Es noticia
"Si el PP quiere mi apoyo, exigiré un plan de deportaciones para los inmigrantes ilegales"
  1. España
ENTREVISTA A SANTIAGO ABASCAL

"Si el PP quiere mi apoyo, exigiré un plan de deportaciones para los inmigrantes ilegales"

El líder de Vox defiende su discurso antiinmigración como causa existencial y acusa a Feijóo de haber buscado "de tapadillo" los pactos en las CCAA con la idea de "mantenerlos en secreto" hasta después del 23-J

Foto: Entrevista a Santiago Abascal. (Guillermo Gutiérrez Carrascal)
Entrevista a Santiago Abascal. (Guillermo Gutiérrez Carrascal)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Santiago Abascal Conde (Bilbao, 1976) justifica su drástica decisión de romper todos los pactos autonómicos con el PP como una defensa existencial de Vox, de España y de Europa. "Somos los primeros en abandonar un gobierno por principios, y la emigración es el debate del próximo siglo", afirma convencido de que, aunque ahora quizá no se entienda, el electorado premiará su discurso duro contra la inmigración ilegal como ha ocurrido en Francia o en Alemania. "Nos ocurrió cuando hablábamos de la Agenda 2030. Parecíamos unos locos", comenta a El Confidencial en la sala donde apenas doce horas antes ordenó a los suyos abandonar los ejecutivos de Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón, Murcia y Extremadura, además del Consell de Mallorca, después de que las CCAA pactaran recibir una remesa de menores extranjeros no acompañados que desbordan las islas Canarias.

El presidente de Vox culpa al líder de Génova de ser el responsable directo de esta voladura en bloque porque le avergonzaban. "Los ha boicoteado Feijóo. No tengo ninguna duda. Hizo todo lo posible por impedirlos", señala, al tiempo que le acusa de haber intentado "llegar a un acuerdo de tapadillo" tras las elecciones del 28 de mayo para no distorsionar la campaña de las generales del 23-J. "Pretendía que fuéramos a las elecciones en secreto y después ya llegábamos a un pacto. Yo no puedo aceptar eso", asegura sin ocultar que la relación con el presidente del PP es gélida.

Opina que la única solución a la grave crisis migratoria que sufre Canarias son las deportaciones masivas, también de menores, y avisa de que si el líder del PP quiere sus votos en una futura investidura, Vox le exigirá que active un plan para expulsar a los menores migrantes y a todos los irregulares. "Somos los primeros en abandonar un gobierno por principios", se jacta sin miedo a una revuelta interna por la renuncia al poder autonómico.

PREGUNTA. Explique por qué Vox decide romper con el PP por acoger 400 menores extranjeros.

RESPUESTA. No lo decide Vox, lo decide Alberto Núñez Feijóo, que da instrucciones a sus dirigentes territoriales de que se posicionen de determinada manera en la Conferencia Sectorial. Estaban advertidos de que para nosotros eso era un problema insalvable, de que no estábamos dispuestos a colaborar con el reparto de la inmigración ilegal y de la inseguridad en las regiones en las que cogobernábamos. Y no solo han hecho oídos sordos, sino que yo creo que han tomado una decisión deliberada para que los gobiernos se rompieran. Y nosotros tenemos palabra. Tenemos un compromiso con nuestros electores y hemos actuado en consecuencia saliendo de los gobiernos.

P. Pero este asunto no estaba en los puntos de los acuerdos de investidura de las comunidades autónomas.

R. En los acuerdos hay referencias a combatir la inmigración ilegal, el efecto llamada, a proteger la seguridad de los barrios. Para nosotros es más que suficiente. Pero aunque no estuviera en los puntos, nos da igual. Si en un gobierno de coalición hay un asunto sobrevenido que es de extraordinaria gravedad para una de las dos fuerzas que gobiernan, esperamos una comprensión, no que digan 'esto no está en los puntos y hacemos lo que nos da la gana'. No, no hacéis lo que os da la gana, porque gobernáis con nosotros y, si hacéis lo que os da la gana, ya no gobernaréis con nosotros. Yo creo que es muy sencillo y que la gente lo entiende. A nosotros no nos apetecía abandonar los gobiernos. Los gobiernos estaban avanzando haciendo cosas positivas. Ayer mismo en la Comunidad Valenciana se deroga la Ley de Memoria Histórica. Lo hemos logrado en todos los sitios en los que gobernamos con el PP y el PP no lo ha hecho en ningún sitio de los que gobierna solo. Y yo creo que eso es muy significativo. La aportación de Vox al cambio en esas regiones estaba siendo positiva. Digo positiva, no muy positiva, porque los logros están lejos de lo que nosotros pretendíamos, pero ha habido un momento dado en el que el señor Feijóo ha decidido que eso se tenía que terminar, que ya no resistía más a Pedro Sánchez en las sesiones de control, diciéndole que gobernaba con la ultraderecha y probablemente obedeciendo las órdenes de Von der Leyen para romper con Vox.

