presencia de Mónica García o Ada Colau se aleja. Los comunes habían sido más discretos en sus pronunciamientos sobre el futuro magenta, pero hace unos días, según publicó Ara, se borraron el apellido de Sumar en el nombre de su grupo parlamentario en el Parlamento catalán, a pesar de que se presentaron así a las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo. Hay que tener en cuenta que los de Colau fueron claves en los primeros pasos del proyecto político de Yolanda Díaz y trabajaron por su consolidación en medio de la guerra con Podemos.

Foto: Yolanda Díaz. (Eduardo Sanz/Europa Press)

La mesa de partidos no se vislumbra ya como el paso fundacional de una nueva alianza, sino el lugar para sentar las bases de cómo serán las relaciones entre los partidos que se presentaron alrededor de Yolanda Díaz en las generales de hace casi un año. Los distintos partidos ya han dejado claro que Sumar, que está en pañales en lo orgánico y tiene pendiente su expansión territorial, solo puede ser un actor más, equiparable al resto. Pero la colaboración es obligatoria porque los distintos partidos comparten su presencia en el Gobierno de Pedro Sánchez y también un grupo parlamentario con 27 diputados de 7 partidos distintos.

Desde IU apuntan, precisamente a estos asuntos, la convivencia en el grupo parlamentario en el Congreso y la correa de transmisión con el Gobierno, donde hay ministros magentas, pero también de IU (Sira Rego), Más Madrid (Mónica García). Ernest Urtasun, que procedía de los comunes, está integrado en la ejecutiva de Sumar como portavoz del partido. Algo parecido le pasa a Íñigo Errejón que entró como líder de Más País, pero ahora es el responsable de Análisis Político en la dirección del partido de Yolanda Díaz tras integrar a su formación dentro de las estructuras de Sumar.

La lógica dice que Yolanda Díaz participará en ese encuentro a pesar de que ya no es la jefa del partido en lo orgánico. Díaz dimitió de sus cargos dentro de la formación para dedicarse por completo a su labor en el Gobierno, pero al día siguiente, tras el revuelo que generó su decisión, explicó que no se iría del todo. Eso sí, la dirección interina está en mano de cuatro de sus personas de confianza. La cúpula interina la forman Lara Hernández, secretaria de Organización y una de las llamadas a tener protagonismo en el desarrollo del partido, Txema Guijarro, coordinador del grupo parlamentario, Elizabeth Duval, responsable de Comunicación de la Ejecutiva; y Rosa Martínez, secretaria de Estado en el ministerio de Derechos Sociales que dirige Pablo Bustinduy.

La reunión del grupo coordinador que eligió a la dirección interina los mandató a abrir el "debate y diálogo interno" y con las organizaciones de la coalición para "mejorar sus mecanismos de funcionamiento". La duda es si eso será posible entre las suspicacias de los socios después de meses de disputas y críticas internas a la gobernanza que Díaz había hecho hasta el momento de la alianza. La conformación de la lista de las europeas estuvo a punto de hacer saltar las costuras del proyecto, que ahora quiere volver a levantar el vuelo con una incertidumbre: si no tiene ya demasiado peso en las alas.

Sumar empezó, cuando todavía no tenía ni nombre, con una foto de Yolanda Díaz con otras lideresas de la izquierda estatal en Valencia y acabó con la vicepresidenta segunda sola en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. No es exactamente así, pero el fracaso de las elecciones europeas acabó con el aura de la formación magenta y con su voluntad de ser el paraguas de las izquierdas —ya sin Podemos— o una suerte de federación de fuerzas regionales de ese espectro político. El movimiento fundado por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo se puso en marcha en un intento por reflotar y convocó una mesa de partidos para decidir sobre el futuro de la alianza. Pero sobre ese encuentro, todavía sin fecha cerrada, planean muchas dudas.

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