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El mar devora la playa de Balerma: desde los 80 la franja de arena ha pasado de 20 a 8 metros
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LOS APORTES DE ARENA NO SIRVEN

El mar devora la playa de Balerma: desde los 80 la franja de arena ha pasado de 20 a 8 metros

La puntilla, según los vecinos, son unos espigones que el ahora Ministerio de Transición Ecológica proyectó en 2015. Un club náutico ha interpuesto una denuncia contra el Gobierno central

Foto: Vista de la playa de Balerma, en Almería. (YouTube)
Vista de la playa de Balerma, en Almería. (YouTube)

Han transcurrido más de dos décadas desde que se detectaron los primeros cambios y los habitantes de Balerma siguen siendo testigos de la erosión que sufre su costa, cada vez más acelerada. Los rellenos de arena a los que se recurre cuando los temporales arrasan la línea de costa, y que surten efecto en otros lugares de la provincia almeriense, ya no son factibles. Los aportes, a los dos, tres meses, son engullidos por un mar ansioso que no tiene piedad con una tierra que históricamente ha vivido de él. Han sido infinitas las reuniones con las administraciones, recogidas de firmas, envíos de peticiones, concentraciones y manifestaciones, hasta el punto de crear una Plataforma vecinal por la Defensa de Balerma. Los vecinos no cesan en su búsqueda de soluciones para revertir una situación que califican de "dramática", con los consiguientes problemas de pérdida de playa, de riesgo para el Paseo Marítimo y las viviendas que lindan con él e incluso del evidente riesgo de inundación de los invernaderos de la zona de Las Cuevecillas. Y aunque hace años que el deterioro es inexorable, la puntilla, según denuncian, fueron unas obras aprobadas en 2015 por al ahora Ministerio para la Transición Ecológica.

Foto: Calonge, en la Costa Brava. Esto hace 10 años era una playa. (Jose Luis Gallego)

Balerma, llamada Malerva en la antigüedad, se ubica en la costa occidental del término municipal de El Ejido, delimitada por la rambla de Balanegra, Guardias Viejas y el mar Mediterráneo. Históricamente, el pueblo ha sido siempre pesquero, pero en la actualidad sus más de cinco mil habitantes viven, principalmente, de la agricultura bajo plástico. Balerma cuenta con más de 6,5 kilómetros de costa, la cual en los últimos años está sufriendo un importante retroceso. Hay puntos en los que el agua ya ha llegado al paseo marítimo y a las viviendas. Incluso ha engullido varios invernaderos. Todo a un ritmo acelerado por no tener suficiente arena.

La denuncia contra Costas

En abril de 2015, la Dirección General de Costas decidió construir cinco espigones de 50 metros de longitud en la playa de Balanegra. Las obras se incluyeron en el Plan Litoral 2015, que se presentó en Almería en mayo de ese año. Como consecuencia de las construcciones, las playas situadas a levante de Balanegra, el litoral de Balerma, empezaron pronto a notar los efectos de la erosión. Así se reconoció en un informe técnico elaborado por el CEDEX para el Ministerio para la Transición Ecológica en mayo de 2019. Este informe señala a los espigones como la "causa de la reducción de aportes sedimentarios”. Es decir, admite que estas infraestructuras son las que estarían provocando la interrupción del trasvase natural de arena de poniente a levante, quedándose los arenales, especialmente el de Las Cuevecillas, sin estos aportes.

placeholder Vista de la playa de Balanegra de Almería. (EFE/Carlos Barba)
Vista de la playa de Balanegra de Almería. (EFE/Carlos Barba)

En noviembre de 2021, se admitió a trámite una denuncia interpuesta por el Club Náutico de Balerma contra la Dirección General de Costas por un posible delito contra el medio ambiente. De esta manera, el Juzgado de Primera Instancia Número 1 de Berja investigará los daños que se han producido en los arenales y ya ha solicitado a Costas el expediente completo de las obras de emergencia efectuadas en el municipio. La denuncia, además de depurar responsabilidades, busca que se ejecute una actuación urgente para salvaguardar el equilibrio de las playas de Balerma, así como su defensa ante el retroceso al que están sometidas y por el que se advierte un avance progresivo acelerado a corto plazo.

Antonio López Jimena, presidente de la Plataforma por la Defensa de Balerma, sostiene que si bien el retroceso comenzó mucho antes, a partir de 2015, con la intervención, "la regresión es muy grave”. Hay tramos de Las Cuevecillas, que cuenta con una longitud aproximada de un kilómetro, en los que han desaparecido entre 15 y 26 metros. La arena de estas zonas se puede considerar totalmente perdida y ahora sólo hay sedimentos de grava de un calibre grande. Por otro lado, la playa al oeste de Balerma ha retrocedido entre 15 y 25 metros. Los temporales de este año han sometido a una gran erosión a la berma del arenal, cuyas pérdidas superan los cinco metros. En la zona cercana al pueblo la berma está desapareciendo, así como en el área de dunas, junto al actual varadero, poniendo en peligro la flora costera (la amapola marina, la azucena del mar...).

