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El PSOE-A utiliza los recortes del PP en otras autonomías contra Arenas
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SE ABRE LA BATALLA DE LA POLITICA SOCIAL

El PSOE-A utiliza los recortes del PP en otras autonomías contra Arenas

Uno de los oscuros objetos del deseo electoral del PSOE en Andalucía, lo que este partido considera “política antisocial” del PP, está tomando cuerpo a raíz

Foto: El PSOE-A utiliza los recortes del PP en otras autonomías contra Arenas
El PSOE-A utiliza los recortes del PP en otras autonomías contra Arenas

Uno de los oscuros objetos del deseo electoral del PSOE en Andalucía, lo que este partido considera “política antisocial” del PP, está tomando cuerpo a raíz de los reajustes que se están viendo obligados a hacer los nuevos gobierno populares en comunidades donde han accedido al poder. La consejera de Presidencia de la Junta, Mar Moreno, mira la política de Cospedal en Castilla-La Mancha, los recortes en ayudas a colectivos, y habla ya, mirando a Arenas de reojo, de que allí donde los populares gobiernan, empiezan eliminando derechos sociales.

Hay un punto de ansiedad en el PSOE andaluz por conseguir situar al electorado ante el espejo de la política que el PP desarrolle en las comunidades a las que ha llegado al poder. Se trata de un adelanto del argumento principal que ha empujado a Griñán a mantener las elecciones andaluzas separadas, cuatro meses después de las generales: asistir a los recortes que el PSOE espera haga el PP en política social.

La hiperpresencia del Defensor

La cercanía de Castilla-La Mancha con Andalucía le está pasando factura a Javier Arenas. Primero fueron las críticas que el Gobierno de Griñán hizo a los anuncios de Cospedal sobre la desaparición de la figura del Defensor del Pueblo, la Comisión Regional de Competencia y el Consejo Económico y Social. Arenas tuvo que hacer profesión de fe andalucista, y cruzar el Guadalquivir como si del Jordán se tratara, para advertir de que en cada comunidad se sigue una política en base a los condicionantes objetivos. Mientras tanto, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, entraba en una especie de hiperpresencia mediática –sobre todo en los medios controlados por el Gobierno andaluz- queriendo demostrar que era necesario para los andaluces.

Ahora es la política social, un asunto de mayor calado. Ya el ex presidente de la Junta y vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves, les advirtió a los nuevos gobernantes populares que asumieran la herencia recibida, aunque en los cajones figurasen miles de millones en facturas no contabilizadas. Y en base a este criterio, se conducen hoy los socialistas andaluces.

Pacto para los presupuestos

El secretario general del PP en Andalucía, Antonio Sanz, advierte de que lo que se va a hacer en Castilla-La Mancha no es tanto un recorte de derechos, como la supresión de las ayudas extras a las viudas, sino una reordenación del sistema de subvenciones y ayudas sociales. Sin embargo, el PSOE empuja el debate sobre el recorte social a lomos de su potente sistema mediático, en un adelanto de lo que será la futura campaña andaluza y la proyección que sobre ella pueden tener los primeros meses del Gobierno de Rajoy, si llega a La Moncloa.

En este escenario, Arenas le ha ofrecido a Griñán un pacto para elaborar juntos los presupuestos de 2012, con el argumento implícito de que si gana las elecciones, sería conveniente que pudiera gobernar con unas cuentas que no estuvieran hechas por el enemigo. La actitud de Arenas ha recibido todo tipo de calificativos desde el PSOE, y la propia Mar Moreno, que lleva el peso de la oposición al líder del PP, lo ha calificado de “prepotente” por considerarse ya ganador,  asegurando que “Arenas quiere aprobar él los presupuestos, poner la fecha de las elecciones y hasta un despacho en San Telmo”.

Griñán no está tan muerto como algunos creen

Lo que se cuece en el panorama político andaluz, bajo la tórrida alerta del calor, es el cuarto paso en la estrategia de un Griñán al que algunos consideran políticamente muerto pero que es capaz aún de recuperar la iniciativa con la máquina de hacer leyes y el control del calendario. Primero fue la campaña contra Arenas por no hacer pública su declaración de Hacienda, continuada con críticas sobre su sueldo; después, el golpe de efecto de expulsar a los alcaldes del Parlamento considerándolos incompatibles, y más tarde, el mantenimiento de la fecha electoral apartándola de las generales y por tanto del efecto positivo que para el PP andaluz podía suponer la marea azul que anuncian las encuestas. La próxima batalla va a ser la de la política social…

Todo empezó con el último debate sobre el estado de la comunidad, a partir del cual Griñán, con las iniciativas antes citadas, consiguió enterrar al menos temporalmente el efecto de los ERE y cubrir con la polémica de los alcaldes incompatibles el optimismo popular derivado del triunfo en las pasadas elecciones municipales.

Uno de los oscuros objetos del deseo electoral del PSOE en Andalucía, lo que este partido considera “política antisocial” del PP, está tomando cuerpo a raíz de los reajustes que se están viendo obligados a hacer los nuevos gobierno populares en comunidades donde han accedido al poder. La consejera de Presidencia de la Junta, Mar Moreno, mira la política de Cospedal en Castilla-La Mancha, los recortes en ayudas a colectivos, y habla ya, mirando a Arenas de reojo, de que allí donde los populares gobiernan, empiezan eliminando derechos sociales.