La Junta y el Gobierno tensan la cuerda de nuevo en la negociación por Doñana

El clima de tensión política en España ha salpicado la negociación entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central para desatascar el conflicto de Doñana. Si ambas partes veían posible un acuerdo a corto plazo hasta hace unos días, la investidura ha desatado un intercambio de reproches en público que tensa la cuerda y amenaza con romperla.

"Veremos a ver si al final hay acuerdo", lamentan fuentes de San Telmo, donde esperan una oferta que satisfaga a los agricultores. En la Junta han molestado las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el discurso de investidura. Desde la tribuna de los oradores, Sánchez afirmó que su Gobierno ha sido el único "capaz de defender" al Parque Nacional frente a una proposición de ley impulsada por PP y Vox que "lo amenazaba de muerte".

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La reacción del presidente andaluz, Juanma Moreno, llegó en unos minutos. A su llegada al Parlamento autonómico, recordó que "quien defiende a Doñana es la Junta", con acciones como la compra de la finca Veta la Palma para ampliar el Parque Natural, y acusó a Sánchez de mentir. "Nunca en la historia de España habíamos tenido un presidente que faltara tanto la verdad", sentenció. En una entrevista en Canal Sur Radio, el número dos del PP andaluz, Antonio Repullo, acusó al Gobierno de "no tener ningún interés en llegar a ningún acuerdo".

La tramitación de la norma, con la que se pretendía ampliar 700 hectáreas de regadío en el entorno de Doñana, fue paralizada a principios de octubre para abrir un diálogo entre administraciones y con el compromiso del Gobierno de invertir 350 millones en la zona. Tras una escalada de tensión en la que se llegó al insulto –Teresa Ribera llegó a calificar a Moreno de "señorito andaluz"– ambas partes rebajaron el tono en sus acusaciones e intentaron "encapsular" la negociación, dejándola al margen de la política nacional. Sin embargo, la falta de propuestas que "convenzan a los agricultores" y el clima de la investidura dificultan el acuerdo.

El PSOE acusa al gobierno andaluz de no invertir en "soluciones" para los agricultores

"Está claro que las descalificaciones no ayudan", afirman fuentes del Gobierno andaluz. Tras las declaraciones de Sánchez, el PSOE andaluz cargó contra Ejecutivo de Moreno por no aportar fondos para solucionar el problema. "Cuando estaban con el agua al cuello, con amenaza de sanciones y llamadas de atención de la Unesco, se dieron cuenta de que la única solución era la que nosotros proponíamos: el diálogo. ¿Dónde están las soluciones para los agricultores? El Gobierno de España se ha comprometido a mandar 350 millones, pero en su presupuesto no están", recordó la diputada socialista Alicia Murillo.

Este viernes, ambas administraciones volverán a reunirse tras una semana en la que no ha habido encuentros. Hasta ahora habían sido constantes, con una mesa técnica y otra política que llegaban a convocarse casi a diario. El pasado viernes, la ministra Teresa Ribera advertía de que el acuerdo era inminente y mostraba su deseo de presentar el plan junto a Moreno en una visita a Doñana, pero fuentes de la Junta ven imposible que el acuerdo se materialice en los próximos días.

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De momento, no hay una propuesta sobre la mesa que convenza a los agricultores, condición indispensable para la Junta. De hecho, la plataforma de regadíos del Condado de Huelva, conformada por los agricultores que se iban a ver beneficiados por la ley, han pedido reactivar la tramitación de la norma tras cumplirse el plazo de un mes abierto por la Junta para cerrar un plan con soluciones alternativas para los afectados. Fuentes del Ministerio recuerdan que la negociación es "para el pueblo andaluz" y "no solo para propietarios de tierras". En cualquier caso, muestran su "optimismo" y destacan "avances importantes" en la negociación: "Tenemos la voluntad de alcanzar el mejor acuerdo para los andaluces".

¿Repetirá Ribera?

La Junta también está pendiente de los relevos que puedan producirse en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Hasta ahora las negociaciones han avanzado con el equipo de Teresa Ribera, que es una de las fijas para repetir en el Consejo de Ministros, aunque aún no se ha confirmado de manera oficial su continuidad en el Ministerio de Transición Ecológica.

Aunque ambas administraciones han intentado mantener la negociación al margen de la disputa partidista, pero será difícil cerrar un acuerdo en el clima actual. En un momento de máxima confrontación entre el PP y el PSOE por las cesiones de Sánchez a los independentistas, la foto entre Ribera y Moreno se antoja complicada. Al menos, hasta que se rebaje la tensión en el ambiente.