Zapatero en Venezuela: 'lobista' de Maduro y puente de Sánchez para Latinoamérica y China

Hace casi exactamente un año, el 25 de julio de 2023, el Grupo de Puebla -la plataforma para la coordinación de las políticas izquierdistas latinoamericanas- emitía un comunicado en el que felicitaba directa y especialmente al expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero por "frenar el avance de la ultraderecha" en las elecciones generales del 23-J que, tras una movilización de última hora de la izquierda, permitieron a Pedro Sánchez reeditar su coalición de Gobierno.

“El Grupo de Puebla saluda a todo el pueblo español, por la jornada electoral de este domingo 23 de julio (…) Los discursos de odio de Vox y el Foro de Madrid han sido derrotados (…) Este ha sido un triunfo de la política social del Gobierno y del pluralismo político desarrollado por el presidente Pedro Sánchez a quien saludamos, (…) y en particular queremos felicitar a nuestro compañero y fundador del Grupo de Puebla, presidente José Luis Rodríguez Zapatero, por todo el esfuerzo desplegado en la campaña electoral, que en cada mitin a lo largo de España, llamó siempre a la unidad para frenar el avance de la ultraderecha”, decía el comunicado, que concluía: “Con más fuerza, el Grupo de Puebla se suma al grito que hoy las y los españoles han hecho mayoría: No pasarán”.

El idilio entre el expresidente del Gobierno español y el Grupo de Puebla viene desde su fundación en julio de 2019 y supone una pieza clave en la penetración de Zapatero desde México a Argentina, pasando, cómo no, por Venezuela. En marzo de 2023, Zapatero acudió en Buenos Aires a la presentación del libro Objetivo: Cristina. El lawfare contra la democracia argentina. Allí, en presencia del otro gran protagonista español del Grupo de Puebla, el exjuez Baltasar Garzón, marido de la exfiscal general de Pedro Sánchez, Dolores Delgado, aplaudía un libro que anticipaba lo que iba a suceder meses después en España con la ley de amnistía.

“Altos cargos catalanes fueron perseguidos de manera abiertamente abusiva por tribunales con un marcado sesgo conservador, activados a menudo por organizaciones de ultraderecha”. Gerardo Pisarello, hoy secretario primero de la Mesa del Congreso de los Diputados por Sumar, escribía esto en el libro patrocinado por el Grupo de Puebla en solidaridad con Cristina Fernández de Kirchner, condenada por un fraude multimillonario.

TE PUEDE INTERESAR

La UDEF halla nuevos vínculos entre el embajador Morodo y el expolio de PDVSA

Alejandro Requeijo

Garzón, con Zapatero sentado al lado, avisaba en marzo de lo que llegaría a España: "El lawfare es la prostitución del derecho porque nos desampara, se elige a quien se quiere eliminar y se utilizan todos los mecanismos que deberían ser usados como garantías como armas contra el oponente político”. A su argumento, se sumaron inmediatamente todos los líderes del Grupo de Puebla: “golpe blando” (Gustavo Petro), “golpe de Estado técnico” (López Obrador); “politización de la justicia” (Ernesto Samper); “uso de instrumentos jurídicos para destruir presidentes” (Dilma Rousseff). Y, por supuesto, Zapatero. Y apenas seis meses después, Sánchez apretaba el acelerador de la amnistía a Puigdemont a lomos del supuesto lawfare en España.

La influencia de Zapatero en el PSOE de Pedro Sánchez es total frente a las críticas cada vez más evidentes y menos influyentes de la ‘vieja guardia’ de los González, Guerra, Redondo o Leguina. Zapatero es usado por el secretario general socialista desde Cataluña (lawfare, amnistía, referéndum) a los pactos con la “izquierda a la izquierda” del PSOE (solo hay que ver sus fotos con Juan Carlos Monedero) y, por supuesto, en Venezuela y su rol de supuesto 'mediador' ante la dictadura de Maduro.

TE PUEDE INTERESAR

El huésped ZP

Laura Helena Castillo. Caracas

El expresidente ha tenido un papel central en todas las crisis en Venezuela sufridas con Nicolás Maduro. En las revueltas universitarias de 2014, en el referéndum revocatorio de 2016 o en la designación como presidente de Juan Guaidó, José Luis Rodríguez Zapatero ha sido pieza clave como fundador del Grupo de Puebla. Y siempre se ha posicionado del lado del régimen de Caracas.

