El PSOE andaluz se pone el luto a la espera de que Pedro Sánchez forme Gobierno

“No se puede tener una referencia cuando todo está en movimiento”. Con esta frase resume una voz autorizada del PSOE qué va a pasar con el partido en Andalucía después de la sentencia de los ERE. La prioridad es formar Gobierno en España. Advierten de que toca luto. Pasar el mal trago. Superar el duelo. Quiénes han sondeado la posibilidad de forzar un congreso extraordinario del PSOE andaluz en febrero han recibido desde Ferraz una rotunda negativa como respuesta. Se hará, advierten desde Madrid, cuando toque.

Todo está en el aire pero si “todo va bien”, si Pedro Sánchez logra formar gobierno, la intención de Ferraz es celebrar congreso ordinario a partir del verano de 2020 y después, en cascada, vendrán todos los cónclaves regionales. Será en ese momento cuando el liderazgo de Susana Díaz se ponga de verdad a prueba. Quedará en manos de los militantes. Entonces, admiten dentro del partido, habrá que lanzar una pregunta: “¿Es Díaz la mejor candidata para que el PSOE vuelva al gobierno en Andalucía? El peligro es que las tres derechas revaliden otros cuatro años. Serían ya ocho de oposición. Esto habrá que pensarlo con calma. ¿Suma?”, reflexiona un exconsejero andaluz. Quiénes se atreven a hacer la pregunta inducen a la respuesta: "Lo tiene muy difícil".

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Isabel Morillo. Sevilla

“Mucha gente está a la espera”. Esa es la gran novedad respecto a otros momentos. Cada vez hay más afines que marcan distancia incluso entre sus cuadros orgánicos. Lo cierto es que la sentencia de los ERE es señalada como un negativo más, pero la mayoría sitúa de verdad su caída la noche que perdió el Gobierno andaluz, pese a ganar las elecciones. Este próximo congreso andaluz será el primero, salvo el que afrontó la bicefalia entre Manuel Chaves y Carlos Sanjuán en 1994, en el que el aspirante a la secretaría general del PSOE-A no será el presidente del Gobierno autonómico. “Al PSOE andaluz le hace falta una renovación, un cambio de estructura, será su primer congreso en la oposición y tiene que salir preparado para volver al gobierno”, asegura un fuente del partido. “La gente está deseando que se levante una bandera”, apunta otro dirigente.

Díaz reunió a los secretarios provinciales tras la sentencia de los ERE, no acudió el responsable de Huelva, la provincia por la que el PSOE ha sumado un escaño en Andalucía el pasado 10-N por "problemas personales". Nadie criticó nada. Díaz repasó los resultados de las generales. "Ya nadie espera que se haga autocrítica", admite alguien que asistió a ese encuentro. "No tocaba", añade. "Cuando en un partido hay tanto silencio...".

La etapa dorada

“Esto dura 24 horas”. Era la frase con la que el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, resolvía las crisis que saltaban a las primeras páginas de los periódicos en la década 2000. En Andalucía, hubo un tiempo en el que el PSOE sabía que el asedio de las noticias a la contra le duraban eso, un día. O como mucho, dos. Ya no. La maniobra de dar un compás de espera tras la sentencia de los ERE, de guardar el luto, significa también que seguirá siendo Susana Díaz quien encaje los golpes que quedan por venir. La sentencia de la pieza política de los ERE es solo el principio.

Hay más de un centenar de piezas abiertas en los tribunales. Queda mucho por juzgar. Desde ‘el chófer de la cocaína’ de Francisco Javier Guerrero al papel de Juan Lanzas, el comisionista con “dinero para asar una vaca”. Los ángulos más sórdidos del caso siguen ahí y van a dar muchos titulares todavía. En el Parlamento andaluz hay abierta una comisión de investigación sobre la Faffe, la antigua fundación de Empleo donde se encontraron 55,6 millones de euros sin justificar y sus dirigentes se fueron de juerga a prostíbulos con tarjetas de dinero público. De momento, solo está sirviendo para añadir espectáculo mediático a la etapa más oscura en la consejería de Empleo de la Junta de Andalucía.