Foto: Santiago Abascal comparece ante los medios. (Europa Press) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
El futuro electoral de la derecha en España (II)
Jesús Fernández-Villaverde

P. Pero, ¿por qué ahora? ¿Por qué en noviembre, cuando se pacta una de estas remesas de menores a la Península, no decide romper los acuerdos con el PP?

R. En algunos casos porque no nos enteramos ni nos informan, pero cuando nos enteramos, por ejemplo, en Aragón, y protestamos por la llegada de menas, pedimos explicaciones al Gobierno de Aragón y nos dice que no va a volver a pasar. Eso vuelve a ocurrir. Votan lo mismo. Pero no solo eso, se les hace las pruebas y no son niños, son mayores de edad.

P. En las CCAA que gobernaban con el PP atendían a 1.800 menores. Es decir, Vox ya estaba gobernando mientras daban amparo y tutela a menores migrantes.

R. Ya lo sabíamos antes de que llegáramos, claro. Y ha habido un momento en el que hemos puesto pie en pared, hemos advertido a nuestro socio de gobierno de que no podíamos continuar así. Si el problema no es 300, 400 o 3.000. Si solo fueran 3.000 y se acabó la broma, no habría ningún problema. El problema es que es un no parar. El problema es que esas medidas son una promoción de la inmigración ilegal. El problema es que cuantos más se acogen y se reparten, más llegan y no se devuelve a nadie. El problema es que esa aparente alianza que tenemos con Marruecos, al que pagamos infraestructuras, no sirve para que acepte que sus niños vuelvan con sus padres. Y los que no son tan niños que vuelvan también a su país. No lo acepta. Eso es lo verdaderamente sorprendente. Si el Partido Popular y el PSOE deciden legalizar a medio millón de personas y deciden repartir ya por sistema a todos los menores no acompañados que llegan a España, pues que no cuenten con nosotros para eso. Yo acepto que otros tengan una posición distinta. Pero nadie ha votado a Vox para que sea cómplice de la promoción de la inmigración ilegal del PP y del PSOE. Y ha habido un momento en el que hemos tenido que tomar esta decisión.

P. La realidad es que a Murcia llegan menores por las costas y ustedes los atendían.

R. Sí, sí, claro. Y de hecho ha sido una de las razones para decir que esto está lleno y a ver a quién nos vais a mandar. ¿Qué posibilidades tiene Murcia de devolverlos? Una región no puede hacerlo, tiene que hacerlo el Gobierno de España. Tiene que hacerlo Sánchez.

P. Por eso la salida de Vox de los gobiernos autonómicos quizás se entendería mejor si estuvieran ustedes en el Gobierno de España, que es el que tiene las competencias migratorias. Porque las comunidades no son más que receptoras, no tienen margen.

R. Se convierten en cómplices al ser receptoras de un reparto. No de lo que les llega por el mar directamente, de eso son víctimas (...) Bueno, aquí víctimas son la gente que tiene unos problemas de cuidado en la calle, es la gente que de verdad sufre las consecuencias de la inmigración ilegal en barrios degradados en los entornos de los centros de menas. Algunos dicen: ya están criminalizando a los menas. No, no, si ya sabemos que no son todos, pero es que se criminalizan solitos, es que la gente que vive al lado de un centro de menas sabe lo que hay alrededor, sabe los robos que se producen, la violencia que hay, sabe las agresiones sexuales que se producen y nosotros no podemos colaborar con eso.

