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Ir a por lana y salir trasquilado: el plan de regeneración de Sánchez no convence ni a sus socios
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"Tomadura de pelo", dicen sus aliados

Ir a por lana y salir trasquilado: el plan de regeneración de Sánchez no convence ni a sus socios

Se plantea un debate imposible en una Cámara partida por un muro. PP y Vox le acusan de tapar los problemas judiciales de su mujer mientras crece la desconfianza de sus aliados. El PNV afeó la conducta "ética" de Begoña Gómez

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presenta en el congreso el plan de calidad democrática. (EFE/Zipi Aragón)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presenta en el congreso el plan de calidad democrática. (EFE/Zipi Aragón)
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Pedro Sánchez prometió a finales de abril que marcaría un "punto y aparte" en la legislatura con su famoso "plan de regeneración democrática". Pero el Congreso le respondió ayer con un sonoro punto y seguido, recordándole que no cuenta con apoyos sólidos para sacar adelante tamaña reforma. La falta de concreción en las medidas esbozadas para sanear el debate público y garantizar la "información veraz", según el objetivo declarado por Moncloa, suscitó el reproche unánime de la Cámara. PP y Vox salieron en tromba. Le acusaron de querer controlar a los medios de comunicación críticos para tapar los problemas judiciales de su mujer. O de "comprarlos", con su anuncio de 100 millones en ayudas a la digitalización. Pero el problema de Sánchez no es la oposición, sino sus aliados, que impugnan de salida el sistema político de 1978, niegan que España sea una "democracia plena" y dudan de que el líder del PSOE quiera "regenerar" nada tras haber pactado con el PP el Poder Judicial.

"No tiene credibilidad", repitieron hasta la saciedad los grupos independentistas y Podemos. "Fracasarán", avisó Junts. Desde el bloque de investidura se acusó ayer al presidente de desplegar una gran cortina de humo. "Es una tomadura de pelo", señaló ERC. "¿Qué ha venido a hacer hoy aquí después de tres meses y cinco días de reflexión?", le espetó Gabriel Rufián al comprobar que Sánchez se limitaba a leer los pilares del nuevo reglamento europeo para una mayor transparencia y pluralidad de los medios de comunicación. Y poco más. Porque el presidente ordenó a los grupos que sean ellos los que planteen sus medidas de "regeneración" tras esbozar algunas en abstracto, como revisar el derecho al honor y el derecho a la rectificación, establecer la obligación de hacer debates electorales o cortar la publicidad institucional a los "pseudomedios". Los ministros Félix Bolaños y Ernest Urtasun liderarán las negociaciones con los grupos, que arrancarán la próxima semana.

Aunque el nombre de Begoña Gómez sobrevoló toda la sesión parlamentaria, fue el PNV el único de los socios que se atrevió a afearle la conducta ante la polémica desatada por las actividades profesionales de su mujer. El sopapo llegó sin avisar. "Las leyes no sirven para nada sin ética", advirtió Aitor Esteban en alusión indirecta al caso de Begoña Gómez. "Negar o no abordar el aspecto ético es un error", remachó. Era la primera vez que uno de los aliados parlamentarios del PSOE expresaba el estupor que la mayoría comparte en privado. El mensaje lo reforzó el lehendakari, Imanol Pradales, al asegurar que la "regeneración democrática tiene más que ver con valores éticos que con el control de los medios".

"Señor presidente, le voy a ser muy sincero. A mí lo que me sorprende es que nadie diga que hay cosas simplemente que no se deben hacer. No porque las prohíba la ley, sino que no se deben hacer. Que nadie hable de ética y estética en vez de ordenamiento jurídico", se sinceró el portavoz nacionalista, quien advirtió de los riesgos de plantear límites a la libertad de expresión o estrechar el control sobre los medios. "Hay que hilar muy fino, o es mejor no hilar", concluyó el diputado vasco.

Pero Sánchez no se dio por aludido y le replicó con una gran evasiva: "No sé si ha hecho usted referencia o no sobre el transfuguismo cuando hablaba de la ejemplaridad". En su equipo directo encajaron mal el recado. "No se sabe a qué ha venido eso", comentó un portavoz socialista. Mientras tanto, la noticia de que la Universidad Complutense ha pedido al juez que investigue a Gómez también por "apropiación indebida" corría como la pólvora por el Parlamento, que Sánchez no abandonó en las seis horas y media que duró el pleno, convertido en un pseudodebate de la Nación. "Usted siga pedaleando en la nada", le contestó el líder socialista a Feijóo tras exigirle su dimisión ante las novedades del caso. Gómez está citada a declarar este viernes ante el juez. En el aire quedó la propuesta, rechazada por el PNV, de legislar la figura del consorte del presidente del Gobierno.

