El PP de Sevilla emerge como eslabón débil del plan de Moreno para la conquista territorial

Juanma Moreno despliega este sábado a los candidatos del PP a las ocho capitales andaluzas, una suerte de ejército llamado a extender por las provincias el éxito que el malagueño logró el 19 de junio. Los hay que parten con buen pronóstico, como ocurre en Málaga y Almería, dos bastiones de la formación. Todos tienen claro que mejorarán sus números respecto a hace cuatro años, el peor momento de los populares en unas municipales. Pero hay una provincia, Sevilla, que tiene encima todos los focos porque es donde el partido parte con mayor desventaja.

De los 105 ayuntamientos que hay en Sevilla, menos de una decena está en manos de un alcalde popular, por 72 que tienen a un regidor socialista. El dato habla por sí solo, aunque hay que tener en cuenta que los números serían muy distintos si el PP se acercase a los 366.389 votos que cosechó el 19-J. En 2019 se quedaron a la mitad y lograron 255 concejales frente a los 720 que obtuvo el PSOE, que siempre ha gobernado la Diputación de Sevilla con mayoría absoluta.

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Carlos Rocha. Sevilla

Juanma Moreno fijó como objetivo en junio la victoria del PP en la provincia de Sevilla, algo que no había ocurrido nunca desde la restauración de la democracia. El vuelco se produjo ganando en lugares inéditos. En Utrera, una ciudad de 50.000 habitantes a media hora de la capital, los populares sacaron 15 puntos al PSOE, a pesar de que no cuentan con concejales en su Ayuntamiento. El equipo de Moreno recordaba esa realidad en la noche electoral para ilustrar la magnitud de la victoria.

En aquella campaña, el PP tuvo que recordar a sus potenciales votantes que Juanma Moreno solo aparecía en la papeleta de Málaga, la circunscripción por la que se presentaba. Ahora se encuentran con el mismo problema, multiplicado por 785, el número de municipios que hay en la comunidad. Por eso, el presidente dejó clara la consigna de buscar a los mejores candidatos para cada lugar, quien mejor encarnase los valores de moderación que lo auparon a una mayoría absoluta histórica. En las capitales, el propio Moreno, en sintonía con Génova, se ha encargado de garantizarlo. Pero es en Sevilla donde, quizás, se antoja más complicado.

Hay que tener en cuenta que la dirección de los populares en la provincia es casi novata. El actual presidente provincial, Ricardo Sánchez, llegó en octubre a la cúpula con las bendiciones de Moreno. Es la primera vez que el malagueño tenía manos libres para colocar a un dirigente totalmente afín desde que se hizo con el mando del PP andaluz, en 2014. Hasta este otoño, quien estaba al frente del partido era Virginia Pérez, que provocó varios dolores de cabeza al presidente de la Junta, con varias pugnas orgánicas contra el aparato regional.

Pérez hizo las veces de punta de lanza de Teodoro García Egea en sus intentos de influir en el PP andaluz, pero el cambio en Génova y la victoria apabullante de Moreno minaron su poder. Llegó a un acuerdo con el líder malagueño que le permitió seguir en el Parlamento, con una presidencia de comisión (lo que supone un plus en el sueldo), pero dejó paso a Ricardo Sánchez. En el PP son conscientes de esta debilidad y por ese motivo pilotan desde la cúpula algunas de las candidaturas donde el PP debe mejorar sus números si quieren subir de esa decena de alcaldías, como ocurre en Dos Hermanas y la citada Utrera.

Las encuestas del PP otorgan una mejora a nivel local, sobre todo al recoger gran parte del voto huérfano del fracaso de Ciudadanos

Los socialistas recuerdan que ni en 2011, cuando una ola azul pasó por encima de Andalucía, el PP logró ganar en las municipales en la provincia. Se quedaron a menos de 20.000 votos a pesar de la mayoría absoluta que Juan Ignacio Zoido alcanzó en la capital, con 20 de los 33 concejales en juego. Los sondeos que manejan en el PP hablan de una "mejora", admiten en privado dirigentes populares, pero la victoria está lejos. En el PSOE tienen encuestas favorables y confían en que el vigor de sus alcaldes les permita soportar el vendaval. El observatorio electoral de IMOP-Insights para El Confidencial deja en rojo solo a dos provincias de toda España, aunque pregunta por las generales. Una es Barcelona y la otra es Sevilla.

La batalla de la capitalidad

En la capital se jugará una plaza que tiene importancia a nivel nacional, ya que el PSOE ha puesto el foco en la ciudad, donde Pedro Sánchez inauguró la precampaña el pasado sábado. Lo hizo para respaldar a Antonio Muñoz, que cumplió un año como regidor a principios de año y optará a ganar en las urnas el 28 de mayo. Enfrente tendrá a José Luis Sanz, histórico del PP andaluz que pudo ser líder regional del partido, pero que perdió su oportunidad por el dedazo de Mariano Rajoy al ahora presidente.

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C. Rocha. Sevilla

Muñoz, según las encuestas del PSOE, está en condiciones de mejorar el dato que logró Juan Espadas en 2019, con 12 concejales de los 31 que hay en juego ahora. El PP logró 8 y se da por hecho que Sanz será capaz de mejorar esos números si es capaz de seducir a los votantes de Ciudadanos que quedarán huérfanos tras la debacle naranja.

El regidor hispalense es "una figura al alza", aseguran en el PSOE, y cuenta con el apoyo de Ferraz. Este jueves estuvo en Sevilla la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, para inaugurar la mesa institucional de la ciudad, donde están las tres administraciones para abordar asuntos relevantes para la capital andaluza. Muñoz y Rodríguez se reunieron con Antonio Sanz, consejero de Presidencia y abordaron un asunto espinoso como la ley de capitalidad que reclama el regidor hispalense para Sevilla.

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Se trata de una histórica reclamación que inauguró el exalcalde del PSOE Alfredo Sánchez Monteseirín. El popular Zoido la retomó y ahora Muñoz la ha abanderado a pesar de que en el PP eran reacios a esta idea. El alcalde malagueño, Francisco de la Torre, se ha pronunciado públicamente en contra y en la cúpula popular no estaban por la labor de atender una petición que levanta suspicacias en Málaga.

La solución intermedia ha sido la puesta en marcha de esta mesa y el encargo de un estudio previo sobre los beneficios que puede tener esta norma y la fórmula más óptima para desarrollarla. Sanz, en su comparecencia, dejó claro que una hipotética ley de Capitalidad para Sevilla no es "excluyente" con al apoyo a otras ciudades. Pero este paso adelante es una suerte de claudicación del Gobierno andaluz, que huye del posible discurso del agravio que daría a Muñoz un motivo de queja contra San Telmo que podría beneficiarlo electoralmente.