El PSOE explora la vía jurídica para intentar frenar la moción de censura de Torremolinos

Falta un día para que se celebre el pleno de la moción de censura que previsiblemente dará la Alcaldía de Torremolinos al PP y en el PSOE siguen trabajando contrarreloj para conservar el poder en un municipio simbólico para el partido. Un dirigente estrechamente ligado a Pedro Sánchez como es el diputado Felipe Sicilia estaría impulsando una operación, en la que hay quien también incluye a Juan Espadas, aunque su dirección lo niega, y que sobre el terreno ejecuta el grupo municipal. ¿El objetivo prioritario? Estudiar cualquier opción jurídica para detener el proceso y tratar de convencer como sea al concejal tránsfuga Nicolás de Miguel, que fue candidato de Cs a lendakari en el País Vasco, para que dé marcha atrás y finalmente no apoye a los populares. Unas negociaciones complicadas de las que habría sido apartado el actual alcalde torremolinense, José Ortiz, que habría generado un gran malestar entre sus compañeros por reunirse con la candidata del PP, Margarita del Cid, para acordar un trasvase de poder sin sobresaltos.

La duración del encuentro oscila según las personas preguntadas. Hay quien habla de diez minutos, y otros lo elevan a 40. Además, no habría sido el único. Lo que está claro es que se abordaron principalmente cuestiones de forma, habría ahondado un supuesto distanciamiento del regidor con sus ediles, según señalaron distintas fuentes consultadas por este periódico, que intuyeron en Ortiz un cierto desencantamiento.

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Esta hipotética ruptura coincide con el perfil bajo mantenido por la ejecutiva provincial desde que saltó la noticia de la moción. Ni un comunicado contundente, ni un acto con pesos pesados a nivel regional y nacional, ni una fotografía escenificando el respaldo a Ortiz. Lo más parecido a un desagravio, unas palabras y unos pocos aplausos en el congreso provincial celebrado el pasado fin de semana. Un gesto de cariño que sonó más a despedida que a una arenga.

La supuesta quiebra en el equipo de Gobierno de Torremolinos tuvo su reflejo el martes, cuando su portavoz, Maribel Tocón, mostraba su extrañeza por la cita del alcalde con Del Cid. Fue en una rueda de prensa en la que compareció para dar una noticia de otro partido, ya que Tocón citó a los medios para informar de que la dirección de Por Mi Pueblo, formación independiente a la que está vinculado el último alcalde del PP, Pedro Fernández Montes, ha solicitado la expulsión de su única concejala por secundar la moción.

Los socialistas podrían pedir un informe que determine si la edil clave puede votar o no

La situación en la que se encuentra Avelina González, como se llama la edil, es una de las vías que explora el PSOE para frenar el cambio de Gobierno. Ha sido expulsada por su partido, pero aún no ha podido formalizar su paso al Grupo de No Adscritos, por lo que se encuentra en un limbo que los socialistas están escudriñando. Para ello están revisando mociones pasadas y estudiando posibles vías de acción jurídicas. Un paso que está sobre la mesa sería pedir un informe al secretario general del Consistorio sobre la legalidad o no del voto de la concejala, lo que podría situar la moción ante un doble escenario: primero, que se solicite su retraso hasta que se pronuncie el funcionario; y segundo, proseguir con el riesgo de que en un futuro la justicia deje sin efecto el pleno.

Otras fuentes sondeadas sostuvieron que "no hay duda" sobre la coindición de no adscrita de la edil, y que el propio alcalde la habría certificado por escrito; por lo que consideran que podrá votar sin ningún problema y entienden que la baza legal que han estudiado en las filas del PSOE no tiene recorrido alguno.

"Según la última sentencia emitida por el Tribunal Supremo (TS), la señora González no podrá formar parte de ningún futuro gobierno municipal", advertía Tocón, antes de poner el foco en otra persona cuyo voto es necesario para el relevo en la Alcaldía: el exedil de Ciudadanos Nicolás de Miguel.

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El que fuera líder de la formación naranja en la localidad dio la mayoría a la coalición de socialistas y Adelante Torremolinos tras pasarse al Grupo de No Adscritos y seguir los pasos de una tránsfuga de Vox. Ahora, ha decidido romper esta alianza y hacer posible la suma de PP y Cs, que estará apoyada exteriormente por el único edil del partido de Santiago Abascal y queda a la espera de ver cómo evoluciona la situación de González, que en un principio tenía pensado dirigir alguna concejalía.

La portavoz socialista apeló a "la responsabilidad del concejal Nicolás de Miguel, que tiene en su mano no favorecer la ratificación de una moción de censura" que —según aseguró— "se tambalea" por la decisión de Por Mi Pueblo. Maribel Tocón afirmó que "me tengo que dirigir a través de los medios de comunicación —a este edil— porque ha estado permanentemente escoltado por Avelina González".

Esta misma circunstancia apuntaron algunas fuentes consultadas, que señalaron que De Miguel está prácticamente aislado y que está resultando muy complicada cualquier tarea de acercamiento. No obstante, otras señalaron que el edil, "que dio el paso convencido", ha hecho vida normal, aunque sí deslizaron que se habria 'protegido' para sortear los intentos de los socialistas para convencerlo.

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Dirigentes de peso en el partido como Felipe Sicilia estarían estimulando estos intentos por retener la Alcaldía de Torremolinos y que en las filas del PP consideran desesperados. En el epicentro de la operación también hay quien sitúa a Juan Espadas, hecho que han negado a este periódico fuentes de su Ejecutiva.

Aunque sería un esfuerzo totalmente lógico. Este fue el municipio en el que el secretario de organización andaluz tomó posesión de su cargo y el lugar en el que se escenificó la capitulación del 'susanismo' ante un Pedro Sánchez que consolidó su poder absoluto sobre la organización. Además, no se puede olvidar que esta localidad ha adquirido una simbología casi totémica en el ecosistema socialista, ya que es una localidad muy vinculada al movimiento LGTBI, que, sin embargo, posibilitó con su voto 20 años de gobierno ininterrumpidos de los populares.

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Este periódico también se puso en contacto con Sicilia para abordar este asunto y su papel en esta operativa sin obtener respuesta.

Las fuentes del PP sondeadas expresaron su tranquilidad por el desenlace de una moción que afirman que está "atada". Reconocen que el nuevo estatus de Avelina González supone un contratiempo inesperado, pero confían en que no frenará el cambio de Gobierno. Pero en las filas de su principal adversario político recurren al refranero popular para lanzar un aviso: "En una moción de censura, hasta el rabo, todo es toro". El próximo lunes se despejarán todas las incógnitas.