"Decir que Vox es un aliado de Sánchez es un insulto a la inteligencia. El aliado de Sánchez es el PP de Feijóo"

P. ¿Y por qué no rompen también los ayuntamientos que alojan estos centros?

R. Porque los ayuntamientos no han sido los que deciden la recepción. Muchas veces lo pone la comunidad autónoma, pero si hay alguno que de manera voluntaria colabora, abandonaremos ese ayuntamiento. No lo haremos a tontas y a locas. Hay un conflicto muy serio en Madrid con esta cuestión entre Ayuso, que quiere colocar un centro de menas, y curiosamente el alcalde socialista de Fuenlabrada, que no quiere que se lo coloquen. Claro. Teóricamente, algunos dicen sí, que vengan, que los coloquen, pero no en mi pueblo. Y a mí me parece que eso es muy revelador. Nosotros somos mucho más coherentes, lo que queremos es que se vayan, que se los devuelvan a sus padres, que vuelvan a su país, que se utilice toda la labor diplomática de España, que parece que somos tan amigos de Mohamed VI para devolverlos y por supuesto de la Unión Europea. Y ni un euro de Europa para Marruecos mientras no acepte la devolución de sus nacionales.

P. ¿Harán oposición constructiva o destructiva a los gobiernos que han abandonado?

R. Tendremos una oposición contundente y leal y tendremos una oposición que tendrá que negociar ley a ley, presupuesto a presupuesto. Eso es lo que haremos. Y si no se ponen de acuerdo con nosotros y quieren volver al viejo sistema del PP del trágala, pensando que Vox tiene que aceptar todo, pues tendrán nuestro voto en contra, como les ha ocurrido en el Ayuntamiento de Sevilla, que piensan que tenemos que votar unos presupuestos socialistas y, si no lo votamos, nos dicen que es porque estamos con los socialistas. No. Con los socialistas están ellos porque se reparten los jueces, el Tribunal Constitucional, el de Cuentas, Radiotelevisión española, se reparten las comisiones parlamentarias, se reparten la Junta Electoral. Y esos dicen que Vox es un aliado de Sánchez, que es un insulto a la inteligencia. Si el aliado de Sánchez es Feijóo.

placeholder Foto: G.G.C
Foto: G.G.C

P. ¿Cuándo fue la última vez que hablaron usted y Feijóo?

R. Nos hemos cruzado algún día en el Parlamento, pero la última noticia que Feijóo tiene de mí es una carta que le envié proponiéndole un encuentro para coordinar nuestra oposición a un gobierno envuelto en la corrupción y el golpe a la Constitución. Y no hay respuesta. La respuesta política es el abrazo de Sánchez.

P. ¿Ha contactado en estas últimas horas con los presidentes del PP?

R. Yo no he hablado personalmente con ellos, pero sí ha habido interlocución de nuestras direcciones territoriales y también de la dirección nacional de Vox con esos presidentes. Y algunos dicen que hay división en Vox... Bueno, nosotros no somos un partido monolítico, ni una dictadura norcoreana. Pero estaría bien que indaguen en las divisiones que había en el PP, en lo que pensaban sus presidentes, en lo que pensaban votar y en lo que han votado finalmente, porque les ha obligado Feijóo. No solo a votar contra lo que querían votar, sino a firmar un manifiesto que suponía la ruptura de sus pactos.

P. Al PP le perjudicaron sus acuerdos con Vox antes del 23-J. Habrá quien piense hoy que, para haber gobernado un año, no hacían falta tantas alforjas...

R. Bueno, nuestra intención siempre ha sido buena y leal. Nuestra intención ha sido que se respetase el resultado electoral, pero Feijóo desde el principio trató de impedir esos pactos y en cuanto ha podido, los ha boicoteado. Han durado un año y los ha boicoteado Feijóo. No tengo ninguna duda. Hizo todo lo posible por impedirlos. Feijóo pretendía llegar a un acuerdo de tapadillo, que le diéramos los gobiernos. Que fuéramos a las elecciones en secreto y después ya llegábamos a un pacto. Yo no puedo aceptar eso.

P. ¿Cómo que de tapadillo? ¿Qué le pidió?

R. Yo he dicho lo que pretendía Feijóo. Y hasta aquí hemos llegado.

P. ¿?

R. Mucho he dicho. Yo todo lo que hago, lo hago a la vista del público. Yo no negocio por debajo.

P. Si en el futuro Feijóo necesitase sus votos para gobernar, ¿qué condiciones le pondrá? ¿Exigirá la expulsión de los menores tutelados de España?

