Chaves se enroca y está decidido a dar la batalla a Griñán en Andalucía

El ex presidente de la Junta, Manuel Chaves, está decidido a dar la batalla dentro del partido y se ha encaramado en la presidencia del PSOE hasta el punto de no admitir ningún tipo de autocrítica por los resultados del 20-N, en los que Cádiz, circunscripción por la que él se ha presentado, ha cosechado la más acusada derrota de todas las provincias andaluzas. Minutos antes de que se celebrara una reunión de la dirección del partido en Cádiz, sumida en una grave crisis, Chaves sigue empeñado en hacer oídos sordos a quienes le piden reflexión y medidas urgentes.

Desde la dirección regional del PSOE se ha pedido a nivel interno que no se hagan declaraciones sobre el próximo congreso federal de forma individualizada. Chaves ha burlado esta recomendación en reiteradas ocasiones y, sobre todo, cuando ha mostrado su interés por seguir como presidente federal del PSOE después del próximo congreso, algo que acaba de ratificar en Cádiz de una manera desafiante. El temor del entorno de Griñán y del propio presidente de la Junta es que Chaves se presente en el congreso federal liderando oficiosamente a un sector de los delegados andaluces y negocie por su cuenta la presencia de la federación del Sur en la futura ejecutiva.

Para evitar esta quiebra en la mayor delegación con que el partido cuenta en toda España, Griñán le ha ofrecido a su antecesor un pacto de no agresión, que se presentará el domingo como un acuerdo por la unidad, como ha publicado El Confidencial. Manuel Chaves se ha mostrado dispuesto a asistir al acto de hermanamiento en el que está previsto se redacte este manifiesto de futuro para el partido, con el que se quieren cerrar las hostilidades, aunque no ha precisado sus condiciones.

En relación con el debate abierto sobre la secretaría general, Chaves ha reiterado que debe mantener una "estricta neutralidad", aunque no ha ocultado que le gustaría que Rubalcaba aspire a ello, aunque es partidario de que “haya más de una persona en la carrera y de que haya "debate".

El ex presidente de la Junta mantiene el análisis de la derrota apoyándose en la crisis y el paro, y asegura que la debacle socialista  "no conlleva un trauma personal" y que tiene "ganas de luchar por el partido para presentar una alternativa a la ciudadanía".

La guerra en el bastión de Chaves

En el seno de una guerra abierta entre los socialistas de Cádiz, Chaves ha convocado a la ejecutiva provincial y cargos públicos del partido para abordar una crisis que se mantiene desde hace meses y que tiene como referente el rechazo de un importante sector interno al secretario general, González Cabaña. La permanente rebelión en el seno de la organización de la que Chaves es el líder natural ha debilitado la posición del expresidente de la Junta, que tiene en el propio Cabaña y en Luis Pizarro a dos personas de su máxima confianza dentro de la batalla que libra contra Griñán.

El hundimiento del PSOE en Cádiz ha sido el mayor sufrido por el partido en Andalucía en las últimas elecciones, a pesar de que la lista estaba encabezada por el vicepresidente tercero del Gobierno. A partir de esa debacle, lo que el sector de Chaves se plantea es garantizar su propia supervivencia y conservar su nivel de influencia dentro del PSOE-A, de cara a la catarsis que se va a vivir en el seno del partido a todos los niveles.