Es noticia
El continuo laberinto judicial que erosiona la vía 'Borgen' de Melilla
  1. España
  2. Andalucía
Enjambre de denuncias y procesos

El continuo laberinto judicial que erosiona la vía 'Borgen' de Melilla

El único diputado de Ciudadanos se convirtió en presidente autonómico con el apoyo de PSOE y CpM para desalojar al PP. Expulsado por el partido, sostiene que sigue en sus filas mientras sortea denuncias

Foto: El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, en el senado. (EFE)
El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, en el senado. (EFE)

Sí, cierto, tienen razón, hay pocas series políticas más manoseadas por los periodistas que 'Borgen', pero en esta ocasión la analogía era irresistible. Como en la ficción danesa, el poder en la ciudad de Melilla lo ejerce el único representante de la quinta fuerza política: Eduardo de Castro, de Ciudadanos. Al menos él sostiene que sigue formando parte de estas siglas. "Me iré del partido cuando yo quiera", asegura desafiante. Ha rechazado el expediente de expulsión que le abrieron tras ser imputado por un juzgado y desconfía del dictamen de la Comisión de Garantías: "Lo controla una dirección que desde el minuto uno tiene claro que me quiere quitar de en medio".

De Castro, un funcionario que asegura que no necesita la política para vivir, "no como otros", se convirtió en presidente autonómico con solo el 5,55 de los votos, pero con el apoyo de los ocho diputados de Coalición por Melilla (CpM), una formación cuyos críticos tildan de promarroquí, y los cuatro del PSOE, deseoso de acabar con la hegemonía del PP y un Juan José Imbroda al que la atomización del voto de centroderecha acabó arrebatando la vara de mando.

Foto: El presidente de Melilla, Eduardo de Castro González. (EFE)

El duro pleno de investidura fue un adelanto de una legislatura que ha estado marcada por acusaciones de todo tipo, improperios, amagos de agresión y una continua judicialización que lleva al todavía presidente a sentenciar que la política melillense, "más que en la Asamblea, se está dirimiendo en los juzgados".

Miembro del Grupo Mixto, ahora se enfrenta a un triple frente jurídico cuyo detonante ha sido su imputación por un presunto delito de prevaricación administrativa relacionado con la concesión del servicio de grúa. Ciudadanos le acusó de haberle ocultado esta circunstancia y la Comisión de Régimen Disciplinario acordó el pasado 30 de marzo su expulsión. Una decisión que, según afirma, se adoptó con "nocturnidad y alevosía" porque se le comunicó "con un correo electrónico enviado a la una y media de la madrugada".

El cabeza de lista de la formación naranja en la ciudad autónoma decidió recurrir porque consideró "vulnerados" sus derechos a la defensa y a la presunción de inocencia. Explica que, desde que tomó posesión del cargo, le han abierto ocho causas judiciales "y todas han sido archivadas o sobreseídas". "Pasará lo mismo con esta y con la que venga después, porque esto es una persecución, una guerra legal, que tiene el PP contra mí", y a la que sostiene que se ha sumado Ciudadanos.

Eduardo de Castro, afirma que Cs, con su expulsión, violó su presunción de inocencia

"No tenían ningún contacto conmigo desde las elecciones y de pronto se acuerdan de mí", reprocha a la Ejecutiva presidida por Inés Arrimadas, antes de expresar su desconfianza por la limpieza del proceso interno que se le abrió: "Los órganos a los que se recurre los controla el partido y quienes lo dirigen tienen muy claro desde el minuto uno que me quieren quitar de en medio". Desde la formación naranja, por su parte, aseguran que el procedimiento ha sido escrupuloso y con todas las garantías.

El argumentario del presidente de Melilla, no obstante, presenta una laguna importante cuando se le cuestiona si estaría incumpliendo la carta ética que suscriben todos los miembros de Cs y que les obliga a cesar de sus cargos si se ven envueltos en algún escándalo. Ante esta posible incoherencia, reitera su confianza en que la actual investigación acabará cerrándose, esgrime su derecho a la presunción de inocencia y seguidamente recuerda: "No he sido citado para juicio oral".