R. Lógicamente somos cabales. Alguno habrá que no va a haber manera de localizarlo o que no sabemos de qué país es. Pero otros muchos sí. Lo que vamos a exigir es iniciar un plan de deportaciones para que los niños vuelvan con sus padres, para que los ilegales vuelvan a sus países. Y vamos a exigir que la inmigración en España empiece a ser regulada y ordenada.

P. ¿Temía Vox convertirse en la derechita cobarde ante la irrupción de Alvise?

R. No, nosotros tomamos las decisiones por convicción, no tomamos las decisiones pensando en otros partidos políticos ni respondiendo a órdenes internacionales como otros. Tomamos las decisiones cuando creemos que tenemos que tomarlas y nos parece que ha llegado el momento. Era verdaderamente duro mantenerse en los gobiernos asumiendo una complicidad con la inmigración ilegal.

P. ¿Pero cuánto le preocupa la competición de Se Acabó La Fiesta?

R. A mí no me preocupa nada que los españoles reaccionen como cada uno cree que tiene que hacerlo contra la corrupción de este gobierno. La corrupción política, la corrupción económica, contra el reparto de la ruina, contra el ataque a la unidad nacional o a la división de poderes. Me parece que los españoles tienen derecho a reaccionar como quieran. Yo no voy a decir que uno roba votos, quita votos. Los votos no son ni de los candidatos ni de los partidos, son de la gente y los decide en cada elección y, por lo tanto, todo el respeto.

placeholder Foto: G.G.C
Foto: G.G.C

P. Lo digo porque en las europeas Vox no crece todo lo que debe teniendo en cuenta el contexto internacional. Sus socios tienen todos muy buenos resultados. Igual es que no parece que la inmigración sea vista en España como un asunto de tanta intensidad como en Francia o en Alemania.

R. Es posible que no se vea con tanta intensidad porque todavía no tiene tanta intensidad. Pero creo que los políticos tenemos una responsabilidad. Mi responsabilidad no es actuar como un empresario que dice qué quiere la gente. Voy a hacer unas encuestas y a ver qué es lo mayoritario. ¿Cuál es la mayor preocupación? Mi responsabilidad como político, si de verdad soy un patriota, es decir cuáles son los problemas de España y cuáles van a ser en el futuro. Y señalar esos problemas es anticiparse. Y es lo que llevamos haciendo mucho tiempo. Al principio nos entendía muy poca gente, pero cada vez nos entiende más gente porque los problemas están llegando. Nos ocurrió cuando hablábamos de la Agenda 2030. Parecíamos unos locos. ¿Pero qué dicen de la Agenda 2030 hoy el mundo del campo, de la industria, del transporte? Muchos españoles se ven afectados por la Agenda 2030 y saben de qué se habla. Y Vox ha contribuido decisivamente al debate sobre la Agenda 2030 y el debate migratorio, con lo cual no se hace con un cálculo de corto plazo. Nosotros no hemos venido a la política a comportarnos como el resto de los partidos. Hay que hacer algo distinto y consideramos que esta batalla es muy larga.

P. Le pregunto otra vez. ¿Qué le pasa a Vox que viene del 12% del voto el 23-J y en las europeas ha bajado al 9% con el viento a favor?

R. Nos gustaría sacar el 19%, el 29% y el 39%, pero ya llegará. Asumimos los resultados con mucha deportividad y con mucha tranquilidad. Y creemos que hay un crecimiento en el contexto de elecciones europeas. Vota mucha menos gente y quizá los que nos votan a nosotros votan menos. Los crecimientos no son, por otra parte, nunca lineales. Ningún partido similar a Vox ha crecido de manera lineal. Se crece, se permanece, se puede bajar un poco, pero yo estoy convencido de que Vox acierta con el diagnóstico de la situación y eso se verá con el tiempo. Desde luego no va a ser un camino de rosas el que quiera llegar a la política y hacer algo fácil y rápido.

P. ¿Los vicepresidentes autonómicos le expresaron dudas en la reunión de ayer (por el jueves)?

R. Los vicepresidentes expresaron sobre todo una gran humanidad y una gran preocupación por las personas a las que habíamos involucrado para una alternativa de gobierno en las regiones, que en algunas cosas estaban funcionando razonablemente bien y que se ha truncado en solo un año. Personas que habían dejado sus trabajos. Yo vi a los vicepresidentes muy compungidos por esos equipos y comparto esa preocupación. Pero nosotros no podemos tomar una decisión política pensando en la colocación de los nuestros, en los sillones. Yo creo que eso también lo entienden los afectados, que son personas muy generosas y sobre todo creo que lo valoran nuestros votantes.

