Los militares preparan una gran movilización este otoño para exigir mejoras salariales

El retorno de las vacaciones se anuncia caldeado para el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos después de que las principales asociaciones militares hayan impulsado una protesta para exigir una mejora salarial para aproximadamente 120.000 soldados profesionales en activo y en la reserva, lo que implicaría una primera partida de 300 millones en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año. La movilización se celebraría en octubre, previsiblemente en Madrid, y pretenden que sea multitudinaria, replicando la fórmula reivindicativa protagonizada por policías y guardias civiles para exigir la equiparación con los agentes autonómicos que tantos quebraderos de cabeza dio al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y antes también al Gobierno del PP.

Las señaladas en esta ocasión son sus homólogas de Defensa y Hacienda, Margarita Robles y María Jesús Montero, respectivamente, a las que la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro) y la Asociación Tropa y Marinería Española (ATME) han remitido sendos escritos para acabar con la precariedad de los miembros del Ejército. Para ello, tendrían que incluir en las cuentas de 2022 una partida inicial de 300 millones de euros para elevar la cuantía de distintos complementos.

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Esta cantidad solo sería una pequeña parte de los 1.900 millones que consideran necesarios para poner fin a la "precariedad" de los miembros de las Fuerzas Armadas, algo que ya trasladaron en junio de 2020 al Ministerio de Defensa a través de un informe que el departamento rechazó. El documento, de 13 páginas, elaborado por la AUME, y apoyado por las otras asociaciones, recogía la actualización de distintos complementos —como los de Empleo, Específico o Dedicación Especial— y establecía un calendario de pagos que tendría que haber comenzado el año pasado y terminado el próximo ejercicio económico: 688, 624 y 578 millones.

Las asociaciones calculan que esta mejora salarial beneficiaría a unos 120.000 soldados profesionales y en la reserva, muchos de los cuales, en la actualidad, perciben sueldos que no alcanzarán el próximo salario mínimo interprofesional (SMI). El citado estudio, por ejemplo, informa de que un soldado o marinero temporal percibía entonces 650,32 euros, mientras que un cabo mayor ganaba 781,38.

Un soldado o marinero temporal percibía el año pasado 650,32 euros de sueldo base

“Muchos oficiales se están yendo a Amazon porque cobran el triple o los pilotos buscan plaza en las compañías privadas”, apuntó el presidente de la Asfaspro, Miquel Peñarroya, a lo que el portavoz de la Asociación Unificada de Militares Españoles, Jorge Bravo, agregó: “Un guardia civil recién salido de la academia cobra más que un sargento del Ejército de Tierra”.

Ambos, en conversación con El Confidencial, explicaron que la mejora salarial es una reivindicación que vienen realizando desde hace tiempo y recordaron que, en febrero de 2018, la comisión de Defensa del Congreso tildó de "grave" la situación en que se encontraban las retribuciones de los militares. “Nadie quiere ponerle el cascabel al gato”, lamentaron, a pesar de que la mejora tan solo implicaría una subida mensual en las nóminas de los soldados de 160 euros.

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“Había consenso parlamentario, todos nuestros interlocutores nos han dicho que tenemos razón, que hay que corregir este desfase”, pero cuando llega la hora de negociar, “no pasa nada”. “Nosotros pedimos una cosa y el Ministerio de Defensa nos ofrece algo completamente distinto”. “Así que hemos elevado el listón y vamos a hacer un llamamiento a todos los militares para que secunden las protestas y mostrar nuestra fuerza”.

“Hasta ahora se han aprovechado, en contra nuestra, de unos valores como la disciplina y la responsabilidad. Como no quemamos las calles, nos toman el pelo”, declaró Peñarroya, que junto con su compañero coincide en considerar un ejemplo las movilizaciones realizadas por los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para lograr la equiparación salarial con los miembros de las policías autonómicas.

"Se han aprovechado de unos valores como la disciplina y la responsabilidad", se quejan desde las asociaciones

Jorge Bravo señaló que desde el año pasado vienen tratando la necesidad de actualizar los salarios de los militares españoles —sobre todo de las categorías de Tropa y Marinería y Suboficiales— en una comisión del Consejo de Personal del Ministerio de Defensa. Pero explicó que la pandemia obligó a ralentizar unas negociaciones que el departamento de Margarita Robles ha intentado desactivar con el aumento de algunos complementos que las asociaciones tildan de “migajas”, “insuficientes” o “irrisorios”. “A algunos les ha supuesto 30 euros al mes, que no dan ni para una barra de pan diaria”, se quejaron.

"Mire, no necesito sus medallas"

El presidente de Asfaspro recordó: “Somos el último recurso del Estado ante cualquier tipo de problema”. “¿Hay una crisis migratoria? Estamos en la frontera. ¿Hay una crisis sanitaria? Desinfectamos, instalamos hospitales, llevamos vacunas y hacemos de rastreadores. ¿Hay una catástrofe natural? Pues los militares van, ya sea un incendio, una nevada o una inundación. Para lo que sea tienen a un personal muy bien formado y valorado al que no se reconoce”, manifestó, a lo que el responsable de comunicación de la AUME añadió: “Después vendrán a colocar medallas”. “Pero oiga, mire, yo no las necesito, lo que quiero es dar de comer a mis hijos, vestirles, proporcionarles estudios y poder vivir dignamente”.

“De esto se trata, de que es una profesión. Cambiamos el Ejército de reemplazo por uno profesional, y eso hay que pagarlo”, remarcaron, para preguntarse seguidamente: “¿Cómo puede ser que un trabajador tan versátil, bien preparado, perciba un salario muy, muy por debajo del resto de empleados de la Administración?”. En este contexto, Miquel Peñarroya advirtió: “Un sargento de las Fuerzas Armadas tiene tres años de formación; que además se le regatean, porque solo le computan 120 créditos, que son el equivalente a 2.000 horas de un técnico superior civil”. “Nuestra formación propia, la militar, no se reconoce, y, por tanto, no se paga”, lamentó.

Opinión

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“Las guardias, el trabajo a turnos, la nocturnidad, la extensión de horarios, la peligrosidad, la continua preparación técnica, la disponibilidad permanente y la movilidad geográfica requieren de una compensación retributiva justa en términos de responsabilidad y equidad en relación con otros cuerpos del Estado”, señaló la Asociación Tropa y Marinería Española en un comunicado conjunto, en el que agregaba que, “vista la evolución de los contactos mantenidos hasta el momento con las autoridades ministeriales en materia salarial, y ante la previsible falta de respuesta adecuada, las asociaciones profesionales están dispuestas a trasladar en octubre sus reivindicaciones a la calle”.

Este periódico contactó con fuentes del Ministerio de Defensa por si querían precisar o aportar su versión sobre este conflicto laboral, pero declinaron realizar cualquier valoración al respecto.

“Exigimos un reconocimiento retributivo a nuestro trabajo, porque a nadie más que al militar, cuando está en cumplimiento de su misión, le exigen que entregue la vida o la arrebate a otro”, resumió Peñarroya. “Se nos pide que matemos y que muramos, y eso no puede ser gratis”, concluyó.