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La ruptura con Vox 'centra' a Feijóo y le deja vía libre para acercarse a PNV y Junts
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La ruptura con Vox 'centra' a Feijóo y le deja vía libre para acercarse a PNV y Junts

Feijóo respira aliviado tras el "acto de testosterona" de Abascal y recobra su autonomía política tras ver desvanecerse los pactos autonómicos que le costaron la Moncloa: "Para él es un win-win"

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)
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Hace poco más de un año, Alberto Núñez Feijóo pidió a sus barones que intentasen retrasar sus pactos territoriales con Vox para evitar que las alianzas con los ultraconservadores le pasaran factura en las generales del 23 de julio. Pero el descontrol orgánico llevó al valenciano Carlos Mazón a rubricar el primer acuerdo de coalición con los de Abascal en plena precampaña. A este le siguieron un goteo de pactos en comunidades y ayuntamientos. Y todos los análisis internos que se realizaron a posteriori coincidían en que la gestión de esos acuerdos movilizó a la izquierda y frustró las opciones de Feijóo de sumar mayoría absoluta.

Un año después de pagar el precio más alto, Feijóo ha visto cómo los pactos que le costaron la Moncloa se han desvanecido. No por iniciativa propia, sino por orden directa de Santiago Abascal. Los vicepresidentes y consejeros de Vox acataron la decisión, no sin confusión y malestar. El motivo fue el visto bueno que dieron las comunidades autónomas del PP a la derivación de 347 menores migrantes por todo el territorio para aliviar el colapso que sufre Canarias. Y pese a la evidente inestabilidad que se abre ahora en seis de sus ejecutivos autonómicos, Feijóo respira tranquilo. Casi aliviado.

El "acto de testosterona" de Santiago Abascal, como lo definen algunos dirigentes en el PP, ha permitido a Feijóo "liberarse" y recobrar su autonomía tras un año preso del relato de la "ultraderecha" en el que ha querido situarle Sánchez. Es el diagnóstico en el que coinciden distintas fuentes populares, tanto a nivel nacional como en los territorios. Importante puntualizar que, pese a la ruptura de los pactos regionales, PP y Vox mantienen acuerdos de coalición en más de un centenar de ayuntamientos, incluidas grandes ciudades. Aun así, la conclusión en el PP es unánime: la ruptura con Vox les permite volver a centrarse políticamente. "Feijóo sale reforzado porque ha roto el muro que había levantado Sánchez por nuestra izquierda".

"Soltar lastre" y romper con Vox tiene otra lectura, y es la posibilidad que ahora se le abre a Feijóo de intentar acercamientos con otras fuerzas del arco parlamentario para allanar futuros acuerdos. La connivencia con los de Abascal fue precisamente uno de los argumentos que utilizaba el PNV para declinar la mano tendida del líder del PP, que buscó en los jeltzales un aliado para tumbar, sin éxito, la mayoría aritmética de Sánchez. Lo ilustró bien el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, durante el intento de investidura de Feijóo: "Alberto, tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite de Vox".

Foto: Entrevista a Santiago Abascal. (Guillermo Gutiérrez Carrascal)
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Los peneuvistas siempre supeditaron un hipotético apoyo a Feijóo a que los de Abascal no tuviesen puestos en su posible Ejecutivo, una posibilidad que quedó soterrada tras firmar los cinco acuerdos de coalición en distintas comunidades autónomas. Pero ahora, tras un año en los sillones, Vox ha dado un volantazo para recuperar su ADN de 'partido protesta' desde la oposición. Y esta circunstancia deja vía libre al PP para comenzar a regar futuros entendimientos, no solo con los nacionalistas vascos, sino también con Junts.

Las opciones de recuperar la relación que en el pasado sí existía entre populares y exconvergentes son ahora prácticamente nulas. Mientras Carles Puigdemont ostente las riendas de Junts y sus cuentas con la justicia sigan pendientes —a la espera de cómo se materialice la ley de amnistía—, Feijóo se mantendrá fuera de la ecuación. "Para que pueda haber pactos entre PP y Junts, es imprescindible que Junts se reconcilie con la ley", afirmó el propio líder del PP durante una entrevista con El Confidencial.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (Europa Press/Beatriz Ciscar) Opinión

En realidad, en los últimos meses sí que han existido contactos tímidos con Junts, primero durante las semanas previas a la investidura de Feijóo, y más tarde para buscar apoyos parlamentarios que alumbrasen leyes del Partido Popular en el Congreso, con lo que los populares han conseguido retratar la debilidad parlamentaria de Sánchez. Hay que recordar que el propio vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, situó al partido de Puigdemont como un interlocutor válido. "Junts es un grupo parlamentario que, al igual que ERC, y más allá de las acciones que cuatro personas, cinco o diez llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda". Vox siempre ha afeado y condenado esos contactos.

En más de una ocasión, Feijóo también ha dejado abierta la puerta a una moción de censura. El líder del PP es consciente de que hoy por hoy no tiene los votos para conseguir sacarla adelante. Pero también afirmó que es una opción que valorará y que tanteará si la legislatura llega al "colapso". La posible restauración de las relaciones con los peneuvistas tras alejarse de Vox podría ayudar a Feijóo a allanar esa vía, pero aun así seguiría necesitando los votos de Vox. Una triangulación que en algunos sectores del PP ven posible si el líder popular optase por una moción de censura "técnica", con el compromiso de convocar elecciones de forma inmediata.

La decisión de Abascal marca un punto de inflexión clave en el tablero de la derecha. Los dos líderes ya habían formalizado esa ruptura desde hace meses. El único hilo de unión eran sus acuerdos autonómicos, pero ahora también han desaparecido. El líder de Vox y el del PP no hablan desde el pasado mes de enero. Tampoco ha habido contactos entre los equipos de Génova y Bambú, según confirman en ambos partidos, para intentar reconducir la situación en los últimos días. Todo ha saltado por los aires, y Feijóo no tiene interés alguno en recomponer esos puentes. "Para él es un win-win", analizan en su entorno.

Hace poco más de un año, Alberto Núñez Feijóo pidió a sus barones que intentasen retrasar sus pactos territoriales con Vox para evitar que las alianzas con los ultraconservadores le pasaran factura en las generales del 23 de julio. Pero el descontrol orgánico llevó al valenciano Carlos Mazón a rubricar el primer acuerdo de coalición con los de Abascal en plena precampaña. A este le siguieron un goteo de pactos en comunidades y ayuntamientos. Y todos los análisis internos que se realizaron a posteriori coincidían en que la gestión de esos acuerdos movilizó a la izquierda y frustró las opciones de Feijóo de sumar mayoría absoluta.

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