"Pujol, ERC y Junts son culpables de poner a Cataluña a la cabeza de la islamización por vetar a hispanoamericanos que hablaban español"

P. El único consejero que tienen ustedes en Extremadura ha dicho que se queda en el gobierno del PP. ¿Ve riesgo de quiebra interna?

R. En absoluto. No hay ninguna quiebra interna, no la hay en el comité ejecutivo nacional de Vox, no la hay en la militancia y yo creo que tenemos que ser muy indulgentes con personas que toman esa decisión en este momento, muy comprensivos con las situaciones personales.

P. ¿No le van a expulsar de Vox?

R. Bueno, yo creo que él debe ser consecuente y abandonar la militancia en Vox; si no, lógicamente tendrá que actuar el partido. No vamos a aplaudirle. Tampoco vamos a ponernos a hacer ningún reproche, pero lógicamente ha de entenderse con total rotundidad que Vox sale de los gobiernos y que Vox retira el apoyo parlamentario y eso significa que el que se queda no es de Vox.

P. Usted dice que no, pero a nosotros nos llega de los territorios por gente de Vox que hay dudas sobre la decisión tomada en un momento así, con tres años aún de legislatura. ¿Teme que se cuestione el liderazgo organizativo de Santiago Abascal?

R. Pues es un riesgo que existe siempre, pero yo eso lo asumo absolutamente. Ha sido un liderazgo que se ha renovado hace muy poco, en mitad de un montón de bulos de los medios de comunicación, diciendo que iba a haber ruido, que iba a haber alternativa. Algún medio de comunicación de papel llegó a publicar un manifiesto de militantes de Vox contra la dirección y contra mí que no estaba firmado por ningún militante de Vox. Un manifiesto anónimo, en una portada de periódico. Me presenté (al congreso de Vox), no hubo alternativa. Dentro de cuatro años volverá a ocurrir. Si hay alguien que cree que puede hacerlo mejor y que obtiene el apoyo de la militancia, bienvenido sea. Igual incluso tiene mi apoyo. Pero por ahora eso no ocurre. Yo, desde luego, asumo las consecuencias de mis decisiones, que son muy meditadas y son decididas con mucha firmeza. Y no solo esta, sino otras muchas como las mociones de censura, las entradas en los gobiernos, la decisión de presentarnos a las primeras elecciones andaluzas, que también se cuestionó. Bueno, esto nos ha traído hasta aquí. Vox es la tercera fuerza política desde hace cinco años y eso no lo ha conseguido nadie más en el contexto del bipartidismo. Y creo que esto no ha hecho más que empezar.

P. De su relato deduzco que no echa de menos al llamado sector liberal del partido que se marchó.

R. Es que eso es una falacia. No hay un solo asunto en eso que algunos denominan como liberal, que es la bajada fiscal, la defensa de la propiedad privada, que Vox haya dejado de defender. Ese es un relato falsario de los medios y probablemente de algún despechado que al salir se ha puesto la etiqueta de liberal. No se entendería tampoco mi amistad con Javier Milei, amistad política y personal. Yo creo que ese es un debate muy pequeñito, son cosas de políticos. La gente tiene problemas muy concretos, la seguridad en las calles, que sus hijos tengan futuro, que puedan tener un trabajo estable, que puedan acceder a una vivienda, formar una familia. Y todos estos rollos de etiquetas no le importan a nadie. Yo, desde luego, no me voy a perder en esos viejos debates porque creo que no cumpliría con mi labor.

"Somos los primeros en abandonar un gobierno por principios, y la emigración es el debate del próximo siglo"

P. Habla de su electorado. ¿Cree usted que el camionero de Murcia o el jornalero de Huelva entiende que se vayan de los gobiernos?