"La carta ética no está por encima de los estatutos y no se puede premiar a los partidos que persiguen a los cargos electos que sencillamente tenemos nuestro propio criterio. Y el mío está por encima del de ellos, porque es mío. Les guste o no a Inés Arrimadas y a Edmundo Bal [portavoz de Cs]", asegura, cimentando su defensa al parafrasear a un magistrado del Tribunal Supremo (TS) que secunda su argumentario.

"No se puede premiar a los partidos que persiguen a los cargos electos", afirma

Reglamento de la Asamblea

El recurso presentado por sus representantes legales fue rechazado por la Comisión de Garantías de Ciudadanos, que en una resolución del 22 de julio ratificó la expulsión y fue el paso previo para solicitar la aplicación del Reglamento de la Asamblea de la ciudad autónoma que lo desplazaría del Grupo Mixto al Grupo de No Adscritos. Este cambio hace pender de un hilo el presente político de De Castro, ya que el artículo 24 del citado marco normativo le permitiría conservar su acta de diputado, pero supuestamente tendría que cesar como presidente.

Así lo cree Ciudadanos, y Juan José Imbroda, que en declaraciones a este periódico aseguró que los pasos legales conducen a la elección de un nuevo gobernante para Melilla. El balón se encuentra ahora en el tejado del secretario general, al que Eduardo de Castro y sus socios han pedido un informe para que determine si tendría que abandonar el puesto o no y que deberá dirimirse en la Mesa de la Asamblea.

Foto: El presidente de Melilla, Eduardo de Castro. (EFE)

"Esperamos que esté listo a final de mes", comenta el líder de los populares, quien considera que su sucesor en la presidencia autonómica "está tratando de dilatar su salida" con lo que considera un "comodín" que puede ser el punto de partida de otro carrusel judicial. Porque, seguro que nadie se sorprenderá, ambas partes avisan de que el caso desembocará ante un juez.

Imbroda adelanta que interpondrá una denuncia por prevaricación si entiende que no se ha cumplido el Reglamento de la Asamblea y De Castro recuerda que "el informe no es vinculante" y que en caso de desacuerdo puede recurrir, "como también podría hacerlo el PP".

El actual presidente se defiende manifestando que el Reglamento que esgrimen los 'populares' y Ciudadanos para solicitar su salida se circunscribe a la Asamblea, y que su cese únicamente está recogido en el Reglamento del Gobierno y de la Administración de la Ciudad Autónoma de Melilla. En su artículo 11.1, contempla, por ejemplo, opciones como una moción de cesura, el deceso o someterse a una cuestión de confianza.

Eduardo de Castro, además, defiende que, aunque se le aplicara el Reglamento de la Asamblea, él no se ha separado de Ciudadanos porque esta formación no obtuvo grupo propio y siempre ha formado parte del Grupo Mixto, por lo que entiende que la normativa avala que mantenga la presidencia. En este contexto añade que "yo no me he ido, a mí me apartan" con un "proceso deproporcionado". También sostiene que la jurisprudencia le avala sobre la conservación o abandono de los cargos.

Duro enfrentamiento

Esta constante batalla legal entre ambos dirigentes evidencia un enfrentamiento que raya lo personal. Ninguno escatima adjetivos, por duro que sea. "Es un títere", dice el expresidente de su sucesor. "Es un corrupto", responde Eduardo de Castro. El PSOE y Coalición por Melilla "no van a encontrar a un mejor presidente para hacer sus fechorías. No tiene ninguna fuerza, por eso está bien remunerado. Está encantado de haberse conocido", replica el primero. "Mienten y están obsesionados. Si me mantengo en el sillón es para que no entren los corruptos", espeta el segundo.

Foto: Melilla Vice: la ciudad más corrupta de España
TE PUEDE INTERESAR
Melilla Vice: la ciudad más corrupta de España
El Confidencial

Y la gresca dialéctica no cesa cuando el popular le reprocha a su adversario que supuestamente "ocultase" la denegación por parte de un juzgado de una serie de medidas cautelares contra su expulsión de Cs, resolución que De Castro defiende que no tenía que hacer pública porque "no se solicitaron como presidente o diputado, sino como ciudadano de a pie que siente vulnerado sus derechos fundamentales".