El presidente reclamó unidad para "defender la democracia" que se ve "amenazada" por los "bulos" y la "desinformación", que vinculó en exclusiva a la "ultraderecha". Pero los socios le respondieron con frialdad. Le acusaron de haberse movido hasta ahora por puro "electoralismo" y haber protagonizado una "teatralización dramática" al situarse como la víctima de un complot político, judicial y mediático contra su familia para "quebrarle". Los portavoces de Bildu, ERC, Junts y Podemos le volvieron a reprochar que actúe ahora, y no cuando ellos fueron antes víctimas del "espionaje policial", el "lawfare" y de la prensa "corrupta". Todos le afearon su ausencia de compromisos concretos y expusieron sus propias demandas, incompatibles a priori con las posiciones del PSOE. "Lo que usted ha presentado hoy no se acerca al mínimo exigible si de verdad aboga por una regeneración democrática", enjuició Mertxe Aizpurua, periodista de formación.

Foto: Pedro Sánchez en el Congreso. (Europa Press/Eduardo Parra)

"Señor Sánchez, nos venden una película, pero estamos en un nuevo capítulo del Cuéntame que acaban como todos, pactando entre ustedes dos, la derecha española y la izquierda española, el reparto de la cúpula judicial", dijo la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, que volvió a ser una de las más duras. "Pactan con la máquina del fango para que todo siga igual. ¿Piensa derogar la Audiencia Nacional? ¿Piensa ordenar una querella contra los golpistas del Supremo? ¿Tendrán el coraje de enfrentarse a los Tejero y los Armada del siglo XXI?", inquirió. "El pus sale por todos los poros y si no hay una ruptura clara la regeneración que proclaman es papel mojado porque, aunque tuvieran la intención honesta de liderarla, no tiene el coraje suficiente para llevarla a cabo y liderar la ruptura necesaria con las amarras que ligan los poderes básicos del Estado con el franquismo", concluyó la portavoz de Carles Puigdemont en el Congreso, quien acusó al PSOE de ser "corresponsable del carcoma que ha podrido la democracia española por dentro".

La exministra y portavoz de Podemos, Ione Belarra, aseguró que la confianza está quebrada tras haber pactado el CGPJ con el PP. "Han herido de muerte la legislatura progresista", dijo, al tiempo que le animó a tomar medidas duras contra "los sicarios mediáticos", que en realidad son los "poderosos" propietarios de los grandes grupos de comunicación. También le afeó que conceda entrevistas a "periodistas corruptos" de la televisión privada.

El PSOE niega que se haya pactado despenalizar las injurias a la Corona ni derogar la ley mordaza, como dice Sumar. Bolaños y Urtasun hablarán con los grupos

Fuentes del Gobierno precisaron al terminar el pleno que los cambios sugeridos por el presidente, y las aportaciones que hagan los grupos, exigirán reformas legales que llegarán a la Cámara como proposiciones de ley singulares, y no como un plan global, una vez tengan los apoyos necesarios para cada medida. Moncloa insiste en que buscarán el acuerdo del PP en las cuestiones fundamentales, empezando por las medidas recogidas en el reglamento europeo, que según reiteró Sánchez tiene la bendición del grupo popular europeo. Las continuas apelaciones a esos pactos con el PP enojaron a sus socios.

No está nada claro cuál será el alcance de la reforma del Código Penal y los delitos relacionados con la libertad de expresión: entre ellos las injurias a la Corona o el enaltecimiento del terrorismo. Los socialistas niegan que hayan pactado su derogación, como defiende Sumar. "Estamos hablando de revisar", detallan fuentes socialistas. "No derogar", añadieron. Tampoco está en los planes del Ejecutivo "derogar" la llamada ley mordaza, aunque se seguirá negociando con ERC y Bildu tras fracasar la pasada legislatura. En el aire han quedado igualmente medidas sobre el ámbito de la justicia.

Mientras tanto, en el Senado salió adelante la comisión de investigación sobre la gestión del CIS de José Félix Tezanos, que impulsó el PP con el apoyo de Junts y de Vox y la abstención elocuente de ERC, Bildu y el BNG.

Pedro Sánchez prometió a finales de abril que marcaría un "punto y aparte" en la legislatura con su famoso "plan de regeneración democrática". Pero el Congreso le respondió ayer con un sonoro punto y seguido, recordándole que no cuenta con apoyos sólidos para sacar adelante tamaña reforma. La falta de concreción en las medidas esbozadas para sanear el debate público y garantizar la "información veraz", según el objetivo declarado por Moncloa, suscitó el reproche unánime de la Cámara. PP y Vox salieron en tromba. Le acusaron de querer controlar a los medios de comunicación críticos para tapar los problemas judiciales de su mujer. O de "comprarlos", con su anuncio de 100 millones en ayudas a la digitalización. Pero el problema de Sánchez no es la oposición, sino sus aliados, que impugnan de salida el sistema político de 1978, niegan que España sea una "democracia plena" y dudan de que el líder del PSOE quiera "regenerar" nada tras haber pactado con el PP el Poder Judicial.

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