R. Sí hay veces que tomamos decisiones que no se entienden y que se entienden con el tiempo. Pero en esta ocasión no ha ocurrido. Me han llegado un par de mensajes de preocupación, pero eran peperos. Pero no me ocurre con la militancia de Vox. Hemos recibido un gran aliento y un gran reconocimiento, porque dicen: sois los primeros que abandonáis un gobierno por una cuestión de principios. Puede ser por uno o por otro, puede ser porque la gota ha colmado el vaso. Pero es que el asunto de la emigración no es, no es un tema pequeño, es el debate del próximo siglo. Y el asunto de la migración afecta a la seguridad, afecta a la libertad de las mujeres, afecta a la identidad de un país, afecta a la economía, a los servicios sociales, a la asistencia sanitaria, a la defensa de las fronteras. Es que afecta realmente a todo. Nos parece un asunto, no voy a decir el más importante, porque la unidad de nuestra patria atacada desde el separatismo catalán, el separatismo vasco, es probablemente el asunto central para nosotros. Pero ese asunto, junto con las libertades públicas y la inmigración, creo que son los temas centrales de nuestro discurso y en los que nosotros no podemos transigir.

P. ¿Qué datos tiene que otros manejan para vincular tan directamente menas con delincuentes?

R. Los de Marlaska, los del Ministerio del Interior, las noticias, y el conocimiento de esos barrios alrededor de los centros de menas. Hablamos con la gente.

P. Ya sabe usted que en las pateras también vienen niños pequeños, mujeres y bebés...

R. Es la excepción que confirma la regla. Y como comprenderá, yo, que además voy a ser padre, pues toda la humanidad (...) Pero esto de llamar niños a unos señores con una musculatura mayor que la mía, que ya es decadente, pues francamente, me parece que es una tomadura de pelo a los españoles. Además, sí viene alguna mujer, pero la inmensa mayoría son hombres y vienen de países que no están en guerra, y esos países también necesitan esa juventud. Y estamos promocionando con el efecto llamada un nuevo colonialismo, y estamos contribuyendo a que las mafias del tráfico de personas hagan el agosto.

P. ¿Cómo le explica a sus hijos este fenómeno migratorio? (Abascal espera su quinto hijo).

R. A mis hijos más mayores no les tengo que explicar yo nada. Viven en la calle y han vivido en ciudades donde este problema está muy, muy presente y les han pasado cosas en la calle, como me ha pasado a mí antes de estar en la política. Hace ya mucho tiempo que este es un problema serio. Yo presencié el ataque de un argelino contra un familiar en la calle sin mediar palabra, en Vitoria, y vi lo que pasaba y cómo actuaba y las cosas que gritaba al atacar. Para mí no es un problema de antes de ayer. Ya en el año 2003, cuando yo aún estaba en el Partido Popular, nos hicieron una encuesta a varios dirigentes jóvenes y a cada uno nos preguntaron por los temas que más nos preocupaban. Yo fui el único que en segundo lugar dije que la inmigración procedente de países islámicos. No es una estrategia política, es una preocupación sincera y que responde a una realidad. Y cuando dije que eso me preocupaba hace 22 años, el problema no era como es hoy. Y desde luego hoy no es cómo va a ser mañana.

Foto: Abascal, ayer, tras reunir a la dirección de Vox. (EFE)

P. ¿Y qué hacemos con los 6.000 menores que están ahora mismo en Canarias?

R. Pues ponernos muy serios con Marruecos, con Mauritania y hacer todo lo posible para devolverlos a sus países con sus padres, porque si fueran noruegos estarían en Noruega. No tengo ninguna duda. Y lo que estamos haciendo es contribuir a un secuestro permanente de menores.

P. Pero ya sabe que las deportaciones, que Marlaska ha practicado en Ceuta…

R. Deportaciones, poco y mal. Porque muchas veces vemos que uno que tenía una orden de deportación y antecedentes es detenido porque ha cometido un crimen.

P. … decía que las deportaciones son contrarias al derecho de protección de la Infancia.

R. Bueno, yo no soy un abogado, pero a mí lo que me parece que es contrario al más mínimo principio elemental de humanidad es secuestrar menores y quedarse en un país que no es el suyo y no hacer todo el esfuerzo para devolvérselos a sus padres. Y es una falta de humanidad por parte de este gobierno y por parte del Gobierno de Marruecos, que insisto, son socios. ¿Para qué hemos hecho lo del Sáhara? ¿No somos tan amigos de Marruecos? Sánchez es un simple lacayo de Marruecos.

