Los socialistas andaluces preparan un frente común para marcarle el programa a Rubalcaba

El PSOE de Andalucía va a poner en valor su poder dentro de la estructura federal del partido de cara a la conferencia política de septiembre, de la que deberá salir el programa con el que el candidato Rubalcaba se presente a las elecciones. Los socialistas andaluces constituyen casi un tercio de la militancia del partido a nivel federal y Griñán está decidido a constituir un frente que pueda influir de forma determinante en el candidato. De cara a dicha conferencia, Andalucía y Cataluña son las federaciones que tienen previsto poner sobre el tapete cuestiones de calado, que en el caso de los catalanes pasaría incluso por la relación del PSOE con el PSC en un futuro grupo parlamentario en el Congreso.

 

El debate sobre el mantenimiento de las diputaciones no es más que la punta del iceberg de una batalla que se libra ya de forma soterrada en el PSOE de cara a la sucesión de Zapatero, primero con la conferencia política de septiembre como referente y más tarde con el congreso del que ha de salir la nueva dirección federal. La consejera de Presidencia de la Junta, Mar Moreno, ya ha advertido de que el partido a nivel nacional tiene mucho que aprender de Andalucía, donde la Junta ha puesto en marcha no sólo la ley de Autonomía Local –que afecta al debate sobre las diputaciones-, sino otra serie de iniciativas relacionadas con la política social y la participación –el escaño popular, por ejemplo- que convierten a la Junta en “una fuente de apoyo e ideas” para el candidato.

 

Las propuestas del PSOE andaluz, sin embargo, se van a apoyar de forma muy especial en la política fiscal, con aportaciones que no figuran en los planteamientos iniciales de la conferencia. Así, Griñán pretende que se aborden medidas para evitar que los trabajadores sujetos a nómina paguen más que los de profesiones liberales y que se ajuste la fiscalidad de una manera distinta a la actual. "Los que viven de una nómina declaran por término medio el doble que quienes ejercen su profesión libremente o por cuenta propia”, ha llegado a afirmar el presidente andaluz.

 

Un paso hacia el nuevo poder federal

 

El frente que pretende presentar el PSOE de Andalucía en la conferencia es, en cualquier caso, un primer paso hacia la profunda renovación que tendrá que asumir el PSOE después de las próximas elecciones generales, gane o pierda frente a Rajoy. De un lado, los socialistas andaluces, y así lo han manifestado en ocasiones tanto Griñán como el portavoz parlamentario Mario Jiménez, son conscientes del poder de la federación andaluza, casi un tercio del total del partido a nivel nacional, y de la influencia que ello les otorga. Y de otra parte, a nadie escapa que el PSOE se enfrenta a un futuro convulso en el que la federación más sólida es la andaluza.

 

Este poder andaluz es aún mayor después de las pasadas elecciones autonómicas. La Junta de Andalucía es de hecho el único gobierno autonómico del PSOE con mayoría absoluta. Si a ello se le suma la importancia del partido en esta comunidad, Griñán no va a tener dificultades para erigirse en el barón con más poder del partido, sobre todo si el PSOE pierde las generales y con ellas el poder de la Administración central.

El bastión andaluz frente a la debacle

 

Con un PSOE andaluz que mantendría el Gobierno autónomo hasta marzo, cualquier congreso que se celebrara tras el 20-N tendría en la federación que Griñán dirige la columna vertebral más sólida del partido. El único obstáculo es la guerra soterrada que se sigue librando en algunas provincias, con focos derivados de la división entre chavistas y griñanistas..