¿Por qué ningún líder nacional (excepto Feijóo) se atreve a ir a la Feria de Sevilla?

En Sevilla se dice que ninguna pareja puede ir en serio si no ha sobrevivido a una discusión durante la Feria de Abril. No es más que un tópico, pero los 450.000 metros cuadrados que ocupa el real donde se celebra la fiesta mayor sevillana es un escenario clásico de disputas íntimas que no siempre acaban con final feliz. Y de este fenómeno pueden dar cuenta algunos de los dirigentes de la primera fila de la política española. Por eso, quizá, los líderes nacionales no tienen previsto dejarse ver demasiado en estos días de sevillanas, albero y farolillos.

La excepción será Alberto Núñez Feijóo, que estará este domingo en el recinto y acudirá a la recepción que ofrece el PP de Sevilla en su caseta de la calle Pascual Márquez, que, como todas las calles del real, tiene nombre de torero. El gallego ya se dejó ver en Semana Santa, e incluso bromeó al afirmar que Juanma Moreno le había dicho que, para ser presidente del Gobierno, hay que pasar antes por las procesiones de la capital andaluza. El líder del PP, que se estrena este año con este nuevo papel, estará acompañado del presidente de la Junta unos días después de haber acudido a la feria de Mairena del Alcor, la más antigua de Andalucía, para bendecir a su candidato en este pueblo sevillano.

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Los populares sevillanos están convencidos de que Feijóo les suma y, por eso, esperan que el líder popular se deje ver por la capital andaluza un par de veces más antes del 28 de mayo. Ese efecto Feijóo es lo que ha provocado que el dirigente gallego vaya a ser la excepción en esta Feria preelectoral, pero huérfana de los grandes cabezas de cartel de la política española.

Como ocurre cada vez que hay elecciones, las ferias de Andalucía se llenan de políticos. En 2022, después de dos años sin Feria por la pandemia, el real de Los Remedios se convirtió en un escenario improvisado de mitin. Macarena Olona, que había retransmitido en redes el proceso de compra, estrenó su traje celeste y rojo el mismo día que Yolanda Díaz desembarcó en Sevilla para ungir a su candidata, Inma Nieto, en medio de una formidable bronca en la izquierda andaluza. La vicepresidenta llegó a la capital andaluza con Podemos, de un lado, y Más País e IU, de otro, peleando por elegir al candidato de la confluencia de izquierdas que debía presentarse el 19-J.

La disyuntiva se resolvió con un largo paseo de Díaz y Nieto, que las llevó a las casetas de CCOO, el PCE y alguna que otra más. Al mismo tiempo, dirigentes de unos y otros partidos, como Alberto Garzón; el líder andaluz de IU, Toni Valero, y la secretaria de organización de Podemos, Lilith Vestrynge, intentaban cerrar los flecos del acuerdo, no sin tensiones en las puertas de las casetas por las que peregrinaron durante una calurosa tarde. El plazo para registrar la coalición acababa en la medianoche del viernes al sábado de Feria, pero el bloqueo de la negociación fue tan intenso que, cuando cerraron el acuerdo, ya era tarde para llegar al registro.

No hay ningún indicio de que los líderes nacionales de la izquierda vayan a dejarse ver este año en el real de la Feria después del mal recuerdo. De hecho, unos y otros se culparon durante semanas del mal resultado provocado, precisamente, por el cierre en falso de aquella coalición bajo los farolillos blancos y rojos que adornan el recinto. Casi un año después, las izquierdas han llegado a un amplio número de acuerdos —IU bate su récord de candidaturas entre unas alianzas y otras— en un intento por conservar el mayor número de ayuntamientos en manos de la izquierda.

Es muy recordado el frío recibimiento del PSOE andaluz a Sánchez en una Feria en la que solo Gómez de Celis fue a buscarlo

El caso de Pedro Sánchez es llamativo, porque llegó a ser ciertamente habitual en la Feria sevillana. Hay fotos del ahora presidente del Gobierno tomando una cerveza con Teresa Rodríguez en una caseta, a pesar de que la gaditana tampoco es especialmente asidua. También las hay con Susana Díaz cuando la trianera todavía era presidenta de la Junta. "Todo el que viene a la Feria es bien recibido y, si es mi secretario general, pues más", dice la ahora senadora del PSOE en un vídeo que ya tiene varios años. "Con la presidenta de la Junta tengo una muy buena relación", afirma después Sánchez.

Poco después, la sevillana comandó aquella revuelta de los barones que acabó por derrocar al ahora jefe del Ejecutivo, pero en esas ferias hay quien recuerda cómo el secretario general del PSOE llegó al recinto del barrio de Los Remedios y solo se encontró para recibirlo a uno de sus más fieles seguidores, el ahora vicepresidente del Congreso Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. El dirigente sevillano, histórico oponente de Susana Díaz en lo orgánico, fue uno de los primeros que apoyaron a Sánchez en su intento por recuperar el liderazgo del PSOE e hizo de anfitrión por el frío recibimiento ofrecido por la cúpula del PSOE andaluz de entonces.

La representación del Gobierno central en esta calurosa Feria de Abril quedará en manos de María Jesús Montero, que tendrá agenda pública, pero es una habitual del real en su vida privada. Y hará de cicerone de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que acudirá a alguna de las recepciones que ofrecen distintas entidades el miércoles, en el ecuador de la fiesta.