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El empresario Tomás Olivo, condenado a 5 años de cárcel por maltratar a su ex pareja
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EL IMPUTADO EN LA MALAYA “HUMILLÓ Y CONTROLÓ” A SU VÍCTIMA

El empresario Tomás Olivo, condenado a 5 años de cárcel por maltratar a su ex pareja

La primera en la frente de todos sus procesos abiertos. El empresario Tomás Olivo, imputado en el caso Malaya, ha sido condenado a cinco años de

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El empresario Tomás Olivo, condenado a 5 años de cárcel por maltratar a su ex pareja

La primera en la frente de todos sus procesos abiertos. El empresario Tomás Olivo, imputado en el caso Malaya, ha sido condenado a cinco años de cárcel por maltratar a su expareja e instalar en la vivienda que compartían en Marbella, equipos de grabación para controlar sus conversaciones telefónicas y "detalles íntimos de la vida privada" de la víctima, según reza la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 13 de Málaga.

El juez también ha prohibido al empresario acercarse a menos de 500 metros o hablar con su exmujer durante cinco años, al tiempo que le impone una multa de 7.200 euros. La providencia alude a las conductas de "humillación, agresión y control" que el empresario ejercía sobre la mujer incluso en presencia de la hija de ambos.

El abogado de la acusación había renunciado a pedir indemnización para su cliente, pero la Fiscalía había fijado un montante de 8.000 euros. De esta manera María Jesús y su hija recibirán lo fijado en la sentencia.  

El fiscal

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, el acusado Tomás Olivo mantuvo una relación sentimental con la víctima desde mediados de 2002 hasta septiembre de 2003 y "por motivos de desconfianza hacia la que era su pareja, y con el fin de conocer todos los detalles de su vida íntima y privada", en junio de 2003 instaló en la casa de Marbella un sistema de grabación de imagen y sonido.

Este sistema "le permitió conocer todo cuanto ocurría", señala la calificación inicial, en la que se apunta que con esto el acusado "necesariamente conoció la vida íntima de la empleada de hogar que tenía la pareja", añadiendo que "ninguna de las dos mujeres conocía la instalación de los dispositivos y tampoco consintieron la intromisión en su vida privada".

Asimismo, en junio de 2005, en la vía pública de Puerto Banús, el acusado, en una visita a la hija que ambos tienen en común "y con el fin de atentar contra su integridad física, dio varias bofetadas" a la víctima, delante de la menor, apunta el fiscal, que le acusó de dos delitos de revelación de secretos y uno de maltrato en presencia de un menor, solicitando en total cuatro años y 10 meses de prisión.

Acusación particular

La acusación particular, por su parte, solicitaba ocho años de cárcel y renunciaba a la indemnización. Pidió dos años por revelación; uno por dos delitos de maltrato de obra y físico; un año para cada uno de los dos tipos de maltrato en presencia de un menor y tres años por el maltrato habitual.

Olivo, también acusado en el 'caso Malaya', mantuvo que "nunca" maltrató, insultó, humilló ni instaló sistemas de vigilancia. "Jamás le he puesto un dedo encima". Los jueces han considerado lo contrario.

La primera en la frente de todos sus procesos abiertos. El empresario Tomás Olivo, imputado en el caso Malaya, ha sido condenado a cinco años de cárcel por maltratar a su expareja e instalar en la vivienda que compartían en Marbella, equipos de grabación para controlar sus conversaciones telefónicas y "detalles íntimos de la vida privada" de la víctima, según reza la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 13 de Málaga.