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Moncloa vuelve a dar bola a Sumar para favorecer su recuperación electoral, vital para Pedro Sánchez
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El ejemplo francés

Moncloa vuelve a dar bola a Sumar para favorecer su recuperación electoral, vital para Pedro Sánchez

Los socialistas facilitarán ahora que Díaz y sus ministros rentabilicen la acción de Gobierno y miran a la unión de la izquierda francesa como nuevo espejo para el espacio progresista

Foto: Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y María Jesús Montero. (EFE / J.P Gandul)
Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y María Jesús Montero. (EFE / J.P Gandul)
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Ningún presidente adelanta unas elecciones para perderlas estrepitosamente. Salvo que seas Rishi Sunak o Pere Aragonès. Pero no parece la intención de Pedro Sánchez, a pesar de la constante bruma que planea sobre la legislatura. "Eso quisiera el PP", reconocen en Ferraz. Los socialistas necesitan tiempo para desarrollar su programa social y superar la omnipresencia en el debate nacional de la amnistía. Pero también para que sus socios de coalición se recuperen electoralmente.

Las encuestas apuntan a que Sumar obtendría ahora en torno a la mitad de diputados que hace un año. Una situación agravada por la ruptura con Podemos, que resiste en solitario. Sin este mundo mínimamente fuerte y cohesionado, las posibilidades de Sánchez de continuar en la Moncloa en los próximos años se desvanecen. Con la renuncia de Yolanda Díaz al liderazgo orgánico de Sumar, se ha abierto un debate interno sobre el futuro del espacio, con vistas a recuperar la unidad. El líder de IU, Antonio Maíllo, ya rema en la dirección de crear una nueva casa común donde también estén los morados.

El PSOE está al tanto de todos esos movimientos con la esperanza de que "se entiendan entre ellos". El propio presidente del Gobierno admitía su preocupación por este desaguisado el pasado lunes en La SER, aunque la orden es no interferir. "Voy a ser muy respetuoso sobre la dirección y orientación que deben tomar, pero espero que encuentren esa mejor solución porque si uno mira lo que tiene enfrente es muy grave", aseguró, sobre el avance de la ultraderecha en España y en el mundo.

Durante todo este semestre electoral al PSOE le ha interesado arrinconar a Sumar. Por responsabilidad de Díaz, pero también por interés del PSOE, los ministros de la plataforma y la propia vicepresidenta quedaron totalmente desdibujados en el Ejecutivo. Y aunque Díaz conserva la confianza de Sánchez, en su núcleo se abrió la veda contra ella. Pero sin elecciones a la vista, como las gallegas, vascas, catalanas y europeas, donde podían meter bocado a sus socios, la Moncloa quiera volver a dar bola a Sumar.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Europa Press) Opinión
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Dos días después del 9-J, Ernest Urtasun y Pablo Bustinduy comparecieron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Dos miembros del Gobierno de Sumar a la vez en esa mesa, es algo muy poco habitual. Era un momento importante porque Díaz acababa de abandonar la dirección, tras el mal resultado de las europeas, y el Ejecutivo de coalición necesitaba transmitir una imagen de estabilidad. A los socialistas no les interesa que su socio se encuentre a la deriva.

El PSOE va a facilitar ahora que tengan foco y se pretende dejar que Díaz lidere una de las reformas estrella de la legislatura que es la reducción de la jornada laboral. Aunque sin correr, explican, porque el ala socialista ve necesario, mucho más que Sumar, que el acuerdo se cierre también con la patronal. Tanto para reconectar con los empresarios y dar profundidad a la acción del Gobierno como para favorecer que lo vote PNV y Junts.

Foto: La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. (EFE/Sergio Pérez)

Fuentes del PSOE confirman la intención de no opacar a Sumar para que "rentabilicen" la labor del Ejecutivo y puedan recuperarse "con tiempo" de cara a las próximas generales. Porque la debilidad del espacio progresista ha podido representar ahora una oportunidad —alrededor de un 24% de votantes de Sumar fueron a parar a Sánchez en las europeas— pero es pan para hoy y hambre para mañana. Nunca podrán fagotizarles porque en ese segmento hay electores alérgicos al socialismo que optan por quedarse en casa.

En Ferraz y en Moncloa ya miran a lo que ha sucedido en Francia para impedir una victoria de Reagrupamiento Nacional, la formación de extrema derecha de Marine Le Pen. Allí los principales partidos de izquierdas, Francia Insumisa (la formación liderada por Jean-Luc Mélenchon), el Partido Socialista (referente socialdemócrata francés), Los Ecologistas y el Partido Comunista Francés, se agruparon en el denominado Nuevo Frente Popular y han conseguido ganar la segunda vuelta de las elecciones legislativas. En el PSOE, antes de que se confirmara la victoria, ya apelaban a este ejemplo para reclamar la unidad de la izquierda, aunque con ellos fuera de la ecuación.

La situación gala también inspira a los socialistas sobre otro posible escenario en España. Más de 200 candidatos de Juntos por la República, la alianza de centroderecha de Macron, y del Frente Popular se retiraron para aliarse en el combate contra la ultraderecha y propiciar la concentración del voto en una de las dos formaciones. En su reflexión global sobre la reorganización del espacio progresista, fuentes del PSOE aplauden "lo pragmáticos que han sido en Francia" y sitúan este horizonte de no competición como una opción en las provincias menos pobladas, donde Sumar no tiene posibilidad de escaño.

Foto: Yolanda Díaz, durante la Asamblea fundacional de Sumar. (Europa Press/Ricardo Rubio)
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La meta de fondo es rehabilitar ese espacio progresista, se llame Sumar o cualquiera otra plataforma aglutinadora de toda la izquierda, con Yolanda Díaz al frente o sin ella, que permita al PSOE aspirar en un futuro a reeditar el Gobierno de coalición. Es decir, elecciones generales en el horizonte de 2026, como pronto, si la legislatura se va desarrollando al trantrán y no colapsa antes.

Las próximas semanas son clave. Si al final hay un pacto entre el PSC y ERC para que Salvador Illa se convierta en president, el escenario nacional se desbloquea y el Ejecutivo puede volcarse en negociar los presupuestos de 2025. Si hay repetición electoral, todo se complicará.

Ningún presidente adelanta unas elecciones para perderlas estrepitosamente. Salvo que seas Rishi Sunak o Pere Aragonès. Pero no parece la intención de Pedro Sánchez, a pesar de la constante bruma que planea sobre la legislatura. "Eso quisiera el PP", reconocen en Ferraz. Los socialistas necesitan tiempo para desarrollar su programa social y superar la omnipresencia en el debate nacional de la amnistía. Pero también para que sus socios de coalición se recuperen electoralmente.

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