¿Tránsfuga?

La tercera vía de agua que la oposición quiere abrir en el Gobierno melillense es la declaración de Eduardo de Castro como tránsfuga, lo cual dejaría en una compleja situación al PSOE que trascendería la política local. Fuentes de la Ejecutiva nacional de Ciudadanos consultadas por este periódico consideran que su antiguo compañero ha adquirido esta condición "a todos los efectos: porque ha sido expulsado y no ha entregado el acta". Mientras que Imbroda afirma que este es un caso de transfuguismo "antológico" y sobre el que los socialistas desplegarán "un discurso para cada momento".

El afectado, como es obvio, rechaza esta figura y moldea su exposición para manifestar que, "una cosa son los grupos de la Asamblea, y otra los partidos, que no están por encima de la representatividad de los diputados". Una formación política "no se puede saltar la Constitución, ni el Estatuto de Autonomía, ni al Reglamento de Melilla", recalca, para agregar: "Yo no me he separado de Ciudadanos".

De Castro no se siente un tránsfuga: "No se puede retorcer el voto de los ciudadanos"

"El acta es del diputado, porque tenemos un mandato representativo, no imperativo. Son unos mentirosos. El transfuguismo no es eso. No se puede retorcer el voto de los ciudadanos", afea a quienes le atacan con este asunto, y lanza un dardo a los máximos responsables de Cs cuando añade: "Si las historias de Murcia y Madrid les han salido mal, yo no tengo la culpa".

Vida plena al tripartito

Juan José Imbroda augura que el hipotético cese de De Castro no supondría el fin del tripartito melillense, pero defiende que según los datos que maneja la formación y lo que "transmite la opinión pública, les quedan un año y medio en el Gobierno".

El actual presidente, que reitera su convencimiento de que continuara en el cargo, sin embargo, también piensa a más largo plazo y sondea la posibilidad de un segundo mandato al que concurriría bajo unas siglas aún por determinar. Incluso las de Ciudadanos, sostiene, si gana la disputa legal que mantiene contra la formación y el propio Edmundo Bal, contra el que se ha querellado por llamarlo corrupto. Porque De Castro reitera que, "a día de hoy", sigue perteneciendo al partido. "Me iré cuando yo quiera. A mí no me expulsan por no hacer nada. Voy a demandar e ir hasta al final", insiste.

Foto: El secretario de Organización de Cs, Fran Hervías. (EFE)

"Soy, y seré, porque Ciudadanos va a desaparecer como no espabilemos, el cargo institucional más importante que ha tenido el partido en su historia. Los que hay, están detrás de un presidente autonómico, y no lo digo por presumir, es que es así. Y [la dirección] no habla del único presidente que tiene", confiesa con cierto resquemor hacia sus ex —o no— líderes políticos.

Aunque la posibilidad de comparecer bajo las siglas de Cs parece remota y reconoce que es más factible aunar a todos los críticos de la formación naranja descontentos con la actual dirección. Lo que sí aseguró a El Confidencial es que descarta presentarse como independiente en un partido como el PSOE y transitar un camino similar al de Luis Salvador en Granada. En ese duelo en las urnas parece que volverá a tener enfrente a Imbroda, pero todo hace indicar que antes se verán las caras muchas más veces en la Asamblea de Melilla... Y en los juzgados.

Sí, cierto, tienen razón, hay pocas series políticas más manoseadas por los periodistas que 'Borgen', pero en esta ocasión la analogía era irresistible. Como en la ficción danesa, el poder en la ciudad de Melilla lo ejerce el único representante de la quinta fuerza política: Eduardo de Castro, de Ciudadanos. Al menos él sostiene que sigue formando parte de estas siglas. "Me iré del partido cuando yo quiera", asegura desafiante. Ha rechazado el expediente de expulsión que le abrieron tras ser imputado por un juzgado y desconfía del dictamen de la Comisión de Garantías: "Lo controla una dirección que desde el minuto uno tiene claro que me quiere quitar de en medio".

Melilla Ciudadanos Inés Arrimadas
El redactor recomienda