Feijóo renuncia a ser el 'comodín' de Sánchez y agudiza su debilidad: "La mayoría progresista no existe"

El Gobierno experimentó este martes otra intensa derrota parlamentaria. Aún más dolorosa si se tiene en cuenta que el macropleno coincidía con el aniversario de las generales del 23-J, en las que Sánchez impuso la aritmética a la victoria de Alberto Núñez Feijóo para volver a conquistar la Moncloa. La frágil mayoría parlamentaria sobre la que se sustenta el Gobierno vuelve a tambalearse sin remedio. Y el PP se hace fuerte en el mensaje meridiano que trasladó su líder desde la tribuna de oradores hace nueve meses, durante la investidura de Sánchez: "Cuando el independentismo le falle, cuando hasta a usted le supere la legislatura, que ocurrirá, no me busque".

En la sede de Génova reverbera aquella afirmación cada vez que se acerca una votación complicada para el Gobierno por el cerrojazo de sus socios. Efectivamente, el Gobierno ha buscado al PP en más de una ocasión para que le ayude "por sentido de Estado" cuando cortocircuita alguna negociación con sus aliados habituales. Lo hizo con la fallida ley del proxenetismo, con la reforma de la Ley del Suelo y, ahora, con la modificación de la Ley de Extranjería. En todos esos casos, la respuesta del PP ha sido la misma. "No estamos aquí para salvarles".

El presidente del Gobierno situó el macropleno de este martes como una oportunidad de cerrar el curso político con un par de victorias contundentes que pusieran fin a su barbecho legislativo. Entre otros puntos, el pleno debatía varias cuestiones de calado: la reforma de la Ley de Extranjería para solucionar el colapso migratorio de Canarias; la aprobación de la senda de déficit como paso previo a los Presupuestos; o el nuevo decreto anticrisis, que incluía una disposición para eliminar los obstáculos a la aplicación de la ley de amnistía. Sólo la última recibió luz verde. Y Sánchez sale, de nuevo, muy debilitado.

En el PP aún escuece el resultado pírrico del 23-J y que el PSOE les arrebatase la Moncloa por una aritmética cada vez más intrincada. Y engrasa ahora su rol de partido de la oposición agudizando, siempre que tiene ocasión, la fragilidad parlamentaria del presidente del Gobierno. "Hoy se ha demostrado que la mayoría progresista no existe", celebraban en la sede nacional del partido. Aunque otros socios ya le han puesto palos en las ruedas, Junts demuestra día a día que la legislatura pasa inevitablemente por ellos.

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Los neoconvergentes asestaron este martes un duro revés a Sánchez tumbando la senda de déficit, lo que frena la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, un trámite básico para dotar de estabilidad a la legislatura. En el Ejecutivo no se esperaban el cambio de rasante de los independentistas. Prueba de ello es que habían hecho coincidir en el mismo pleno la propuesta para arrebatar al Senado la prerrogativa de frenar el techo de gasto, que el Gobierno ha colado vía enmienda a la Ley de Paridad.

Pero ahora, por culpa de Junts, no hay marco presupuestario y tendrá que presentar unos nuevos objetivos de déficit del gusto de los independentistas. El aviso a navegantes se produjo sólo unas horas antes de que Sánchez se dé cita con Aragonès en Cataluña. Los de Puigdemont demostraron que pese a estar apartados de las negociaciones de investidura en Cataluña, siguen siendo un actor absolutamente esencial para la gobernabilidad en España.

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"Esta legislatura era un error histórico desde el principio", subrayó la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, al término de un largo debate que alcanzó la 12 horas, sin interrupción. El Gobierno buscó, sin éxito, la ayuda del PP para sacar adelante la reforma de la Ley de Extranjería, que contemplaba forzar a las comunidades autónomas a acoger obligatoriamente a menores migrantes para aliviar la situación en la frontera sur. Desde un punto de vista político, salvar la admisión a trámite de la ley hubiese suavizado el martes negro que Sánchez —ausente durante todo el pleno—. Pero Feijóo no se arrugó y mantuvo su 'no' hasta el final.

El PP se queja de que el Ejecutivo nunca aceptó los cuatro requisitos indispensables para facilitar la admisión a trámite de la reforma, que Tellado dejó por escrito en un whatsapp a primera hora de la mañana al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres: la convocatoria urgente de una Conferencia de Presidentes; el establecimiento de un mecanismo para que el Estado asuma el "sobreesfuerzo" de las regiones colapsadas por la acogida migratoria; la creación de un fondo de contingencia para garantizar la tutela de los menores hasta la mayoría de edad; y la declaración de la situación de emergencia migratoria nacional.

"Si el Gobierno está contra las cuerdas, que no nos busquen. Sus socios son otros", incidían distintos portavoces populares en los pasillos del Congreso, que se sacudían de responsabilidad a su partido por la caída de la norma y la ausencia de un 'plan B' para atender a estos menores.

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Así las cosas, el PP pone coto a la búsqueda de grandes pactos con el PSOE a la espera de que la legislatura, como advirtió Feijóo hace meses, termine "superando" a Sánchez por la imposibilidad de sacar adelante su propia agenda legislativa. La única gran excepción ha sido el pacto para acuerdo para renovar el CGPJ, que en Génova defienden a capa y espada. "Es compatible decir que Sánchez es indigno para su cargo con asegurar que, a partir de ahora, el sistema judicial sea mejor en nuestro país", justifican.

Génova aleja un adelanto electoral

En público, Feijóo insiste en exigir la dimisión de Sánchez, no sólo por su debilidad parlamentaria, sino también por el cerco judicial contra su esposa que ya le alcanza después de que el juez Peinado le citase como testigo en la causa. Este mismo martes, Gamarra pedía al presidente del Gobierno una "reflexión" para dotar de "estabilidad" al país, deslizando de nuevo la petición de que cese en sus funciones. Pero, en privado, el PP maneja una tesis más pesimista para sus intereses: las opciones de un adelanto electoral son, hoy por hoy, nulas.

La tónica general en el PP es que Sánchez resistirá y se "aferrará al cargo" cueste lo que cueste. No se la juegan a apostar si el líder socialista agotará por completo la legislatura, pero no manejan un escenario de elecciones en el corto plazo, sobre todo si consigue encarrilar la investidura de Salvador Illa en Cataluña. Reconocen, no obstante, que Sánchez "se la juega" con la tramitación de los Presupuestos, y el frenazo de Junts a la senda de déficit trunca inevitablemente sus planes. "Esto le ha dejado muy tocado", analizan.

Lo que Feijóo sigue sin descartar es presentar una moción de censura, aunque "hoy por hoy" no cuenta con los apoyos para llevarla a cabo y no tomará riesgos. "Eso no quiere decir", dijo el propio líder del PP en una entrevista con El Confidencial, "que ante este colapso en el que llevamos algunos meses, en el caso de que volvamos a no tener Presupuestos en 2025 o no haya legislación ni reformas estructurales", apriete el botón nuclear. "Tomaré la decisión que corresponda en el contexto adecuado", afimó.