'Tomate' triturado de hachís: el método del Clan del Sur para ocultar la droga

El Clan del Sur, el entramado criminal que extendía sus tentáculos en el puerto de Algeciras corrompiendo a agentes que controlaban el transporte de mercancías, introducía “con cierta frecuencia” alijos de 20 toneladas de hachís y tenía a su disposición dos 'fábricas' con maquinaria para triturar hachís y así poder ocultarlo mejor en dobles fondo. Las autoridades elevan a más de 1.000 millones de euros el golpe económico asestado al narco.

La Policía Nacional y la Guardia Civil ofrecieron este miércoles detalles de la operación Corsini-Imperium, adelantada por El Confidencial, en la que se han desmantelado las dos organizaciones que controlaban la ‘autopista’ del tráfico de drogas a través del Estrecho: el Clan de Tánger y el Clan del Sur. Ambas habían tejido un entramado corrupto en los puertos de Tánger y Algeciras, sobornando a agentes de distintos cuerpos que supuestamente facilitaban el acceso de los camiones o contenedores cargados de droga. Sustancia que, como se aprecia en las imágenes, no se preocupaban en ocultar porque habían pagado para asegurarse un paso por la frontera sin sobresaltos.

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Ha llegado a documentarse policialmente que por esta ruta han pasado aproximadamente 170 toneladas de droga. En el caso de la introducción de cocaína, precisaron las citadas fuentes, llegaba a España procedente de Colombia y de Costa Rica, países en los que los líderes de esta organización mantenían contactos directos con los proveedores. Se le considera responsable de la introducción de 16 toneladas de sustancia que llegaron en contenedores marítimos desde Sudamérica, destacando la aprehensión de 9.000 kilos en abril de 2018. Fue considerada la mayor aprehensión de esta droga efectuada en Europa.

El hachís, como es lógico, tenía su origen en Marruecos. Esta sustancia, en ocasiones, se moldeaba con forma de tomates, sandías o melones; y los dos primeros palets que se encontraban al abrir la puerta trasera del remolque llevaban realmente estos productos para tratar de despistar. Los sistemas de ocultación que utilizaban eran muy burdos, consecuencia de la tranquilidad que tenían de que no iban a ser interceptados.

La investigación comenzó cuando agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) Costa del Sol, pertenecientes a la Comisaría de Fuengirola, localizaron una nave en Alhaurín de la Torre (Málaga) en la que fueron incautadas 13 toneladas de hachís con forma de tomate. Días más tardes, eran los investigadores del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de Málaga de la Guardia Civil los que interceptaban un camión “cargado” de hachís. Se detectó un nexo común entre ambas investigaciones y los dos cuerpos decidieron trabajar conjuntamente para llegar hasta la desarticulación de ambos clanes.

El 'modus operandi' era siempre el mismo. Una vez que pasaban los 'supuestos' controles del puerto de Algeciras, los camiones llegaban a distintos puntos de la provincia de Málaga, donde se descargaban y se iniciaba el proceso de distribución. El hachís, en ocasiones, con su forma simulada, se metía en sacos y se transportaba a su destino; en otras, se molía para rellenar dobles fondos para transportarlo de forma más discreta. Para ello disponían de dos 'fabricas' en las que se trituraba y donde se hallaron la maquinaria necesaria y las piezas de madera dotadas de dobles fondos para ser rellenadas de droga.

Al menos ocho agentes se encuentran entre los 61 arrestados en la operación Corsini-Imperium

Los tentáculos de esta organización les han permitido tener en nómina a varios funcionarios policiales, algunos de los cuales, por su destino en el puerto de Algeciras, facilitaban la salida de los camiones con droga salvando los preceptivos controles, mientras que otros colaboraban facilitando información policial sensible a los jefes de la organización, lo que les ha permitido salir impunes de muchas investigaciones policiales.

En total, han sido detenidos al menos ocho agentes: cuatro guardias civiles, a los que se une un quinto que es investigado no detenido, un policía nacional destinado en Ceuta, investigado por revelación de secreto, un auxiliar administrativo de Aduanas, así como un ex policía local de fuera de la región que se había asentado en tierras andaluzas.

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El cabecilla de este supuesto entramado corrupto era un miembro el Instituto Armado que residía en el municipio malagueño de Rincón de la Victoria y cuya ascendencia sobre el resto hacía que acatasen sus instrucciones. El Clan del Sur en su conjunto era liderado por un individuo de origen magrebí que se encuentra fugado.

El Proyecto de Análisis de la Corrupción de Europol apoyó esta investigación, considerada por algunos como el mayor golpe al narcotráfico dado en el país. Para ello, facilitó información valiosa y soporte analítico. Asimismo, durante los registros y detenciones, desplazó un especialista y dos analistas provistos de sendas oficinas móviles para efectuar consultas en tiempo real, así como para la extracción de datos de los dispositivos electrónicos incautados.

Esta operación ha permitido la completa desarticulación de la organización criminal más importante asentada en el Campo de Gibraltar y que se dedicaba a introducir grandes cantidades de hachís y cocaína, que posteriormente distribuía en países europeos. Ambos cuerpos concretaron las cifras publicadas por este periódico cuando señalaron que se han aprehendido 83.683 kilos de resina de hachís, 9.768 de cocaína y 28 de marihuana. Aunque también se le imputa documentalmente la introducción en España de otras 67,2 y 6,2 toneladas de hachís y cocaína, respectivamente.

En total, han sido detenidas 61 personas y se han tramitado siete órdenes internacionales de detención (OID) relacionadas con la investigación. En los 34 registros domiciliarios practicados, se han incautado cinco armas de fuego —entre las que destaca un AK-47 de oro y brillantes—, nueve camiones, siete remolques frigoríficos, 27 turismos, 18 relojes de lujo, un diamante, 10 piedras preciosas y numerosas obras de arte —pendientes de autentificar—, algunas de ellas firmadas por Erik el Belga.

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Las autoridades han bloqueado y embargado 26 propiedades inmobiliarias valoradas en más de tres millones de euros y 17 vehículos a motor valorados en más de 400.000 euros. Y han duplicado el dato ofrecido inicialmente y estiman que el quebranto sufrido por esta red delictiva gracias a esta operación supera los 1.000 millones de euros.

La investigación ha sido coordinada en España por el Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga y por la Fiscalía Delegada Antidroga de Málaga.