¿Por qué? Las escasas voces críticas que aún se mantienen dentro del PSOE aseguran que “forma parte de su negocio: cualquier mesa que se forme en Venezuela, allí estará para seguir cobrando”. Esa es la opinión también, esta vez formulada sin tapujos, del expresidente Felipe González. El veterano socialista respondió en El Hormiguero a los ataques de Zapatero por criticar al Gobierno de Sánchez: “Es buen muchacho, cuando salió del Gobierno ganó el PP con mayoría absoluta, dejó solo a Rubalcaba y el PSC cayó a mínimos históricos. La peor época del PSC es la herencia de Zapatero, que ahora está ahí salvando al PSC y a todos los demás. No sé de qué nos va a salvar, porque fue una herencia terrorífica".

Felipe González, sobre Pedro Sánchez: "Yo no hago 'lobby' en la UE, como Zapatero, a favor de violadores de derechos humanos"

Su crítica se repetía el pasado 2 de julio en una entrevista con Ignacio Camacho y, esta vez, era aún más directo: “Yo no hago lobby en la UE, como Zapatero, a favor de violadores de derechos humanos".

Felipe González, como otros en el PSOE, no soporta el papel de Zapatero con Venezuela. “Le envenena”, aseguran fuentes socialistas de Madrid desde el anonimato. “Felipe le ve sencillamente como un lobbysta al servicio de Nicolás Maduro”. Otra fuente, incluso, recuerda la declaración del Pollo Carvajal -hoy extraditado en EEUU- en la Audiencia Nacional: "Zapatero tiene una mina de oro en Venezuela". La hemeroteca también recuerda cómo Morodo, el embajador de Zapatero en Caracas, fue imputado por lavar millones y millones procedentes de comisiones ilegales de PDVSA, la petrolera estatal.

El papel de Zapatero estos días, abrazado a Monedero y guardando un sepulcral silencio sobre los resultados de unas elecciones que han cuestionado hasta presidentes de izquierda como el chileno Gabriel Boric, levanta ampollas en un sector cada vez más minoritario en Ferraz. Tan minoritario, que desde el PSOE y de su dirección de Comunicación las únicas críticas que han salido al proceso venezolano han sido contra la delegación del PP retenida y expulsada de Venezuela el sábado.

Zapatero se ha convertido en abanderado de los intereses de China en el Grupo de Puebla. Viaja con frecuencia y posibilita visitas a Ferraz

“La propia oposición venezolana sabe que si alguien quiere conseguir algo del régimen de Maduro, probablemente el interlocutor para lograr algún favor sea más el presidente Zapatero que yo. Pero si alguien quiere pelear por la democracia, no le va a venir el apoyo del Grupo de Puebla, ni de Zapatero", denunciaba Felipe González a una televisión colombiana.

Zapatero y su papel con China

Pero para Sánchez, el papel de Zapatero en el Grupo de Puebla va más allá de tener acceso a los grandes popes de la izquierda latinoamericana como López Obrador, Lula o antes los Kirchner. El Grupo de Puebla y todos ellos le han abierto a Sánchez la puerta de China, el actor internacional que cada vez tiene más preponderancia en el continente. Zapatero se ha convertido en uno de los abanderados de los intereses de China en el Grupo de Puebla. Viaja con frecuencia al gigante asiático y posibilita visitas oficiales a Ferraz, como la última en la que estuvieron María Jesús Montero y Santos Cerdán.

“Sánchez y Zapatero se retroalimentan. Se sirven el uno del otro”, asegura un socialista de una de las pocas baronías críticas con el actual líder. “Lo de Venezuela de estos días ha causado sonrojo en muchos compañeros, lo sé, pero nunca lo dirán. Solo nos queda escuchar a Felipe y quienes no tienen nada que perder”.

Sánchez ha descubierto que Zapatero es un activo capaz de movilizar al alma izquierda del votante socialista e, incluso, de captar voto de Sumar y Podemos. Por ello, le movilizó en julio de 2023 y le ha empleado a fondo en las pasadas europeas. Y Zapatero necesita poder seguir presentándose como el ‘embajador oficioso’ del Gobierno de España y el “político europeo que mejor conoce la realidad latinoamericana”, como se patrocinó en China. Es un quid pro quo de manual.