Griñán anunció otra Invercaria un día antes de que estallara el escándalo

El presidente de la Junta de Andalucía. José Antonio Griñán, anunció la creación de una empresa similar a Invercaria un día antes de que estallara el escándalo de las grabaciones que han puesto al descubierto la forma de actuar de la entidad de capital riesgo que presidía Laura Gómiz. Griñán se refería a una especie de Instituto de Crédito Oficial andaluz, a partir de cual facilitar financiación a las pequeñas y medianas empresas.

El proyecto de Griñán, que consta en el programa electoral del PSOE andaluz para las elecciones del 25 de marzo, se apoya en la necesidad de conseguir que la financiación corra entre las pequeñas y medianas empresas, y lograr así la generación de empleo, dentro de un plan para el que estaría dispuesto a consignar hasta 12.000 millones de euros en los presupuestos autonómicos. Este proyecto fue anunciado por el presidente de la Junta en el mitin de Atarfe (Granada), en el que intervino el pasado domingo acompañado de Alfredo Pérez Rubalcaba. Un día después, el presidente andaluz pudo escuchar las grabaciones del empleado de Invercaria en las que se daba cuenta de lo que ocurría en esta empresa.

El asesor de inversores

Griñán habló incluso de poner a disposición de las pymes asesores de inversiones que orientaran a los emprendedores en el desarrollo de los proyectos empresariales y crear un “instituto de crédito público” para solventar uno de los “grandes problemas” de la economía, que es, recordó el candidato, que los pequeños empresarios y autónomos “no encuentran dinero”. La demanda del ICO andaluz es una antigua reivindicación de Izquierda Unida.

Para facilitar los trámites de creación de empresas, Griñán habló incluso de la figura de un “agente emprendedor”, que, según explicó el candidato del PSOE, será algo similar a un “médico de familia” que facilite los trámites y agilice el proceso que va desde el momento en el que se tiene la idea hasta la constitución real de la empresa.

Este ICO a la andaluza tendría perfiles muy similares a la empresa Invercaria, cuyo funcionamiento se ha demostrado errático. De una parte, porque ha apoyado financieramente a empresas sin atender a criterios objetivos sobre la rentabilidad de la inversión y de la propia sociedad en el plano de la generación de empleo. Y, por otro lado, porque gran parte de las inversiones que se han realizado desde Invercaria han ido a parar a empresas “amigas” del partido en el poder, hasta el punto de que este criterio ha conseguido crear un progresivo agujero económico en esta entidad de capital riesgo.

De hecho, Invercaria ha estado ajena a la política de promoción y apoyo a las pequeñas y medianas empresas, un objetivo reiteradamente prometido por Griñán, sobre todo en los últimos meses, a pesar de que el instrumento que podría haberle servido para ello era cuestionado gravemente por la Cámara de Cuentas, a tenor de los informes que ha realizado este órgano fiscalizador.

Teniendo en cuenta que Invercaria es una empresa que depende al cien por cien de Idea, la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, que es la que la capitaliza, otro soporte financiero, como el ICO andaluz que pretendía Griñán, sólo representaría una muestra más de la abigarrada estructura de la administración autonómica andaluza, cuyo funcionamiento, en muchos caos, sólo sirve para soslayar el control de los servicios de intervención, como se ha demostrado en el caso de Invercaria, que podía permitirse ir por libre en este sentido.