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El Partido Popular pide "ignorar" a Vox para no cegar futuros acuerdos: "Habrá que dialogar"
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TRAS LA RUPTURA EN LAS CCAA

El Partido Popular pide "ignorar" a Vox para no cegar futuros acuerdos: "Habrá que dialogar"

Los populares ven un "error" caer en las "provocaciones" de Abascal y llaman a evitar las "faltas de respeto" para no truncar posibles entendimientos ni "ahuyentar" a los votantes de Vox que el PP aspira absorber

Foto: Núñez Feijóo y Abascal en el Congreso. (Europa Press/Eduardo Parra)
Núñez Feijóo y Abascal en el Congreso. (Europa Press/Eduardo Parra)
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El PP respira más que tranquilo tras la ruptura con Vox. En el corto plazo, el único riesgo es la posible inestabilidad en cinco de sus ejecutivos autonómicos, que a partir de ahora gobiernan en minoría. A nivel nacional, en el partido se entiende que el pulso con Abascal refuerza a Feijóo, le devuelve la autonomía para abrirse a otros pactos y, además, anula el intento de asimilación del PP a la "ultraderecha" por parte de Sánchez. A priori, todo ventajas. Pero eso no implica que haya que hurgar más en esa herida. "Hay que dejar que se cuezan en su propia salsa", opina un dirigente nacional.

En la sede de Génova, de hecho, piden "ignorar" a Vox y evitar entrar "en el cuerpo a cuerpo" con Abascal. Por varios motivos. El primero que observaban en la cúpula nacional era evitar a toda costa darles más "protagonismo" tras haber perdido su altavoz en las vicepresidencias autonómicas. "No podemos perder el tiempo", inciden en el entorno del líder popular. "El problema de Feijóo no es Abascal, sino Sánchez. El de Abascal sólo es Feijóo", añaden.

El ejemplo más claro se produjo en la comparecencia extraordinaria de Sánchez el pasado 17 de julio. Era la primera vez que Feijóo y Abascal se veían las caras tras materializarse su ruptura. El líder de Vox utilizó parte de su tiempo en la tribuna de oradores para arremeter contra su homólogo del PP, pero éste no le devolvió el favor. "Señor Abascal, yo he venido a hacerle oposición a Sánchez, no a usted", zanjó. Ni una alusión más. Y en el partido aplaudieron ese gesto. Voces nacionales y territoriales del PP ven un "error" caer en las "provocaciones" del presidente de Vox y piden no ahondar en el enfrentamiento personalista entre ambos líderes.

Dirigentes de Génova aconsejan, además, no entrar en el trazo grueso contra Abascal para impedir que la ruptura de puentes sea total. Quiera o no Feijóo, el PP seguirá necesitando los votos de Vox para llegar a la Moncloa cuando vuelvan a abrirse las urnas. Las opciones de una mayoría absoluta siguen siendo vagas en el contexto político actual. El PP ha ganado fuelle en los últimos sondeos nacionales, pero toda suma alternativa a Sánchez sigue pasando por los de Santiago Abascal.

Foto: Santiago Abascal. (Guillermo Gutiérrez Carrascal)

La inestabilidad por la que atraviesa la legislatura por la debilidad parlamentaria de Sánchez y el convulso momento que vive a nivel personal pone en "alerta" al PP. El propio Feijóo llamó a los suyos a estar "preparados" ante la posibilidad de que la legislatura "colapse" antes o después. Y aunque se descarte un adelanto electoral en el corto plazo, en la dirección defienden la necesidad de no cerrarse puertas de cara a futuros entendimientos.

Pero la situación más urgente está en el ámbito territorial. Los presidentes de Aragón, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Baleares y Extremadura necesitan explorar nuevas alianzas para evitar que un bloqueo en su agenda legislativa termine en elecciones precipitadas. "Las urnas las carga el diablo", se conjura uno de estos barones.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

Todos los presidentes autonómicos se abren a buscar pactos con el PSOE, pero en el fondo siguen viendo a Vox como opción prioritaria. "Habrá que dialogar. Si quieren bloquear los gobiernos del cambio, volverán a equivocarse. Saben que una parte importante de sus votantes no comparten el objetivo de convertir en ingobernables los ejecutivos del PP", reflexiona otro presidente.

El hilo de comunicación entre PP y Vox continúa abierto a nivel autonómico. En general, las relaciones entre ambos partidos en los territorios siempre ha sido mejor que la que esgrimían Feijóo y Abascal a nivel nacional. El problema, dicen los presidentes populares, es "cuando las órdenes llegan desde Madrid", en alusión a la mano de hierro que ejerce la cúpula de Vox sobre sus satélites territoriales. De hecho, la decisión unilateral de Abascal de romper alianzas con el PP por la acogida de unas decenas de menores migrantes disgustó a buena parte de sus vicepresidentes y consejeros. Muchos de ellos no compartían la decisión, aunque accedieron. Y otros buscaron hueco en el PP.

El análisis de la ruptura con Vox fue uno de los temas que se puso encima de la mesa durante una comida que Feijóo compartió con sus barones el pasado lunes en un conocido restaurante de la capital. Y la "conclusión", según fuentes presentes en el encuentro, fue precisamente la necesidad de obviar las "faltas de respeto" pese a las "bravuconadas" de Santiago Abascal, también por la aspiración de Feijóo de absorber masa electoral del partido situado a su derecha. "No podemos ahuyentar a ese votante insultando a su líder", enfatizan estas voces.

El PP respira más que tranquilo tras la ruptura con Vox. En el corto plazo, el único riesgo es la posible inestabilidad en cinco de sus ejecutivos autonómicos, que a partir de ahora gobiernan en minoría. A nivel nacional, en el partido se entiende que el pulso con Abascal refuerza a Feijóo, le devuelve la autonomía para abrirse a otros pactos y, además, anula el intento de asimilación del PP a la "ultraderecha" por parte de Sánchez. A priori, todo ventajas. Pero eso no implica que haya que hurgar más en esa herida. "Hay que dejar que se cuezan en su propia salsa", opina un dirigente nacional.

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