¿Cuánto cobra al mes un preso por estar en la cárcel en España?

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Los reclusos en el sistema penitenciario español tienen la posibilidad de obtener una remuneración a través de trabajos realizados dentro de la cárcel. Este sistema, además de proporcionar una compensación económica, permite a los internos adquirir habilidades y experiencia laboral que les serán de gran utilidad tras recuperar su libertad. Es importante señalar que el sistema penitenciario en Cataluña y el País Vasco funciona de manera independiente, con su propia normativa y administración.

Trabajar en prisión es una actividad muy valorada durante las evaluaciones para obtener la libertad condicional, además de ayudar a los reclusos a mantener una ocupación productiva. De acuerdo con datos de junio de 2024 proporcionados por Instituciones Penitenciarias, de los 55.000 internos en las cárceles españolas, 11.375 estaban empleados en diversas actividades dentro de la prisión, lo que representa aproximadamente un 20% del total de la población reclusa.

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Según datos de Europa Press, en 2019 un 24% de los reclusos estaba empleado en alguna labor dentro de la cárcel, un 4% más que en 2024. La comunidad autónoma con mayor tasa de empleabilidad entre los presos era Castilla-La Mancha, con un 42% del total de los presos trabajando en el centro penitenciario, seguida de Aragón y Castilla-León, con un 32% cada una.

Tipos de trabajos y retribución

Los presos pueden optar por trabajos en talleres de servicios o de producción propia, como lavanderías y panaderías, así como en empresas externas que colaboran con el Organismo Autónomo de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (OATPFE). Los puestos de empleo más habituales entre los reclusos son los de lavandero, panadero, cocinero, operario en un taller y limpiador.

La remuneración que reciben varía entre 3,24 y 5,68 euros por hora, lo que se traduce en aproximadamente 200 a 300 euros al mes. A pesar de ser una cantidad significativamente inferior al salario mínimo interprofesional (SMI), la demanda de estos puestos de trabajo es alta. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha destacado que hay más presos interesados en trabajar que ofertas disponibles.

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El trabajo en prisión también ha sido objeto de controversia debido a las denuncias en las que se indica que grandes empresas se benefician de esta mano de obra barata sin las obligaciones de cotización a la Seguridad Social que rigen para los trabajadores en libertad. A pesar de estas críticas, las instituciones penitenciarias defienden el programa como una herramienta vital para la reinserción social de los presos.

Beneficios y desafíos del trabajo en prisión

Aparte de los beneficios económicos y formativos, el trabajo en prisión contribuye a la salud mental y emocional de los internos al proporcionarles una rutina y reducir el ocio pasivo. No obstante, los reclusos que trabajan no siempre cotizan a la Seguridad Social, lo que limita sus derechos laborales y su futura pensión. Esta situación genera un debate sobre la necesidad de reformar las políticas laborales dentro de las prisiones para garantizar una mayor justicia y equidad.