"Sánchez es un lacayo de Marruecos, pero es incapaz de devolver a los niños con sus padres"

P. ¿Y qué propone usted? ¿Cómo hacer frente a la falta de mano de obra futura si nos faltan niños? Los migrantes suelen compensar.

R. Lo que propongo es dejar de colaborar con los poderosos que promueven la inmigración ilegal para abaratar los salarios y tener más beneficios. Y apostar por la natalidad para que los jóvenes españoles puedan formar familias y tener hijos. Y mientras eso no se logra, lo que propongo es que la inmigración sea legal y regulada y fundamentalmente procedente de los países que están dispuestos a convivir con nosotros porque comparten una cultura, unos valores, una lengua. España es una cosa muy importante en América. Allí están nuestros hermanos. España ha llevado adelante una de las mayores obras de hermanamiento universal a través del mestizaje. Y ahí hay personas que hablan nuestra lengua, que comparten nuestros valores y, por lo tanto, cuando necesitamos gente tenemos un sitio donde puede venir la gente. Pero traer a personas que piensan que la mujer es inferior, que no quieren adaptarse entre nosotros, que no aceptan la separación entre la religión y el Estado y que su objetivo final es imponer la sharía a todo el mundo. Es un suicidio. Y nosotros nos vamos a oponer con toda rotundidad, nos llamen lo que nos llamen y ya nos han llamado de todo.

P. ¿Y por qué se oponen a la regularización de miles, muchos latinos, que llevan años aquí trabajando pero sin cotizar?

R. Que trabajan ilegalmente contratados por personas que no tienen escrúpulos. Eso en primer lugar. Pero en segundo lugar, yo estoy seguro de que hay muchísimos casos de personas buenísimas que han llegado en esas circunstancias y auténticos dramas humanos. Pero votar a favor de regularizar de golpe a medio millón de personas es lanzar un mensaje terrible a toda África. Es decir, que aquí cabe todo el mundo, es decir, a las mafias que sigan haciendo eso, que aquí se puede entrar ilegalmente y que hay un futuro. Y además es mentirles porque no hay futuro, si no se lo podemos ofrecer ni a los jóvenes españoles.

Foto: Concentración en Sopuerta (Vizcaya) contra la apertura de un centro de menores inmigrantes. (Cedida)

P. Cataluña se abstuvo en el reparto de menores. ¿ERC y Junts son mejores patriotas para usted?

R. La pregunta… (se ríe) No, no. ERC y Junts son culpables de la promoción de la inmigración ilegal. Lo han hecho durante todo ese tiempo y para que no llegaran a Cataluña inmigrantes procedentes de los países de Hispanoamérica porque hablaban español, han promocionado fundamentalmente la inmigración del norte de África. Pujol, Esquerra y Junts son culpables de haber colocado a Cataluña a la cabeza de la islamización de España. Ahora han decidido esto (rechazar la derivación de inmigrantes menores no acompañados) porque están muy nerviosos, porque ha surgido ahí una señora en un pueblo que ha puesto pie en pared, pero son igual de culpables que los demás y nosotros no queremos participar de esa complicidad. Acabamos de empezar en la política española. Cuando hemos visto que estábamos empezando a convertirnos en cómplices de algo que nos parece letal para España, hemos salido.

P. Abandonar Canarias a su suerte es ser antipatriota, según el PP.

R. El PP dice muchísimas miserias, pero lo que es ser antipatriota es legalizar de golpe a medio millón y lanzar el mensaje para que sigan llegando a Canarias. Nosotros hemos ido a Canarias antes de que al PP y al PSOE empezase a preocuparles esto. Pero la solución no es repartirlos. Si fueran los últimos que llegan, sí, pero es que cuanto más repartes, más llegan. Es un problema estructural y nosotros queremos terminar con el efecto llamada. Lo voy a decir: como sea, luchando con todos los medios a nuestro alcance: desde que la Armada vigile los mares e impida el tráfico de las embarcaciones que los remolcan y de los traficantes de personas, hasta las devoluciones en caliente en las vallas, hasta la utilización del Ejército para defender las fronteras en Ceuta y Melilla. Hasta que la Policía y la Guardia Civil tengan los medios materiales y jurídicos para defender la frontera y que no estén asustados ante las avalanchas.

P. ¿Qué debería hacer la Unión Europea ante esta crisis migratoria?

R. Apoyar a los países que tienen un problema con la inmigración en vez de perseguirlos, como hizo con Polonia y Hungría por defender sus fronteras.

