La piedra sanitaria en el riñón de Juanma Moreno: dimisiones y listas de espera pese a invertir más fondos

La sanidad vuelve a complicar la gestión del presidente andaluz, Juanma Moreno. El viceconsejero de Salud, Miguel Ángel Guzmán, y el director general del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Diego Vargas, han dimitido de sus cargos, según ha confirmado la Consejería de Salud y Consumo. Una decisión justificada por "motivos personales" que se produce tras la controversia por las listas de espera y que ahonda un problema que el máximo dirigente autonómico no logra controlar pese a incrementar la contratación de personal y elevar el presupuesto sanitario.

El viceconsejero será relevado en el cargo por María Luisa del Moral, médico y actual portavoz de Sanidad del PP en el Congreso de los Diputados. Mientras que la hasta ahora gerente del Hospital Reina Sofía de Córdoba, Valle García, pasará a ser la directora gerente del SAS.

La salida de los dos directivos, que ocupaban puestos claves en la gestión de la sanidad andaluza, se ha producido por motivos personales. Es lo que trascendió inicialmente, aunque el portavoz del Gobierno regional, Ramón Fernández-Pacheco, habló después de "un paso al lado" y "un gesto de generosidad" por parte de Guzmán y Vargas.

Las renuncias han servido al secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, para definir como "desastrosa" la gestión de la sanidad pública en Andalucía. El dirigente socialista, que está pivotando su labor de oposición en este ámbito, incidió que a las marchas del viceconsejero y el director gerente del SAS hay que sumar otras "nueve" dimisiones anteriores que "ha habido prácticamente en todos los niveles" de la administración sanitaria.

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El portavoz de Vox en el Parlamento autonómico, Manuel Gavira, por su parte, ha reclamado una comparecencia parlamentaria de Moreno para que "cuente a esta tierra lo que está sucediendo en el Servicio Andaluz de Salud".

La diputada del Grupo Mixto-Adelante Andalucía, Maribel Mora, ha calificado el adiós de los dos responsables autonómicos como "una cortina de humo" al entender que el "cambio" que requiere la gestión de la sanidad andaluza "no va a venir hasta que no dimita la consejera" del ramo, Catalina García.

El presidente andaluz no logra hacerse con el relato pese a invertir en sanidad un 45% más que el último gobierno socialista

Esta crisis en la Consejería de Salud se produce en un momento en el que el Gobierno andaluz se encuentra inmerso en una polémica por el millón de ciudadanos que están en una lista de espera. 203.000, para pasar a un quirófano; y 841.000, pendientes de una consulta externa.

Tanto la oposición como las organizaciones sindicales han criticado esta situación, si bien García ha manifestado que "seguirán creciendo en todo el país mientras el Ministerio de Sanidad no aumente el número de plazas MIR".

Esta situación, paradójicamente, se produce cuando la región registra la mayor inversión económica de su historia: 14.246 millones, un 45% más que en 2018, el último año de un Ejecutivo socialista en la región.

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Y sin ir más lejos, horas después de trascender las renuncias de los directivos, Fernández-Pacheco informó de la aprobación una oferta de empleo público de más de 6.200 plazas entre el Servicio andaluz de Salud y la Administración General de la Junta de Andalucía.

"La consejera cuenta con la confianza de todo el Consejo de Gobierno", ha añadido el portavoz, que hizo suyas las palabras que días atrás pronunció el presidente andaluz y afirmó que son conscientes de que "la sanidad tiene problemas".

"Nunca lo hemos negado" y "hemos intentado poner medidas para solucionarlo", agregó, para explicar que "sumar en positivo es la finalidad de los cambios".