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Piedras donde antes había arena en la playa de Balerma. (Cedida)

López Jimena asegura que “la playa de la localidad ha sufrido una erosión considerable desde la construcción del puerto de Adra”. “Han desaparición viviendas en primera línea de playa”, apunta, al tiempo que echa mano de las mediciones de un vecino de la localidad. Si en 1941 la playa medía 36 metros, en 1982 eran 21 y hoy son entre cinco y ocho. La puntilla, según los vecinos, han sido los espigones.

Desde la Plataforma sostienen además que desde la construcción de estas infraestructuras no se ha realizado ninguna actuación, tan sólo se ha optado por los aportes de arenas, que no son más que "parches" que cada vez duran menos por la "agresividad de la dinámica del litoral”. Para los responsables del Club Náutico y para los miembros de la Plataforma la solución está en las manos de Costas.

¿Qué ha hecho Costas?

Desde mediados de 2018 se han mantenido numerosas reuniones, en Madrid y en Almería, para avanzar en soluciones. Igualmente, a lo largo de este tiempo se ha redactado y finalizado la 'Estrategia de protección de la costa considerando los efectos del cambio climático', según explican fuentes del Servicio Provincial de Costas de Almería. Este documento, que se inició en febrero de 2019 y finalizó en octubre de 2021, “pretende aplicar un enfoque integrado a las soluciones que se den en la costa, teniendo en cuenta todos los factores con la evolución del litoral, el riesgo de inundación, las ocupaciones de dominio público, los problemas de erosión y los efectos del cambio climático”. Todavía no se ha presentado en Almería. En uno de los anexos del documento, se reconoce que la situación de la playa de Balerma obliga a tomar medidas urgentes, se considera “prioritaria en el corto plazo”.

placeholder El fuerte oleaje se come la primera línea de la playa de Aguadulce durante el temporal que azotó la costa andaluza el pasado abril. (EFE/Carlos Barba)
El fuerte oleaje se come la primera línea de la playa de Aguadulce durante el temporal que azotó la costa andaluza el pasado abril. (EFE/Carlos Barba)

Para no perder más tiempo, y después de que el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, llegase a un acuerdo con Costas, el departamento sacó en marzo de 2022 dos asistencias técnicas. La primera, un estudio de soluciones o alternativas. Con un presupuesto de 111.483 de euros, cuenta con un plazo de nueve meses de ejecución. Es decir, a comienzos de 2023 debería saberse cuál es la solución “definitiva” para la playa. Este proyecto está pendiente del inicio del trámite económico. Se prevé que salga a licitación en muy breve plazo.

Y “se está redactando un pliego para la asistencia técnica de un estudio de caracterización sedimentológica”, apuntan desde Costas sobre la segunda de las iniciativas. Consistirá en estudiar los bancos de arena más cercanos a Balerma para ver si sirven para regenerar la playa. Este proyecto tiene seis meses de plazo y cuenta con un presupuesto de 1,07 millones de euros. Y según señalan también “saldrá a licitación en muy breve plazo”.

Foto: Olas en la playa de El Zapillo de Almería. (EFE/Carlos Barba)

A todo lo anterior, se suman las distintas aportaciones que se han hecho en las diferentes obras de emergencia. Desde 2019 hasta 2022, se han vertido más de 54.000 metros cúbicos, con un presupuesto por encima de los 687.000 euros. Tras los últimos temporales, los registrados antes de esta Semana Santa, se regeneraron con aportes las playas de Roquetas de Mar, Vera, Carboneras, El Ejido y Pulpí. En el término municipal de El Ejido, se trasvasaron 22.550 metros cúbicos a la playa de Balerma y 9.380 a la de Guardias Viejas. El presupuesto total fue de 362.376 euros. No obstante, fuentes de la Delegación del Gobierno en Almería reconocen a El Confidencial “la urgencia de las actuaciones para revertir el grado de deterioro que sufre el litoral de Balerma”. "El nivel de erosión es muy preocupante”, conceden.

Han transcurrido más de dos décadas desde que se detectaron los primeros cambios y los habitantes de Balerma siguen siendo testigos de la erosión que sufre su costa, cada vez más acelerada. Los rellenos de arena a los que se recurre cuando los temporales arrasan la línea de costa, y que surten efecto en otros lugares de la provincia almeriense, ya no son factibles. Los aportes, a los dos, tres meses, son engullidos por un mar ansioso que no tiene piedad con una tierra que históricamente ha vivido de él. Han sido infinitas las reuniones con las administraciones, recogidas de firmas, envíos de peticiones, concentraciones y manifestaciones, hasta el punto de crear una Plataforma vecinal por la Defensa de Balerma. Los vecinos no cesan en su búsqueda de soluciones para revertir una situación que califican de "dramática", con los consiguientes problemas de pérdida de playa, de riesgo para el Paseo Marítimo y las viviendas que lindan con él e incluso del evidente riesgo de inundación de los invernaderos de la zona de Las Cuevecillas. Y aunque hace años que el deterioro es inexorable, la puntilla, según denuncian, fueron unas obras aprobadas en 2015 por al ahora Ministerio para la Transición Ecológica.

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