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La ‘fiera’ de Corulla se lanza contra un abogado que la tacha de “chivata”
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LETRADO DE OTRO TESTAFERRO DE ROCA

La ‘fiera’ de Corulla se lanza contra un abogado que la tacha de “chivata”

Montserrat Corulla ha vuelto a ser protagonista de la sesión que se sigue contra los testaferros de la ‘Operación Malaya’ en la Ciudad de la Justicia

Foto: La ‘fiera’ de Corulla se lanza contra un abogado que la tacha de “chivata”
La ‘fiera’ de Corulla se lanza contra un abogado que la tacha de “chivata”

Montserrat Corulla ha vuelto a ser protagonista de la sesión que se sigue contra los testaferros de la ‘Operación Malaya’ en la Ciudad de la Justicia de Málaga por sus protestas y comentarios. Las insinuaciones de algunos letrados, que la tacharon de “chivata”, consiguieron levantarla de la silla. Corulla no perdona una. Cada vez que alguien pone en duda sus testimonios, se revuelve en el banquillo hasta que consigue que el juez la escuche.

No necesita de letrado. Si algo le incomoda, levanta el dedo para que “su señoría” le dé la palabra. Se defiende con uñas y dientes. Este miércoles, protestó airada porque “un abogado está valorando mis declaraciones. Lleva casi 20 minutos insinuando que Gonzalo Astorqui está detenido por mi declaración". Lo dicho: no iba a permitir que la tacharan de “chivata”

Fue a raíz de la intervención del letrado José Manuel Vázquez, defensor de Gonzalo Astorqui, el administrador solidario de la firma Compañía Inmobiliaria Masdevallía. Corulla estaba en segunda fila sentada. Su aspecto era más descuidado del que acostumbra: su tez más pálida y los cabellos un tanto desordenados. Todo iba bien. La defensa de Astorqui hablaba de que el hecho de que su defendido fuera director financiero de Roca solo era "una hipótesis".

Pero en un momento de la intervención, Vázquez insinúo que su defendido estaba allí porque Montserrat Corulla lo había señalado con el dedo. La aludida se puso hecha una fiera: “¿Está insinuando que…?”. El abogado, un tanto acobardado, pidió excusas. No obstante, el juez salió en su auxilio diciéndole que había actuado correctamente. Pero el malestar de Corulla no cesó. En el descanso que hubo en la vista, la abogada salió muy enfadada y se enfrascó en una discusión en los pasillos con el propio Gonzalo Astorqui.

Una segunda declaración

La conversación se desconoce. Pero lo que sí es cierto es que, tras la segunda declaración de Montserrat Corulla ante el juez Torres, las líneas que engrosaban el sumario se ampliaron. Después de pasar cinco meses en Alhaurín de la Torre, acusada del delito de blanqueo de capitales, decidió cambiar su declaración judicial, o “ampliarla”, como ella dice.  

A principios de septiembre del 2006, la letrada fue recibida  por segunda vez por el juez Miguel Ángel Torres, y ahí se decidió otro futuro. En la planta del Juzgado de Instrucción número 5, compareció por espacio de casi cuatro horas. En ese tiempo, presuntamente, señaló con el dedo a algunos imputados que ahora se sientan con ella en el banquillo: como es el caso, según insinúo su letrado, de Gonzalo Astorqui. El premio fue que, al día siguiente de que ‘tirase de la manta’, abandonó la prisión con una fianza de 60.000 euros.

La declaración de Corulla fue determinante para ir fijando en el tablero el papel de los testaferros de Roca. Dicho de otra manera: su testimonio ha sido clave para el bloque que ahora se juzga en la ciudad de la Justicia de Málaga. Es por eso por lo que la letrada no goza de las simpatías de los demás letrados. Muchos de ellos están convencidos de que “tiró de la manta para salvarse”.

En el caso de Gonzalo Astorqui, no se le detiene hasta la segunda fase, justo después de la declaración de la letrada. El presunto testaferro cambió de teléfono móvil después de descubrir que unos policías le estaban sometiendo a vigilancia. Pese a ello, los investigadores consiguieron seguir interceptando conversaciones de gran interés. El investigador de Udef que testificó este miércoles en la sala señaló cómo Gonzalo Astorqui iba a sustituir a Sánchez Zubizarreta al frente de la estructura societaria de Roca. Este era el despacho desde donde operaba por entonces Montserrat Corulla.

Explicaciones contradictorias

Cuando registraron el despacho de los abogados Sánchez Zubizarreta, los investigadores encontraron en sus dependencias 800.000 euros que los detenidos dijeron que eran para “un fondo de pensiones”. Pues bien, Corulla “dejó con el trasero al aire” a su jefes y declaró con posterioridad que ese dinero “era para los pagos de Juan Antonio Roca”.

Así se entiende el rifirrafe que Francisco Soriano mantuvo con la Corulla el día que declaró. Su tono fue tal que hasta el juez le pidió que se moderase. Otro de los detractores de Corulla es el letrado de Salvador Gardoqui, que le insinuó que su defendido no tenía muy buena opinión de ella, a lo que la letrada justificó esa aptitud diciendo: “Me río porque ha dicho que se llevaba muy mal conmigo y eso me hace gracia”. Pero aún puede pintar peor para algunos.

Montserrat Corulla ha vuelto a ser protagonista de la sesión que se sigue contra los testaferros de la ‘Operación Malaya’ en la Ciudad de la Justicia de Málaga por sus protestas y comentarios. Las insinuaciones de algunos letrados, que la tacharon de “chivata”, consiguieron levantarla de la silla. Corulla no perdona una. Cada vez que alguien pone en duda sus testimonios, se revuelve en el banquillo hasta que consigue que el juez la escuche.

Caso Malaya