La receta de Ismael Beiro para Cádiz: Ibiza como ejemplo, multinacionales y más turistas
El ganador de Gran Hermano y candidato a la Alcaldía cambiaría el PGOU para levantar bloques de pisos, abriría los comercios hasta la madrugada y buscaría alternativas hoteleras al patrimonio abandonado
Ismael Beiro pide permiso a dos señoras para sentarse en un banco de Loreto, el barrio que le vio crecer en Cádiz. Ambas reconocen al que fuera su vecino y acceden gustosamente a hablar con él entre caricias, bromas y algún que otro piropo. "Ese local se ha quedado vacío y dicen que va a abrirlo un moro", comenta una de ellas para ponerle al día. "Podríamos preguntar por el precio para poner ahí la sede del partido, ¿no?", propone sobre la marcha Beiro, candidato a la Alcaldía de Cádiz, antes de prometerle más políticas para las personas mayores.
El ganador de la primera edición de Gran Hermano es el único candidato confirmado hasta el momento para las próximas elecciones municipales. El alcalde, José María González, ‘Kichi’, (Adelante Cádiz), acusa el desgaste de su figura y admite su intención de no repetir, su coalición de izquierdas podría presentarse con dos marcas distintas y los grandes partidos buscan desesperadamente un candidato con tirón. Mientras, Ismael Beiro se da a conocer por la ciudad y, aunque a muchos le sonaba a broma, parece que va en serio.
En una entrevista en su barrio natal, desliza alguna de sus ideas para una ciudad con la mayor tasa de paro entre las capitales de provincia, un 23,8%, sin espacio para crecer y con una sangría poblacional de 1.000 personas menos cada año. Preguntado por medidas concretas, ofrece soluciones aparentemente sencillas a problemas complejos. Algunas parecen difícilmente ejecutables y otras pueden diferir del consenso político y social: cambiar el PGOU para levantar bloques de pisos "sin miedo"; ofrecer facilidades a los CEO de las multinacionales para que vayan a Cádiz a generar empleo; permitir que los comercios abran hasta la madrugada para atraer más turistas; y buscar alternativas, hoteleras o de restauración si es necesario, a las joyas patrimoniales abandonadas.
En octubre se mudará de Madrid a Cádiz para estar en la calle a diario y visitar a "todos los colectivos y asociaciones de la ciudad". Lo hará de la mano de Andalucía Por Sí, partido constituido tras la descomposición del antiguo Partido Andalucista que ya gobierna en varios ayuntamientos, aunque Beiro está formando un equipo de profesionales y personas de confianza para su lista.
Uno de ellos es Javier Astorga, empresario, vecino y amigo de la infancia. Según cuenta, un joven Ismael dijo un día que iba a presentarse a un concurso televisivo con cámaras activas las 24 horas y "nadie le echó mucha cuenta". A las pocas semanas salían tres autobuses completos desde el barrio hacia Madrid para apoyar a su vecino, que arrasaba en prime time con su camiseta del Cádiz CF y su gorrito playero. Javier Astorga aparecía en el plató de Gran Hermano y su amigo se había convertido en una estrella. "Él siempre ha sabido ganarse a la gente", cuenta.
Ismael Beiro supo gestionar el éxito y ha mantenido vínculos con la ciudad. De hecho, tiene un bar y una casa en el centro de Cádiz y su esposa es gaditana. Además, se dedica a la producción de festivales y espectáculos por todo el país y recientemente ha escrito un libro sobre trading —especulación de activos financieros—.
— ¿Dejaría todos esos negocios si llega a ser alcalde?
— A mí es que me gusta tanto trabajar que prefiero sacrificar otras cosas… Viviré en Cádiz, pero hoy se puede hacer todo a distancia con el móvil. Y con dormir cuatro horas al día tengo suficiente.
¿Ni de izquierdas ni de derechas?
Según los que le rodean, sus posibilidades en las municipales pasan por acabar con las etiquetas negativas de su pasado televisivo. En un escenario favorable, su indefinición —no concreta líneas rojas a la hora de pactar— podría llevarle a ser llave de Gobierno. Hay quien encuentra en él una cara conocida con opciones de convencer a ciertos sectores de la población. Y lo cierto es que en las distancias cortas mantiene el carisma que le llevó al éxito.
