La política conyugal embarra el tablero en Andalucía: Muñoz, Gámez y Espadas

El caso de María Gámez y su marido, Juan Carlos Martínez, no es único en la política andaluza. Ella, exdirigente del PSOE en Málaga, ha dejado su cargo después de conocerse la imputación de él, empresario y exasesor procedente del poderoso PSOE de Jaén y cercano al exconsejero Francisco Vallejo. La novedad es, quizá, la dimisión de la ex directora general de la Guardia Civil de forma inmediata, poco después de que el juez José Ignacio Vilaplana notificase a su cónyuge que estaba investigado en una causa relacionada con las ayudas concedidas por la Agencia IDEA a la empresa automovilística Santana Motor.

En la política andaluza, hay otros casos de dirigentes cuyas parejas están involucradas en un caso de presunta corrupción, pero eso no ha provocado su dimisión o que den un paso atrás en sus responsabilidades políticas. El caso de Gámez llega justo cuando faltan dos meses para las elecciones municipales y autonómicas, cruciales para el PSOE. Se entiende así, sobre todo tras el escándalo del caso Mediador y el Tito Berni, que los socialistas hayan querido poner un cortafuegos. El propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha hablado de la "profilaxis" que el Gobierno aplica a la corrupción después de calificar de "injusta" la salida de la ex directora general de la Guardia Civil.

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En el PSOE andaluz, coinciden con el ministro y confían en que la imputación quede "en nada", como ha ocurrido las otras veces que Martínez ha estado señalado por casos relacionados con la corrupción. También recuerdan que Gámez y Martínez no eran pareja cuando sucedieron los hechos que se investigan, aunque es cierto que ella era delegada de la Junta en Málaga y él es miembro del círculo del exconsejero de Innovación Francisco Vallejo, hoy en la cárcel por el caso ERE.

Ángeles Muñoz, en Marbella

Aunque nació en Sanlúcar de Barrameda, Gámez es la undécima hija del farero de Estepona e hizo toda su carrera política en Málaga hasta que Grande-Marlaska requirió sus servicios en Madrid. Conoce bien, por lo tanto, a otra de esas políticas andaluzas que se han visto entre la espada y la pared por la implicación de su marido en un caso de corrupción. Es el caso de Ángeles Muñoz, alcaldesa de Marbella y viuda de Lars Broberg. El marido de la regidora popular falleció hace unos días, pero estaba procesado por un caso de blanqueo de dinero y tráfico de drogas en el que también está implicado su hijo, Joakim.

La tesis que utilizan el PP y la propia Muñoz para defenderse y justificar que vaya a presentarse a la reelección el próximo 28 de mayo es que no hay ninguna investigación que las señale a ella ni a su gestión del ayuntamiento marbellí. Muñoz participó en el acto en Sevilla que el PP organizó para presentar a los candidatos en las ciudades de 20.000 habitantes y hace unos días el propio Elías Bendodo, número tres del partido a nivel estatal, se fotografió con la regidora.

En el PSOE andaluz, creen que la imputación de Juan Carlos Martínez quedará "en nada"

El PSOE ha puesto el foco en la situación de la veterana alcaldesa y, por momentos, el PP tuvo dudas sobre su continuidad. Para despejarlas, encargó una encuesta que le diese pistas sobre la erosión de la figura de Muñoz meses antes del 28-M. La tesis en el partido era que las opciones de la regidora se mantenían intactas, a pesar de la campaña socialista y de la investigación que está activa en el Senado para conocer el origen del elevado patrimonio de Muñoz y los cambios recientes que ha registrado su declaración de bienes. Y el resultado debió ser favorable para la alcaldesa, ya que su candidatura sigue adelante.

La mujer de Juan Espadas

Cuando la presión del PSOE contra Muñoz estaba en su punto álgido, en San Telmo lanzaron un dardo a Espadas para advertirle sobre las consecuencias que podía tener el ataque socialista a la alcaldesa por la situación de su marido. El mensaje iba encaminado a recordarle al líder de la oposición que el PP podría hacer lo mismo con su esposa, involucrada en el caso de la Faffe. Es cierto que es la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y no un juez quien ordenó investigar a Carmen Ibanco. Y también lo es que forma parte de un colectivo de otros 83 extrabajadores de la extinta Fundación Andaluza Fondo para la Formación y el Empleo que, según el instituto armado, pudieron entrar a trabajar en la Administración regional de forma irregular.

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Según relatan desde el entorno del presidente de la Junta, fue el malagueño quien ordenó no centrar, como sí hizo Vox en la campaña del 19-J, los ataques en la mujer de Espadas. Pero las mismas fuentes explicaron que eso cambiaría si el PSOE atizaba al PP con la situación de Ángeles Muñoz. Los socialistas recuerdan que no ha habido avances en meses en la investigación sobre la mujer de Espadas, que hoy trabaja en el Servicio Andaluz de Empleo, donde se integró la plantilla de la Faffe. Ibanco tuvo que acudir a declarar a la comisión de investigación creada en el Parlamento en la pasada legislatura para indagar en las posibles irregularidades de la Faffe, una investigación que el PP ha reactivado ahora, también a unos meses de las elecciones, y que ha recibido el plantón de PSOE y Por Andalucía.

Espadas no es el único líder del PSOE andaluz que ha tenido que dar cuenta de la situación laboral de su mujer. Su antecesora, Susana Díaz, dejó una frase para el recuerdo cuando declaró en la comisión de investigación sobre los cursos de formación, en la legislatura 2015-2018. "Yo me casé con un tieso", espetó la expresidenta de la Junta en el Parlamento autonómico, cuestionada sobre la supuesta implicación de su marido, José María Moriche, en el caso de los cursos de formación que también se está investigando en los juzgados de Sevilla, aunque el marido de Díaz nunca estuvo investigado.