El director general de los ERE 'vota' por Griñán y pone en la picota a Rubalcaba

El principal imputado en el caso de los ERE falsos, Javier Guerrero, ex director general de Empleo de la Junta, ya ha votado en el próximo congreso federal del PSOE que se celebrará en Sevilla, y lo ha hecho poniendo en la picota a los más relevantes partidarios de Pérez Rubalcaba. Tanto es así, que el más destacado de aquellos “cuatro golfos” a los que Griñán se refirió para limitar el escándalo, y que desveló la existencia de los fondos de reptiles, le va a limpiar ahora el camino al propio Griñán para el congreso socialista disparando contra sus peores enemigos, Gaspar Zarrías y José Antonio Viera, a quienes acusa de ser los principales responsables del fraude de la Junta.

Los apoyos más sólidos de Rubalcaba en Andalucía de cara al congreso federal son Gaspar Zarrías, que ha conseguido en su provincia, Jaén, que casi todos los delegados vayan a apoyar al ex vicepresidente de Zapatero, y José Antonio Viera, secretario provincial de Sevilla, que se enfrentó a navajazos con Griñán optando también por el candidato frente a Carme Chacón. Pues bien, ambos han quedado marcados en la última declaración de Guerrero. A Zarrías le acusa de ser el responsable máximo de la aprobación de las subvenciones de los ERE falsos, asegurando que nada se hacía sin su conocimiento y consentimiento, y a Viera de ser el artífice, junto a Antonio Fernández, ambos ex consejeros de Empleo, del mecanismo por el que se repartía el dinero.

La actitud de Guerrero tiene que ver con su soledad frente a la juez Alaya: la Junta lo ha dejado abandonado a los pies de los caballos y, por si fuera poco, cuando intentó llegar a un acuerdo con Antonio Fernández, ex consejero de Empleo e imputado también,  para establecer una estrategia común en sus defensas, no consiguió respuesta alguna viéndose así ante su propio abismo.

Lo peor del escándalo lo lleva Rubalcaba detrás

En su ofensiva por arrojar basura sobre la Junta, Guerrero le ha dado oficialidad judicial al congreso federal del PSOE. El sector de Rubalcaba es la base del escándalo de los ERE, frente a un Griñán que quiso limpiar el fraude que Manuel Chaves, partidario también de Rubalcaba, le dejó como herencia. Y aunque Guerrero sólo trate de salvar sus propios muebles, lo cierto es que su estrategia coincide con la desplegada por el sector Griñán hace semanas.

En la batalla que se viene librando en el PSOE-A de cara al congreso federal, marcada sobre todo por la crisis de los congresillos provinciales, el asunto de los ERE se ha manejado entre bastidores por parte de los partidarios de Griñán-Chacón, para descalificar a los de Rubalcaba, sobre todo en el caso del secretario provincial de Sevilla, José Antonio Viera. Se ha pasado así de la cultura de la hiperprotección a los “nuestros”, los del partido, muy en la línea de Alfonso Guerra, también partidario de Rubalcaba, al sálvese quien pueda de Griñán.

Si Rubalcaba gana el congreso tendrá que contar con que sus principales apoyos en Andalucía pueden tener pendiente una delicada cita con la juez Mercedes Alaya, y en todo caso habrá una larga estela de basura que perseguirá durante meses a sus leales. La batalla que a nivel federal se libra entre el felipismo de Rubalcaba y los herederos del zapaterismo con Chacón a la cabeza, tiene en Andalucía su trasunto en los que se han movido a la sombra de la corrupción de los ERE, y quienes tratan de esconder la basura de la herencia recibida de los gobiernos de Chaves bajo la lfombra de una renovación que tiene en el sexagenario Griñán a su principal referente.