Griñán manda a Rosa Aguilar a la lista de Almería para evitar una debacle en Córdoba

Los últimos contactos que se han producido entre el candidato del PSOE a La Moncloa, Pérez Rubalcaba, y José Antonio Griñán han dado por resuelto, inicialmente, el problema que el partido tenía en Córdoba a raíz de la crisis abierta por el enfrentamiento entre Carmen Calvo y Rosa Aguilar. Griñán está dispuesto a que Aguilar encabece la lista al Congreso por Almería, provincia en la que ha conseguido predicamento a raíz de la solución a la crisis del pepino, y la cabecera cordobesa será para el diplomático Luis Planas.

 

La solución propuesta por Griñán a Rubalcaba y aceptaba por el candidato responde, por una parte, al malestar existente en el PSOE de Córdoba con la figura de la ex alcaldesa, pero sobre todo al temor a una debacle electoral ante la cual el PP ya se frotaba las manos. Aguilar dejó tras de sí la mala sombra de la deserción cuando abandonó la alcaldía para aceptar ser consejera del PSOE en la Junta, y ese “pecado” no se le ha perdonado. Tanto es así que en la pasada campaña electoral a las municipales. Aguilar ni siquiera hizo campaña en su antiguo feudo, por tremor a ser objeto de un rechazo general.

Un diplomático con buen cartel

 

El aterrizaje de Aguilar como paracaidista electoral en Almería se resuelve, por otra parte, con Luis Planas como cabeza de cartel por Córdoba. Planas, que ha sido embajador en Marruecos, se inició en política al comienzo de la transición precisamente como miembro de la lista del PSOE por Córdoba y fue una grata sorpresa para este partido, pues posteriormente desarrolló una importante labor política y diplomática. Asimismo, Planas cubre el frente que deja abierto Miguel Ángel Moratinos, que abandona la lista cordobesa y a quien le une una estrecha amistad.

Por otra parte, en los últimos contactos entre Griñán y Rubalcaba se han cerrado las cabeceras de listas de Cádiz, con la aceptación final de Manuel Chaves y de Sevilla, con Alfonso Guerra, que ha dado el sí correspondiendo a “la aclamación” de la ejecutiva socialista sevillana. En algunos sectores del PSOE se asegura que Chaves ha estado meditando su inclusión en las listas hasta que ha visto que Alfonso Guerra finalmente aceptaba ir por Sevilla, pues era ésta precisamente la plaza que quería el ex presidente de la Junta y no Cádiz.