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La defensa ciega del PSOE sobre Begoña Gómez genera las primeras dudas internas
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La defensa ciega del PSOE sobre Begoña Gómez genera las primeras dudas internas

Ferraz normalizó el lunes las supuestas reuniones de Sánchez y su mujer con Barrabés, y tardó horas en aclarar con el abogado que el presidente solo fue a saludar. Se cuestiona la implicación del partido sin tener información

Foto: Pedro Sánchez, Begoña Gómez y Maria Jesús Montero, en un acto del PSOE. (EP)
Pedro Sánchez, Begoña Gómez y Maria Jesús Montero, en un acto del PSOE. (EP)
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Oficialmente, todo responde a una cacería de la derecha y su "máquina del fango" para tratar de "quebrar" al presidente del Gobierno y a su mujer, cuyas actividades profesionales desde que es 'primera dama' no serían merecedoras de reproche ninguno. La defensa de Moncloa y Ferraz sobre la pareja presidencial es total. Hay fe ciega en que la investigación solo puede acabar en archivo o cierre. Si no es por el juez Peinado, al que se acusa de liderar una "persecución inhumana y cruel", en palabras del responsable de Justicia, Félix Bolaños, lo será por "una instancia judicial superior", como sugiere el ministro Óscar Puente, "abogado en ejercicio", como él mismo se define. El cierre de filas está garantizado también en niveles intermedios del PSOE. No se escucha una sola voz en público que exprese mínima duda, ni siquiera desde los territorios 'díscolos'. En privado, toda la crítica se reduce a la "torpeza política" del matrimonio por no haber diferenciado mejor el ámbito político de él y el profesional de ella. Y se acabó.

Pero las semanas pasan y las novedades judiciales y periodísticas del 'caso Begoña Gómez' sepultan la agenda del PSOE. El hartazgo por tener que responder cada día a las preguntas de los medios es cada día más visible. Los portavoces socialistas se ven obligados a reaccionar sin tener la información precisa ni siquiera de lo que ocurre en los juzgados. Esta circunstancia ha provocado que internamente se cuestione que el partido asuma todo el peso comunicativo frente al abogado de Gómez, el exministro Antonio Camacho, que el viernes sí compareció ante los medios para justificar que su cliente renunciara a declarar ante el juez. Casi al mismo tiempo, varios ministros salían en tromba para apuntalar la idea de que Gómez está sometida a una "persecución" por ser esposa del presidente.

El malestar por esta descoordinación se hizo patente el lunes, cuando trascendió que el empresario Juan Carlos Barrabés había acudido a Moncloa de manera reiterada, según él mismo declaró ante el juez, que lo imputó el viernes. La portavoz federal, Esther Peña, normalizó ante la prensa las reuniones entre Gómez, Barrabés y Sánchez en Moncloa, según la versión que trascendió del juzgado por parte de las acusaciones. Ferraz tardó varias horas en aclarar con el abogado defensor que no hubo una triangulación, sino más bien un saludo protocolario del presidente mientras el empresario y Gómez estaban reunidos en la residencia oficial. Aparte, se reconoce otra reunión de Sánchez con Barrabés a solas, dentro de una ronda con expertos en innovación.

Ningún socialista duda del líder y tampoco se atreven a censurarle que actúe por libre, como se vio en sus cinco días de reflexión en los que sometió al partido a un drama sin precedentes. Pero sí empieza a cundir la certeza de que el mantra de "no hay nada" no es suficiente y que será necesario elevar el nivel de respuesta. "Es normal que la gente se pierda, hay demasiado ruido y demasiado ánimo de enfangar", señala una fuente socialista del Congreso sin abandonar el argumentario oficial. "Hay que pasar al ataque", opina otro cargo anticipando la campaña que lanzó Ferraz el viernes contra el PP y el calendario judicial que afrontan, con varios exministros como Rato y Zaplana sentados en el banquillo.

Foto: Alberto Núñez Feijóo junto a Pedro Rollán. (EFE/Mariscal)

Sin embargo, esta semana han aflorado las primeras fisuras con los socios, y eso preocupa bastante más. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, fue el primero en señalar en público que la actuación de la mujer del presidente sí merece un reproche ético. Se lo dijo a la cara al presidente el miércoles en el pleno sobre "regeneración democrática" y se lo repitió el jueves a través de las ondas de RNE. El mensaje es que Sánchez debe, como mínimo, ofrecer explicaciones públicas. "No se sabe a qué ha venido", replicaron en el PSOE mientras Sánchez no se dio por aludido en su réplica. En el PSE devuelven el dardo al PNV: "De eso —¿tráfico de influencias?— ellos saben más".

