Las polémicas 10.000 VPO del candidato que marcó la agenda de Sánchez con la vivienda

No sorprendió demasiado que la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la socialista Raquel Sánchez, se desplazara a Málaga para arropar al aspirante de su partido a la hercúlea tarea de mover de la alcaldía al popular Francisco de la Torre. Y no resultó extraño porque Daniel Pérez, como se llama el candidato, fue el primero en detectar un posible filón electoral en el problema del acceso a la vivienda y marcó el camino del presidente del Gobierno. En octubre de 2022, hace seis meses, Pérez prometía la construcción de 10.000 VPO. El pasado 16 de abril, Pedro Sánchez hacía su primer anuncio en esta materia: 50.000 casas de la Sareb para alquiler “a precio asequible”. Le siguieron otros hasta sumar más de 183.000 inmuebles. Y aún quedan mítines.

El candidato del PSOE, que la tarde del pasado jueves, en el acto de inicio de campaña, volvió a recitar sus líneas de actuación si es elegido, no sólo se enfrenta a un alcalde que lleva ostentando la vara de mando desde hace 23 años, también a una tendencia demoscópica refrendada en las urnas que convierten a la capital malagueña en uno de los bastiones del PP.

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Daniel Pérez, sin embargo, ha sido el único capaz de hacer temblar las piernas del alcalde récord del PP en una noche electoral. Fue en los últimos comicios, los de 2019. El dirigente socialista, que había sustituido al frente de la lista a una María Gámez que tiempo después se convertiría en la primera directora de la Guardia Civil, se quedaba a un concejal de hacer buena la suma con Adelante. La izquierda alcanzó 15. PP y Ciudadanos, 16. Esa noche del 26 de mayo se mostró “moderadamente satisfecho”: “Me medía a un titán”, comentó sobre su principal oponente para revalorizar el resultado.

Durante estos cuatro años, el también secretario general del partido a nivel provincial, ha realizado una oposición dura, intensa, como el marcaje de un lateral de medias bajas a un extremo habilidoso. Pero también ha sido un tiempo para cabalgar en contradicciones. De ser un soldado de Susana Díaz, a soltar la mano de la antigua lideresa andaluza en su ocaso político, y pasar a engrosar a las filas sanchistas. De apoyar el polémico hotel rascacielos del puerto, a ser un ferviente opositor del proyecto. Sin ir más lejos, el acto con la ministra se celebró a los pies de La Farola, un símbolo para los que rechazan la gran torre.

La estrategia del candidato socialista se escenificó con una gran valla a uno de los accesos más importantes de la ciudad

Los populares han utilizado estas mutaciones para incidir en una supuesta personalidad veleta, en la que las decisiones se condicionarían a intereses personales y donde observan un síntoma de deslealtad. Esta deconstrucción del adversario que hacen todos los partidos no nubla los diagnósticos internos en cada una sus sedes y, aunque sea de puertas para adentro, en el PP se reconoce la agudeza del aspirante socialista para ver antes que nadie que la escalada de precios de la vivienda podía ser un factor clave en las municipales del 28-M.

La estrategia de Daniel Pérez arrancó con una puesta en escena singular: instalar una gran valla publicitaria en uno de los accesos a la ciudad más transitados prometiendo la construcción de 10.000 VPO durante los próximos cuatro años. De la Torre se limitó a decir que la propuesta era “humo”; y el silencio mantenido por el cabeza de cartel del PSOE no desmentía el reproche. Desde que hizo el anuncio, meses atrás, no había facilitado ni un dato sobre la ubicación de las viviendas. Hasta este jueves, que en una comparecencia con la torre de Martiricos como fondo, explicó que 5.502 de los inmuebles se edificarían en Campanillas; 3.227, en Puerto de la Torre; 1.035, en Cruz de Humilladero; y 273, en la zona de La Térmica.

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“Su propuesta no es más que propaganda”, señalaba días atrás la portavoz del PP de Málaga, Elisa Pérez de Siles, que tiraba con bala al calcular que, “si Dani Pérez construye sus 10.000 viviendas protegidas al ritmo del PSOE en la Junta de Andalucía, tardaría 1.800 años”. Una forma de recordar que, entre 2000 y 2018, cuando los socialistas estuvieron al frente del Ejecutivo autonómica, “únicamente construyeron 98 VPO en la capital malagueña, una media de cinco al año”. “No se puede mentir a los vecinos de Málaga con un tema tan sensible”, sentenció la número dos de la lista del actual regidor.

La enmienda más significativa a la promesa del candidato socialista se produjo horas antes del inicio de campaña y su importancia estriba en que proviene de los promotores inmobiliarios. La Federación Andaluza de Empresarios de Construcción (Fadeco) calificaba como “imposible” la edificación, en un plazo “razonable”, de esa cifra de inmuebles. El señalado acababa apelando, casi rogando, a la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga: “Os necesitamos”. Poco después situaba el plazo de edificación de los 10.000 inmuebles en una década, por lo que precisaría tres mandatos consecutivos para cumplir su palabra.

'Nuestra Málaga'

A pesar de la inconcreción en las medidas, nadie puede negar que Daniel Pérez ha conseguido trascender con su iniciativa, hasta el punto de ser ungido por Pedro Sánchez. Hace un mes fue uno de los principales teloneros de la Conferencia Municipal del PSOE que se celebró en Valencia y durante este tiempo ha ejercido de anfitrión de una retahíla de ministros atraídos por un posible vuelco en la ciudad. Hasta atrajo la atención del presidente del Gobierno, que tras constatar la penetración del mensaje de su candidato malagueño, decidió apropiarse de la “emergencia habitacional” para hacer campaña.

Pérez ha envuelto su principal baza electoral con un discurso identitario, del barrio frente a la urbe cosmopolita y turística, denunciando la ciudad que ha crecido con el paso de los años dando la espalda a sus hijos. Un discurso que resume con el lema Nuestra Málaga y que, al igual que el líder nacional de su partido, impregna de lucha de clases cuando señala a ricos y pobres.

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Hay quien percibe en su propuesta trazas de un populismo que busca ‘enemigos’ con los que librar batallas que generen una onda expansiva en los medios y las redes. La última, a colación del problema de la vivienda, los apartamentos turísticos. Estos días propuso la aplicación de una tasa de seis euros por persona y día que alquile uno de estos inmuebles. A mediados de marzo directamente habló de prohibir nuevos alojamientos de este tipo. Pero es imposible negar que el escaso porcentaje de probabilidades de victoria que tenía hace un año ha crecido al focalizar su trabajo de oposición en una cuestión vital como es la vivienda.

Las expectativas son más contenidas en el PSOE regional, donde elección tras elección veían como De la Torre vapuleaba a sus candidatos. Pese a la necesaria exhibición pública de optimismo, incluso compartiendo dudosos sondeos que confirman el sorpasso de la izquierda, en privado dudan seriamente del verdadero tirón de Daniel Pérez. “No hay tutía”, comentaba uno de sus dirigentes. El 28-M decidirá.