Beiro insiste en sus entrevistas en su trayectoria profesional y dice ser "gestor" en vez de "político". No es "ni de izquierdas ni de derechas", sino "de Cádiz", "muy independiente", y gobernaría el Ayuntamiento "como si fuese una empresa". Pero, ¿qué esconde ese discurso? ¿Qué haría Ismael Beiro si consiguiera el bastón de mando?
Más turismo
El candidato considera que el turismo, principal fuente de ingresos en la ciudad, "no está bien explotado". "Debemos atraer más gente y el gaditano debe aceptar que vive en un paraíso donde a todo el mundo le gusta estar. Los gaditanos somos personas amables, hospitalarias y serviciales, lo llevamos en los genes". Cádiz, dice, necesita "más camas de hoteles".
— ¿Alguna medida para sacar más rendimiento al turismo?
— Hay que tener una categoría de ciudad de gran paso turístico. Málaga la tiene, pero hay que formalizarlo ante la administración para que los horarios cambien: así los restaurantes y comercios cerrarán más tarde.
El alcaldable se refiere a la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), una categoría que permite la liberación de los horarios comerciales. El actual equipo de Gobierno rechazó recientemente esta posibilidad con el apoyo de los agentes sociales. Beiro, sin embargo, cree que ampliar los horarios "hasta las tres de la mañana" o los festivos sería positivo.
— ¿Por qué?
— Porque así el que viene de fuera puede comprarse un pañuelito, una camiseta o estar hasta la madrugada en un chiringuito. Así evitaríamos la fuga de turistas a otros municipios, consumirán más y los dueños de los negocios contratarán más gente.
En otras cuestiones, considera que es necesario un "equilibrio" entre la vivienda turística y residencial, está a favor de la imposición de una tasa turística de 50 céntimos por día y propone iluminar las playas por la noche.
Facilidades a las empresas
En cualquier caso, Beiro reconoce que Cádiz necesita "trabajo indefinido no precario". "Y para eso debemos atraer inversiones de todo tipo" y pensar a lo grande: "Multinacionales como Amazon, Google, Oracle, Vodafone, Telefónica y lo que haga falta".
— ¿Pero por qué van a venir las grandes empresas a una ciudad desindustrializada con cierres continuados durante las últimas décadas?
— El alcalde y los concejales iremos a ver a los directores generales para decirles que una ciudad llamada Cádiz tiene suelo municipal y lo pone a su disposición para que traigan sus instalaciones. Debe llegar a los oídos de las empresas que Cádiz da facilidades para traer inversiones siempre que se comprometan a que un 70 o 80% de la plantilla sean censados en la ciudad.
Viviendas en una ciudad sin espacio
Otro de los grandes problemas de la ciudad está en la oferta residencial. Cádiz no tiene más terreno por donde crecer y los precios de alquiler y compra-venta siguen subiendo. Según un informe de Idealista, casi el 60% de los alquileres supera los 750 euros mensuales. Además, la ciudad es la capital andaluza más cara para comprar una vivienda, con precios que superan los 2.500 euros por metro cuadrado. Es, junto a la falta de empleo, el principal motivo por el que cada vez menos gaditanos se quedan a vivir en la ciudad.
— ¿Qué solución propone para el problema de la vivienda?
— Hay que modificar el PGOU y en la parte nueva de la ciudad, de las Puertas de Tierra hacia fuera, construir hacia arriba. Es la única forma en un espacio tan limitado como Cádiz: crear un barrio nuevo en la Zona Franca —principal centro logístico y sede de empresas del término municipal— con torres de 30 plantas hacia arriba, sin miedo… y tener viviendas con precios razonables. Con 30 plantas con ocho viviendas por planta serían 240 familias que viven ahí. Si en cada piso hay cuatro personas son 1.000 personas. A lo mejor conseguimos que muchos gaditanos vuelvan a Cádiz. Sería el barrio de la Zona Franca.
Patrimonio histórico
El candidato también abre posibilidades hasta ahora descartadas en algunos de los proyectos estancados de la ciudad. Por ejemplo, en el caso del edificio de Valcárcel. Esta joya patrimonial abandonada frente a la playa La Caleta fue durante años un símbolo del Cádiz del 15-M que aupó la figura de Kichi: en 2011, tras una apuesta hotelera fallida por los costes que suponía la rehabilitación, un grupo de personas okupó el edificio y lo convirtió en un espacio cultural autogestionado hasta su desahucio.