La paz social

Son tiempos duros para el PSOE de Andalucía, el que llaman el "corazón" del partido. Nada que ver con aquellos en los que los socialistas gobernaban encadenando victorias electorales, con aliados cómodos como el Partido Andalucista, o con mayorías absolutas. La información política en las páginas andaluzas era aburrida. No se movía una hoja. La Junta de Andalucía era un trasatlántico con presupuestos que en el año 2002 superaron por primera vez los tres billones de las antiguas pesetas (18.000 millones de euros).

La concertación con sindicatos y empresarios movilizó en Andalucía en dos décadas, desde 1993, 128.000 millones de euros

Las crisis económicas se cerraban a golpe de talonario de dinero público. La paz social era un sello en la política económica andaluza. En 2013, cuando el castillo ya estaba empezando a derrumbarse, los siete acuerdos consecutivos firmados entre Junta, sindicatos y empresarios, el primero en 1993, habían movilizado unos 128.000 millones (de dinero público y privado) y no habían servido para corregir los desequilibrios económicos de la comunidad ni para atajar el altísimo paro (entonces del 36,4%).

La cúpula

Es necesario retrotraer la mirada para entender en toda su dimensión qué ha supuesto la sentencia de los ERE que esta semana ha condenado por prevaricación, con pena de inhabilitación, a Manuel Chaves, Gaspar Zarrías o Magdalena Álvarez, y ha añadido el delito de malversación, con pena de cárcel, para José Antonio Griñán, Francisco Vallejo, José Antonio Viera o Antonio Fernández. Toda la cúpula del Gobierno andaluz durante dos décadas condenada. “Ha caído todo el santoral”.

Un fallo “descarnado”, un “mazazo”, un “funeral” para el partido, un “impacto bestial”, “terrible”... Sobran calificativos entre quienes forman parte del PSOE andaluz. La pregunta que queda en el aire es: Y ahora, ¿qué? El demoledor fallo judicial ha dejado las placas tectónicas del PSOE andaluz chocando entre sí y nadie duda de que, a medio plazo, habrá un terremoto de alta intensidad.

Acorralada por la oposición

Susana Díaz reapareció 48 horas después en un plató de televisión en Madrid, dejando claro que no piensa irse, que aspira a seguir al frente del partido y ser la próxima candidata a la Junta de Andalucía. Niega responsabilidades políticas directas con lo que pasó en los ERE, "en aquellos tiempos era concejal y diputada en el Congreso".

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Agustín Rivera. Sevilla

PP, Cs y Adelante Andalucía han pedido su dimisión. La señalan como la hija política de Griñán, como una socialista criada en un PSOE cuyos máximos exponentes ahora han sido condenados. Apuntan a sus responsabilidades como secretaria de Organización del PSOE de Sevilla, con José Antonio Viera, condenado en los ERE, como número uno. Bastará tirar de hemeroteca. Fue el inicio de los ERE. “La honestidad de Viera está más que demostrada”. 26 de septiembre de 2011. Así defendía Susana Díaz a quien fue su jefe directo en el PSOE sevillano tras estallar el caso. Díaz fue su mano derecha durante seis años (2004 a 2010), después lo mataría políticamente hablando. Un clásico en su historial político.

“No es cosa del PSOE, pero ocurrió bajo un gobierno socialista”. La frase es de Díaz, siguiendo la estela de José Luis Ábalos: “No es un caso del PSOE”. El objetivo es circunscribir el fraude a lo ocurrido en aquellos gobiernos y dejar claro que no se ha condenado al partido. Es difícil porque Chaves no fue solo presidente de la Junta 19 años, fue secretario general de los socialistas andaluces casi el mismo tiempo, presidente del PSOE, un referente, un hombre respetado. Griñán también.

La estrategia de Susana Díaz es la supervivencia. En sus apariciones públicas se ha dedicado a hacerse un cortafuegos. "Han escrito tantas veces mi epitafio", replica ella.