Abascal supera su tirón en Málaga al son del Novio de la Muerte

Qué importa la banda sonora. Ya sea Manolo Escobar, Coque Malla, Taburete, La Guardia… o el Novio de la Muerte. Vox juega siempre con esa bola extra, recién sacada del bombo. Juega con la ventaja de la bandera, del viva España y de lo que sea para desplegar su esencia anti independentista y contra ‘James Bond’ Pedro Sánchez.

Han colocado 4.000 sillas blancas en el pabellón 2 del Palacio de Ferias de Málaga. El espacio para que pase el amado líder es muy estrecho. Tarda 15 minutos en aparecer (sale de la zona de la cafetería que sirven botellines de agua a 1,40 la unidad) y cuando lo hace, con un público que lo quiere a rabiar, levanta la mano derecha y se pone muy serio. Sí, es Santiago Abascal, recibido al grito de “presidente, presidente”, aunque hay veces que parece que la hinchada ‘voxista’ dice “¡residente, residente!” o “¡resiliente, resililente!”.

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Se han quedado 1.000 personas sin poder sentarse. Uno de ellos ha sido Antonio, de “setenta y tantos” años. Es funcionario y le dice su mujer si ha cerrado la puerta del coche. “Vox conseguirá más votos porque la gente no es tonta”. Dice que ha vivido “muchas cosas” y no entiende como Rajoy, cuando tenía posibilidades de hacer cosas no las hizo.

— Soy mujer, ¿vale?

Nadie lo duda. Mercedes es agente inmobiliaria. Tiene 39 años y viene al mitin acompañada de José, de 46 años, que ejerce de asesor fiscal. “Tengo ideas muy parecidas a Vox y no por ello pierdo mis derechos”. Mira abajo y a punto de encender un cigarrillo rubio, apunta: “Quiero a mi país y lo quiero sin divisiones”. José apostilla: “Probablemente lo de Cataluña puede influir porque los que hay en el Gobierno no saben mantener una España unida”.

"Lo de Franco es una 'chalaura' histórica"

En la cola, acompañado del hijo de un amigo, está un antiguo militante “durante 30 años” del PP. Ahora está convencido que Vox es la única solución. “Lo de Franco es una 'chalaura' histórica”, manifiesta muy convencido. Avanza unos metros y antes de la despedida cree que la suma de PP, Ciudadanos y Vox daría mayoría absoluta. “Ojalá sumen y luego se apañen”.

El presidente de Vox en Málaga, José Enrique Lara, tiene que presentarse. Ejercer de telonero no solo de Abascal, sino de Patricia Rueda, diputada en el Congreso. “Málaga nunca falla”, proclama Lara. Atrás quedan las 3.500 personas que Abascal reunió en la campaña de las elecciones andaluzas de diciembre de 2018.

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“Aquí tenemos a parados, jubilados, niños, estudiantes, camareros, funcionarios de prisiones, militares, policías, directores”, enumera Rueda justo antes de dar la palabra a su líder a las 20.47 horas. Abascal no bromea ni aunque se lo pidan, pero tiene tiempo para chanzas sobre Pedro Sánchez a quien llama James Bond por haberse fotografiado con un fusil y preguntarse si lo más importante es “sacar el jueves a un muerto”. Él no se creía lo de fusil. Lo habló con su equipo de la caravana y pensaba que era “un ‘fake’”.

No fue un ‘fake’ la identificación del PSOE con “un partido criminal” desde la época de Pablo Iglesias. Y habló de Calvo Sotelo, Indalecio Prieto, la Revolución de Asturias, el “pucherazo “de 1936, el oro de Moscú, los GAL, huérfanos de la Guardia Civil, la corrupción andaluza…toda una retahíla que encendió a la masa que no paraba de ondear banderas y gritar “¡Viva España!”. Hasta se vio, al final, una bandera carlista. Qué cosas. En Llodio, su hogar vasco, lo mismo estarán hasta contentos.