El PP extrema su postura antimigratoria para aplacar el auge de Alvise y Vox

Justo a las puertas del debate entre el Gobierno y las CCAA para acordar la derivación de menores irregulares al resto del territorio nacional, el PP da un nuevo giro en su estrategia y vuelve a la postura más dura contra la inmigración ilegal. Génova sitúa el "punto de inflexión" de este viraje es el temor a otra posible "avalancha" migratoria este verano, de la que alertan también en el ejecutivo de Canarias, y la situación de "colapso" especialmente en la frontera sur de España.

Pero el cambio de rasante de Feijóo se explica también en la percepción interna de que ser "blandos" en una cuestión tan sensible y urgente que "no entiende de ideologías" solo "beneficia a los extremos", en alusión a Vox y al partido de Alvise Pérez. "Si no gestionamos este tema bien, la extrema derecha nos come", analizan fuentes de la dirección nacional.

Los partidos situados en el flanco derecho del PP han convertido la lucha contra la inmigración irregular en uno de sus grandes reclamos electorales. Y Génova se lanza ahora a reproducir como propias algunas de esas banderas. El portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, fue el encargado de verbalizar ese discurso, no sin polémica. "Hay que tratar el problema de la inmigración irregular en origen, para que esas pateras no salgan. El Gobierno puede disponer de las Fuerzas Armadas para defender de nuestras fronteras y desplegar una serie de embarcaciones que impidan que esos cayucos salgan al mar", lanzó este jueves en Antena 3.

La petición camina en la misma línea que la histórica propuesta de Vox de bloquear las rutas migratorias a través de la Armada, y que el PP ya rechazó en su día en el Congreso de los Diputados. Fuentes de Génova matizan que la iniciativa pasa por desplegar buques "disuasorios" para extremar la vigilancia en aguas nacionales, entre otras cosas porque desplegar al Ejército en las costas internacionales, como sugería Tellado, es inviable sin una autorización local y un acuerdo previo entre los distintos países. Apuntan, en todo caso, a que este tipo de buques ya han sido utilizados en otras ocasiones por el Gobierno, por lo que aseguran no entender las "críticas" procedentes de la izquierda.

Aunque algunos de sus compañeros admiten en privado que Tellado "no se explicó bien", lo cierto es que en la cúpula cierran filas con la propuesta exhibida por el portavoz parlamentario. Hay que recordar también que, pese a que Vox —y ahora también Alvise— ha capitalizado el discurso antimigratorio, la propuesta de desplegar a la Armada en la frontera sur la empuñó también el expresidente del PP, Pablo Casado, en 2021.

El PP sigue abierto a intentar un acuerdo con el Gobierno en el marco de la conferencia sectorial —la reunión clave se celebrará el próximo 10 de julio— para aliviar la carga de Canarias, Ceuta y Melilla en el tutelaje de menores no acompañados. Pero tanto los portavoces nacionales del PP como el propio Feijóo han visibilizado en los últimos días que ese acuerdo es un parche que no soluciona el problema en origen, por lo que exigen a Sánchez más "garantías" en las fronteras a cambio de su apoyo en el Congreso a la prometida reforma de la Ley de Extranjería.

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"Si no hay ningún tipo de control, seguirán llegando. Las comunidades llegarán al colapso, y si hacinas a esos menores terminarán saliendo a la calle a buscarse la vida. Así crece la sensación de inseguridad, y crecen los extremos", reflexiona un vicesecretario nacional, una tesis que comparte otra compañera de la dirección. "Las comunidades autónomas han demostrado su solidaridad y pueden acoger a esos menores, pero hay que poner unos límites y una solución en origen, porque llegará un punto en el que se agoten esos recursos si hay oleada tras oleada", apunta. "El problema no es el reparto de menores, sino la crisis migratoria", añade un tercer dirigente.

En este clima de batalla abierta entre Gobierno y PP por el control migratorio, las posibilidades de un acuerdo con las comunidades autónomas para el reparto de menores comienza a diluirse. Al enrarecido contexto político hay que sumar las reticencias que exhiben los territorios gobernados por los populares, que exigen al Ejecutivo que detalle las nuevas partidas de financiación, recursos e infraestructuras de las que va a dotar a las regiones a cambio de acoger a nuevos migrantes.

Los populares recelan también de la posibilidad de que Cataluña quede finalmente fuera del reparto, y advierten que no aceptarán un acuerdo que no conlleve un reparto "equitativo" en el que entren todas las comunidades autónomas. El discurso de Génova ha cambiado con el paso de los días. Si Feijóo allanó el pasado viernes la posibilidad de un pacto, fuentes de la dirección admiten en privado que cada vez lo ven más difícil. "Si el Gobierno llega a la reunión con las CCAA con chulería, a decir que acojan forzosamente a los inmigrantes por su incompetencia, no habrá acuerdo", zanjan.