Junts asesta un duro golpe a Sánchez antes de verse con ERC: frenazo a los Presupuestos

Carles Puigdemont envió este martes un serio aviso al Gobierno en el Congreso recordándole que la legislatura depende en buena parte de él. Horas antes de que Pedro Sánchez se traslade este miércoles a Barcelona para dar un impulso a la negociación del PSC con ERC para la investidura de Salvador Illa en Cataluña, Junts ha tumbado los objetivos de estabilidad presupuestaria propuestos por Hacienda, lo que frena en seco la tramitación del proyecto de Presupuestos Generales para 2025 y pone al límite la legislatura. Justo cuando se cumple un año de las elecciones generales, el Gobierno sufre una severa derrota, que en realidad es doble. La propuesta de reforma de la ley de Extranjería, impulsada por el PSOE y Sumar de la mano del Gobierno canario, tampoco salió adelante.

El portavoz adjunto de Junts en el Congreso, Josep Maria Cruset, justificó su decisión en la deficiente ejecución de las inversiones presupuestarias previstas para 2023, así como en años anteriores. "En Cataluña se ha ejecutado nada más que un 45% del gasto presupuestario. Es el porcentaje de ejecución más bajo de todo el Estado siendo la tercera comunidad que más recursos aporta al Estado", señaló en una declaración urgente en el patio del Congreso, mientras dentro se celebraba el debate sobre los objetivos de déficit para el próximo año, que en realidad Junts ya aprobó hace unos meses, aunque el Gobierno se vio obligado a volverlos a presentar por el veto del PP en el Senado.

Los socialistas habían trasmitido nerviosismo durante todo el día, conscientes de que Junts amenazaba con truncar su objetivo de irse a las vacaciones del verano con el trámite de los Presupuestos encarrilado. "Tienen motivos", apuntaron a El Confidencial fuentes de la dirección del partido en Barcelona minutos antes de confirmar en Madrid su decisión. "Los datos hacen imposible justificar un voto en contra de la senda de estabilidad", reprochó María Jesús Montero. La ministra de Hacienda enfatizó que será el Estado el que asuma el grueso de la corrección del déficit de aquí a 2027, pero no logró convencer a Junts, que le exigió al Ejecutivo elevar en una décima más el margen de gasto de las comunidades.

Puigdemont demuestra con este duro revés que juega fuerte por su futuro político. El expresidente sigue de cerca las negociaciones de los socialistas con ERC. Y quiere apurar todas las opciones para evitar la investidura de Illa y repetir elecciones en Cataluña. La partida catalana pasa por Madrid, aunque Cruset haya tratado de desligarlo. "En absoluto", ha contestado a la pregunta de si habría influido la reunión del presidente del Gobierno mañana con Aragonès, en la que se formalizará el traspaso del Impuesto Mínimo Vital (IMV) y en la que ERC espera poder anunciar alguna otra cesión ya comprometida en la investidura de Sánchez.

TE PUEDE INTERESAR

PP y Junts cumplen su amenaza y tumban la reforma de la ley de extranjería

Ana Belén Ramos Itziar Reyero

"No. Lo que hemos hecho lo que hemos dicho desde el inicio de legislatura es que no se puede contar con los votos de Junts a cambio de nada", ha aseverado el diputado de Junts, quien ha reclamado al Gobierno que "corrija el déficit" en la ejecución presupuestaria con Cataluña si quiere contar con sus votos para aprobar las cuentas del próximo ejercicio. "Si hace lo mismo, tendrá el mismo resultado", ha avisado.

El PP subrayó el sometimiento del Gobierno a Junts en el debate sobre el decreto anticrisis, que también se vota este martes, y para el que Sánchez sí ha logrado atar los apoyos suficientes. "Que tengan que agachar la cabeza ante sus socios separatistas ... es un sancarmo. Nos traen un decreto ley que más que para paliar las consecuencias de la guerra, es para paliar las consecuencias de su propia incapacidad", reseñó el portavoz del PP aludiendo a que Moncloa incluyó de rondón la eliminación del artículo 43 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para ofrecer más garantías sobre la aplicación de la amnistía, que en realidad sigue dependiendo en último término de los jueces.