Pero en privado, las críticas son cada vez más constantes y mucho más crudas. Eso de que Gómez recibiera a empresarios en Moncloa "no tiene un pase", comentaron el martes fuentes de una formación socia del Gobierno, en un anticipo de lo que ocurriría en el Congreso "Es un error de principiante o de sobrado", fue la conclusión. Como ha venido publicando este periódico, los aliados parlamentarios acusan al presidente de haber emprendido una huida hacia delante, con un claro ánimo "electoralista", al colocarse como víctima de la "ultraderecha" para desestabilizar al Gobierno. El punto de inflexión, en términos de confianza hacia él, fue la publicación de su famosa carta de finales de abril y su promesa de "regeneración" frente a la "máquina del fango" de "las derechas". La mayoría de los portavoces parlamentarios le acusaron el miércoles de no tener "credibilidad" y de haber extendido una gran cortina de humo con un "plan de regeneración".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presenta en el congreso el plan de calidad democrática. (EFE/Zipi Aragón)

"Estamos bastante hartos", admite un dirigente socialista que responsabiliza al PP de ejercer una "oposición basura" contra el Gobierno. "No hay nada, no tengo ninguna duda", afirma esta fuente haciéndose eco del mantra que repiten desde la dirección federal. Aunque al mismo tiempo concede que el cerrojo informativo no ayuda. "Es normal que la gente se confunda. Todo se mete en una gran batidora mediática", apunta sin responder claramente a si Sánchez debe hacer un mayor esfuerzo de transparencia. En el partido tampoco se da importancia a que la denuncia no provenga ya solo de acusaciones "ultraderechistas" como Manos Limpias o Vox, sino que haya irrumpido la Universidad Complutense al acusar falta de colaboración de Begoña Gómez ante una presunta "apropiación indebida" del desarrollo informático que utilizó para el máster y luego registró a su nombre.

Este lunes el Gobierno arranca su ronda de reuniones con los grupos parlamentarios para llenar de contenido el "plan de regeneración" formulado por Sánchez. Fuentes socialistas señalan que plantear que se regule la figura del consorte es tanto como asumir que Gómez "no habría hecho algo bien", de modo que se descarta que el Gobierno lo aborde. Tampoco los socios parecen interesados en esta cuestión. En el PNV creen que basta con tener "sentido común" sobre lo que el cónyuge puede o no hacer y el resto no lo tiene entre sus prioridades.

El PP también ha frenado en seco la exigencia de regular el estatus del cónyuge del presidente del Gobierno, que según comentó Alberto Núñez Feijóo en su entrevista con este periódico hace tres semanas no sería necesario, porque es una cuestión más de "sentido común" que de endurecer la legislación penal. "Qué más quisiera el Gobierno que le regalásemos el marco. Aquí no hay un problema de vacío legal, o de que no sabían que no se podía hacer… No. Aquí todo el mundo sabe qué es un delito de tráfico de influencias, de cohecho o de apropiación indebida", explicitan en Génova. "Si hasta Aitor Esteban se lo dice a la cara, por algo será", concluye este portavoz popular.

Oficialmente, todo responde a una cacería de la derecha y su "máquina del fango" para tratar de "quebrar" al presidente del Gobierno y a su mujer, cuyas actividades profesionales desde que es 'primera dama' no serían merecedoras de reproche ninguno. La defensa de Moncloa y Ferraz sobre la pareja presidencial es total. Hay fe ciega en que la investigación solo puede acabar en archivo o cierre. Si no es por el juez Peinado, al que se acusa de liderar una "persecución inhumana y cruel", en palabras del responsable de Justicia, Félix Bolaños, lo será por "una instancia judicial superior", como sugiere el ministro Óscar Puente, "abogado en ejercicio", como él mismo se define. El cierre de filas está garantizado también en niveles intermedios del PSOE. No se escucha una sola voz en público que exprese mínima duda, ni siquiera desde los territorios 'díscolos'. En privado, toda la crítica se reduce a la "torpeza política" del matrimonio por no haber diferenciado mejor el ámbito político de él y el profesional de ella. Y se acabó.

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