Sánchez y el PSOE se aferran a los recursos para intentar evitar una declaración histórica

La histórica declaración presencial de Pedro Sánchez como testigo en el marco de la instrucción sobre las actividades profesionales de su mujer deja al presidente del Gobierno pocas posibilidades de enrocarse en su pretensión de practicar esta diligencia por escrito en lugar de responder a las preguntas del juez en su despacho de Moncloa. En las últimas horas, el único asidero que ha encontrado ha adoptado la forma del recurso. Tanto la Fiscalía como la defensa de Begoña Gómez han presentado en los últimos días -incluso horas- alegaciones en contra de la decisión de Juan Carlos Peinado. La falta de respuesta a esos argumentos puede convertirse en la puerta que tome Sánchez para declinar contestar a las preguntas del magistrado, aseguran distintas fuentes jurídicas consultadas.

La testifical debe celebrarse a las once de la mañana en presencia de la abogada de Vox, Marta Castro, que representará a todas las acusaciones personadas en el procedimiento. Sánchez debe elegir entre dos caminos. O bien plegarse sin más protestas a la pretensión del juez, o bien agarrarse a la previsión de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que protege las declaraciones de testigos sobre sus cónyuges y abre así la vía a que no responda. Sin embargo, el artículo en cuestión tiene una pega. Su uso puede interpretarse como un deseo de no realizar afirmaciones que perjudiquen a su esposa. Con ello, el presidente se arriesga a propagar un poso de culpabilidad poco deseable para su defensa.

Sin embargo, la falta de respuesta a los distintos recursos presentados ofrece una salida que no implica una lectura que aliente sospechas. Según las fuentes consultadas, el presidente puede esgrimir que prefiere no declarar como marido de Begoña Gómez mientras no se dé resolución a los distintos escritos presentados. En las horas previas a la cita, la Fiscalía, sin ir más lejos, quiso dejar de nuevo patente su oposición. Aseguró en un escrito que pese a ser consciente de que su protesta tendrá "escasa incidencia" por los tiempos, su posición es "de rotunda discrepancia". Quiso, dijo, "alejar cualquier percepción de aquietamiento" a la determinación del juez.

La manzana de la discordia entre imputada e instructor se centra en la condición en la que Sánchez debe prestar esa declaración. Peinado asegura que quiere escuchar su versión como marido de la afectada, lo que impide el privilegio de ahorrarse responder en persona a las cuestiones que plantee el magistrado, las acusaciones y el Ministerio Público. Sánchez no está de acuerdo y, como dejó patente en una carta remitida al Juzgado hace unos días, cree que su condición de presidente no es de "quita y pon" y no puede, por ello, aparcarla en este trance. Como miembro del Gobierno, la ley le permite recibir las preguntas y contestarlas por escrito si la declaración es sobre cuestiones relativas a su cargo.

La dualidad endiablada

En los recursos se ha puesto el acento en esa dualidad endiablada. El fiscal incluso señaló en su primer recurso que la decisión de Peinado va en contra de la igualdad ante la ley. Esgrimió que "no puede hacer de peor condición a quien ejerce un cargo público relevante (ni a su esposa)" y que no debe verse abocado a un tratamiento "más gravoso que el resto de ciudadanos". De momento, la avalancha de recursos ha quedado sin respuesta. El propio Ministerio Público se ha quejado de ese silencio y de la falta de información sobre si se han admitido o si se prevé dar traslado a las partes para que se posicionen al respecto.

La defensa de Begoña Gómez se mostró, por su parte, aún más crítica. Aseguró que la decisión carece del más mínimo fundamento y adoptó la forma de una providencia carente de detalle alguno al respecto. "No existe el más mínimo indicio que lo justifique", decía para insinuar a continuación que la determinación solo responde "a la voluntad libérrima del magistrado instructor". Pese a todo, Sánchez anticipaba en su carta que tiene voluntad de "colaborar" con la Justicia e insistía, eso sí, en el formato escrito y en su deber "de preservar el sentido propio de la institución" que le faculta a ello.

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Durante unas declaraciones prestadas en las horas previas a la cita por la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, a la Sexta, la ministra insistió en la falta de respuesta a los recursos antes del inicio de las diligencias. "Que yo sepa, no se han contestado", indicó para incidir también ella en que se debe permitir a Sánchez responder por escrito, ya que "así lo marca claramente la ley". "Es presidente durante las 24 horas del día y los siete días de la semana", defendió. Subrayando la necesidad de esperar a que se resuelvan los argumentos en contra de la Fiscalía y la propia Gómez.

La única pista ofrecida por el Juzgado se dio el pasado viernes en una providencia firmada por el sustituto de Peinado en su ausencia. "Si el testigo cree que puede colaborar eficazmente con la Administración de Justicia, tal y como manifiesta en su escrito, participando al instructor hechos relevantes de los que ha tenido conocimiento por razón de su cargo, lo ponga de relieve en dicha declaración a fin de que se realice una nueva concerniente a esos hechos y esta vez por escrito". Dos declaraciones por el precio de una.