Las administraciones proyectaron allí la nueva Facultad Universitaria de Ciencias de la Educación para revitalizar la zona sin necesidad de proyectos turísticos. Sin embargo, tras años de disputas por ver quién financia las obras, Beiro no descarta volver a ofrecerla a las cadenas hoteleras.
— ¿Cómo desatascaría el proyecto de Valcárcel?
— Allí se puede poner un hotel de cinco estrellas porque el encanto de La Viña no lo tiene ningún otro barrio en España. También un centro cultural multiusos con hostelería, locales de ocio, alimentación… Ahí tienen cabida muchos proyectos, pero hay que llevarlos a cabo.
— Pero está proyectada la Facultad de Educación.
— Hay que preguntar a las distintas administraciones si tienen pensado algo. Si no podemos transformarlo en un centro de ocio desde el Ayuntamiento de Cádiz. Habría que estudiarlo, ver cuál es la protección del edificio y hasta dónde podemos llegar… Pero, con todos mis respetos, yo le daba salida. Se podría alquilar a una cadena hotelera, pongamos un ejemplo, por un millón de euros anuales. Pues ya es un millón más para las arcas municipales. Igual que ha sido un centro educativo puede convertirse en un hotel o en un centro de negocios, también con espacio para quien quiera alquilarlo: una cadena de restaurantes importante o, no sé, Primark.
Otro de los grandes proyectos estancados es el Castillo de San Sebastián, situado en un islote junto a la ciudad y cerrado a cal y canto desde hace años. Ninguna de las administraciones quiere hacerse cargo de él por el coste que supondría su rehabilitación.
— ¿Qué propondría para el Castillo de San Sebastián si llega a ser alcalde?
— Es un enclave único para poner allí lo que quieras: desde un centro de interpretación hasta una escuela relacionada con la actividad subacuática o el desarrollo politécnico-naval…. O un hotel o un restaurante de varias estrellas Michelin, sí. Eso sumaría a la ciudad porque sube de categoría el nivel de la hostelería. Siempre cuidando la seguridad y la conservación del monumento.
¿Cuál es el modelo a seguir?
Ismael Beiro redactará su programa político "escuchando a todos" y fijándose en lo mejor de cada partido o colectivo. De cara a los pactos, asegura que su candidatura podría llegar a acuerdos con "cualquier formación cuyos intereses sean Cádiz, no su propio partido". "Estamos en un lugar privilegiado y Cádiz puede ser uno de los destinos más importantes de Europa".
— Para terminar, ¿qué ciudad debe ser un ejemplo?
— Hay muchas que funcionan muy bien y debemos coger lo bueno de cada una: Benalmádena tiene un modelo sostenible, Málaga la capacidad de atraer inversores para generar empleo, Tenerife… O Ibiza, por su valentía.
— ¿Valentía?
— Sí, porque convive todo el año con miles y miles de turistas. Y quintuplican la población, sí, pero allí está todo el mundo trabajando: todas las viviendas alquiladas, todo el mundo disfrutando y nadie en paro. También hay que fijarse en la viveza que está cogiendo Vigo gracias al alcalde que tiene. Al final son apuestas municipales de un equipo de Gobierno acompañado de asesores, en nuestro caso de profesionales, para acabar con las lacras de la ciudad: la desigualdad, la falta de aparcamiento, el desempleo… Y que los gaditanos de una vez por todas puedan tener los bolsillos llenos de dinero y cada uno pueda gastarlo donde antes no.
Ismael Beiro pide permiso a dos señoras para sentarse en un banco de Loreto, el barrio que le vio crecer en Cádiz. Ambas reconocen al que fuera su vecino y acceden gustosamente a hablar con él entre caricias, bromas y algún que otro piropo. "Ese local se ha quedado vacío y dicen que va a abrirlo un moro", comenta una de ellas para ponerle al día. "Podríamos preguntar por el precio para poner ahí la sede del partido, ¿no?", propone sobre la marcha Beiro, candidato a la Alcaldía de Cádiz, antes de prometerle más políticas para las personas mayores.
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