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Gallardón permitió a Corulla convertir en hotel el Palacio de Villagonzalo sin tener los permisos
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PODRÍA INCURRIR EN UN DELITO CONTRA EL PATRIMONIO HISTÓRICO

Gallardón permitió a Corulla convertir en hotel el Palacio de Villagonzalo sin tener los permisos

Alberto Ruiz-Gallardón podría haber incurrido en un delito contra el Patrimonio Histórico al conceder a Monserrat Corulla, imputada en el caso Malaya, la licencia para convertir

Foto: Gallardón permitió a Corulla convertir en hotel el Palacio de Villagonzalo sin tener los permisos
Gallardón permitió a Corulla convertir en hotel el Palacio de Villagonzalo sin tener los permisos

Alberto Ruiz-Gallardón podría haber incurrido en un delito contra el Patrimonio Histórico al conceder a Monserrat Corulla, imputada en el caso Malaya, la licencia para convertir en hotel el Palacio de Villagonzalo a pesar de que los informes que exigía la norma urbanística eran negativos. La ficha de condiciones del Plan General Urbano de Madrid, la máxima norma urbanística vigente (PGOUM-1997), exigía la tramitación de un Plan Especial a la Empresa Promotora Palacio de Villagonzalo S.L., previo a la concesión de la licencia de obra. El Gobierno municipal de Gallardón obvió que dichos informes de 2004 y 2005 eran negativos para la conversión del edificio. Según los artículos 320 y 321 del Código Penal, la concesión de una licencia en contra del plan vigente, y más en un edifico protegido, es un delito.

Según los informes contrarios a la modificación del inmueble protegido, a los que ha tenido acceso El Confidencial, “la concesión de la licencia supone una alteración importante a un edificio de gran valor arquitectónico", ya que contemplaba un aumento de edificabilidad y "la destrucción del jardín sobre el que se quería construir un 70% de la superficie, cuando la ley solo contempla el 10%”.

 

El informe apunta en la línea de un supuesto trato de favor del alcalde de Madrid hacia Montserrat Corulla. La abogada madrileña obtuvo esta licencia justo en la época de la que datan las conversaciones telefónicas borradas del sumario del caso Malaya en las que Corulla habla de un tal “Alberto”. Con las obras realizadas en el Palacio de Villagonzalo se aumentó en más de 800 metros cuadrados el espacio del edificio, según señalan los propios informes técnico municipales (vea el plano).

Hay conversaciones en el sumario en las que interviene Montserrat Corulla y en las que se comenta que “se puede hablar con Alberto para un canje del suelo”, en una aparente alusión al alcalde de Madrid. Los investigadores policiales que han declarado esta semana en el caso Malaya hablan de Corulla como de  “una mujer de gran inteligencia”. Su puesto como administradora única de varias de las sociedades fantasma de Roca, entre ellas la firma Condeor S.L., le hizo especializarse en las gestiones urbanísticas y de esa manera se encargó de todo lo que tenía que ver con la Gerencia de Urbanismo de Madrid. Corulla se hizo experta en comprar palacetes históricos en ruina y venderlos tras su rehabilitación para convertirlos en hoteles de lujo a través de las sociedades creadas por Roca. Así hasta que se topó con la que fue la casa del Conde de Villagonzalo, un edificio histórico de mediados del siglo XIX.

Aprovechar los recovecos legales

Todos los edificios protegidos que en esa fecha solicitaron ser convertidos en hoteles necesitaron de un Plan Especial para llevar a cabo las reformas y rehabilitaciones Todos menos el del Palacio Villagonzalo, administrado por Corulla. El PSOE acusó entonces al Ayuntamiento de "eximir" del plan especial  a “la dama del velo blanco”. El equipo de Gallardón negó la mayor; rechazó el argumento de que existiera privilegio alguno: alegó que la ley permite realizar algunas actuaciones sin necesidad del citado plan y aseguró que Corulla se había servido de todos los recovecos legales para sacar adelante su proyecto.

La Comisión de Patrimonio Histórico, con representantes de la Comunidad, el Ayuntamiento y los arquitectos, corrigieron hasta en once ocasiones las incongruencias que querían llevar a cabo en el Palacio de Villagonzalo. Montserrat Corulla hizo caso omiso a las correspondientes objeciones tal y como consta en el expediente: las subsanó una a una y recurrió a autorizaciones parciales para llevar a cabo las obras.

Corulla, acusada de blanqueo de dinero en la operación Malaya, cuenta entre sus méritos varias recalificaciones ventajosas de edificios históricos de la capital. Nadie sabe como conseguía las licencias. Es por eso que su comparecencia en la vista del caso Malaya es una de las más esperadas. De todos es sabido que del sumario del caso que ahora se juzga en la Ciudad de la Justicia de Málaga se excluyeron unas conversaciones con el alcalde de Madrid porque el juez las consideró “privadas”, pero se mantuvieron otras en las que ella menciona con familiaridad a un tal “Alberto” como intermediario para lograr que el histórico frontón Beti Jai se convirtiera en un hotel de lujo. En plena campaña electoral a la alcaldía de Madrid en mayo de 2007, el por entonces candidato socialista a la alcaldía de la capital, Miguel Sebastián, mostró en un debate televisivo la foto de Montserrat Corulla a Gallardón.

En tan solo dos años y medio, la abogada amiga de Gallardón visitó las dependencias de la gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid en cuarenta ocasiones. En el relato que mantuvo en el despacho del juez Torres el día de su interrogatorio dijo que desde que trabajaba de administradora de Condeor S.L. había adquirido para la sociedad el Palacio de Saldaña, el Palacio de Villagonzalo y, en los Alcázares, un hotel y un aparcamiento, y que todo se había financiado con préstamos, excepto el Palacio de Villagonzalo. Las obras también se pagaron con préstamos.

Alberto Ruiz-Gallardón podría haber incurrido en un delito contra el Patrimonio Histórico al conceder a Monserrat Corulla, imputada en el caso Malaya, la licencia para convertir en hotel el Palacio de Villagonzalo a pesar de que los informes que exigía la norma urbanística eran negativos. La ficha de condiciones del Plan General Urbano de Madrid, la máxima norma urbanística vigente (PGOUM-1997), exigía la tramitación de un Plan Especial a la Empresa Promotora Palacio de Villagonzalo S.L., previo a la concesión de la licencia de obra. El Gobierno municipal de Gallardón obvió que dichos informes de 2004 y 2005 eran negativos para la conversión del edificio. Según los artículos 320 y 321 del Código Penal, la concesión de una licencia en contra del plan vigente, y más en un edifico protegido, es un delito.

Alberto Ruiz-Gallardón