P. Explique el giro europeo de Vox. ¿Por qué abandona usted a Meloni y a los polacos del PiS, sus primeros aliados?

R. No hay giro ni abandono. Hay un cambio de grupo.

P. Sí, hacia los Patriotas de Orbán. ¿Por qué?

R. Nosotros hemos trabajado durante tres años y medio en el intento de consolidación poco a poco de un gran grupo europeo. Había partidos en PCR, partidos en ID, con los que teníamos unas relaciones bilaterales, unas coincidencias extraordinarias y partidos no adscritos como Fidesz, el partido de Orbán, en el Parlamento Europeo. Con Orbán tenemos relación bilateral, incluso cuando Orbán era del Partido Popular Europeo esta misma legislatura. Y nosotros pensábamos, junto con otros muchos, que había que constituir el grupo más grande posible. Y ha llegado el momento de dar ese paso para bien. Nuestra relación bilateral con Giorgia Meloni está intacta. Nuestra relación bilateral con los conservadores polacos está intacta. Antes de estas elecciones nosotros estábamos en un grupo con Giorgia Meloni, con los polacos. Éramos aliados de Reagrupación Nacional en Francia, de Viktor Orbán en Hungría y de otros muchos partidos. Hoy estamos en otro grupo más grande todavía. Por cierto, el tercer grupo del Parlamento Europeo, aunque nos habría gustado poder constituir el segundo grupo. Era posible, pero seguimos siendo aliados de aquellos con los que compartíamos grupo. Esto es algo que muchos no entienden. Para nosotros es muy sencillo. Lo del grupo tiene menos importancia de lo que pueda parecer desde el punto de vista de las relaciones bilaterales. Pero Vox ha mostrado cuáles son sus relaciones internacionales. Lo ha mostrado recientemente en un gran acto en Madrid. Un acto internacional que no es capaz de hacer otro partido político en España. Todas esas relaciones internacionales previas a las elecciones europeas siguen siendo las mismas.

P. Pues la imagen que proyecta Meloni de abandono es grande.

R. No, es la que proyectan los medios de comunicación. Meloni es una gran líder europea que tiene que defender los intereses de Italia y tiene toda nuestra comprensión y toda nuestra admiración.

P. El día en que Vox anunció que se pasaba al grupo de los Patriotas, Víktor Orbán se fue a Moscú a ver a Putin, lo que provocó un gran revuelo en el seno de la UE. ¿Es un grupo prorruso?

R. No es más que una coletilla. Es propaganda política y mediática porque coincide con ese día. Pero si se llega a producir dos días antes habría sido con la reunión de Orbán y Zelenski, que ha pasado desapercibida. Orbán, que es el presidente de turno de la Unión Europea, se reunirá con quien considera que se tiene que reunir y se ha reunido con las dos partes en este caso. Pero nuestra posición es clara en el Parlamento, en nuestros actos, en los manifiestos que hemos firmado en la Cumbre de Madrid con todos nuestros aliados internacionales cuando los invitamos en el año 2022. Un manifiesto de condena de la agresión rusa ya cuando se percibía que se iba a producir, firmado también por Viktor Orbán. Entonces, una cosa es la propaganda mediática y otra la realidad. Nosotros no somos capaces de defendernos de todas las insidias que se dicen de nosotros.

Santiago Abascal Conde (Bilbao, 1976) justifica su drástica decisión de romper todos los pactos autonómicos con el PP como una defensa existencial de Vox, de España y de Europa. "Somos los primeros en abandonar un gobierno por principios, y la emigración es el debate del próximo siglo", afirma convencido de que, aunque ahora quizá no se entienda, el electorado premiará su discurso duro contra la inmigración ilegal como ha ocurrido en Francia o en Alemania. "Nos ocurrió cuando hablábamos de la Agenda 2030. Parecíamos unos locos", comenta a El Confidencial en la sala donde apenas doce horas antes ordenó a los suyos abandonar los ejecutivos de Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón, Murcia y Extremadura, además del Consell de Mallorca, después de que las CCAA pactaran recibir una remesa de menores extranjeros no acompañados que desbordan las islas Canarias.

Santiago Abascal Vox Inmigración Alberto Núñez Feijóo
El redactor recomienda