Sevilla, la única ciudad de España en la que aún se discute por un cartel de Semana Santa casi renacentista

En un balcón, una señora con el pelo teñido de azul extiende las manos al aire, como el que espera algo que va a caer del cielo. En el balcón que tiene justo encima cuelga una bandera palestina mientras ella mira lo que tiene debajo. Frente a Casa Vizcaíno, uno de los templos de la cerveza en Sevilla, pasa el Cristo de la Oración en el Huerto, de la hermandad de Monte-Sion, que procesiona cada Jueves Santo en la Semana Santa de la capital andaluza. Todo discurre con normalidad en una ciudad con centenares de procesiones al año, según el ayuntamiento. Una ciudad que lleva enfrascada varios días en una discusión a cuenta del cartel que anuncia la fiesta mayor de la ciudad, algo que no es tan raro como podría parecer.

Sevilla es la cuarta ciudad de España, tiene un área metropolitana donde vive en torno a un millón de personas, pero a veces se convierte en un pueblo donde la discusión social puede dedicarse durante días a una pintura realizada en óleo sobre lienzo, algo que no deja de ser llamativo en pleno 2024. Sobre un fondo rojo intenso, un cristo resucitado se lleva la mano a la llaga del costado. El autor, Salustiano García, ha aludido a los cristos italianos o españoles del Renacimiento o el Barroco, pero el modelo del cartel que anuncia la Semana Santa en Sevilla este año es su hijo, Horacio García.

La pintura encaja perfectamente en la obra del autor, que se mueve entre ese hiperrealismo y el manga y que lo ha llevado a trabajar con galerías de Nueva York, Berlín, Los Ángeles o Shanghái. El resucitado lleva las potencias del Cristo del Amor y el paño de pureza del Cristo del Cachorro, dos de las obras cumbres de la Semana Santa sevillana. Y es cierto que son referencias que solo pueden detectar los más versados en lo cofrade, pero no hay tanta distancia entre el cartel de Salustiano y el Cristo que sale de la iglesia de Santa Marina el Domingo de Resurrección para ponerle el broche a la semana mayor de la capital andaluza. Mucho menos con una obra del siglo XVI que se puede ver en la parroquia de la Magdalena y que comparte esa blancura y la marca de juventud que define el anuncio presentado hace unos días.

La polémica es tal que Abogados Cristianos ha anunciado que están "estudiando medidas" y ya hay una petición en change.org que pide la retirada inmediata del cartel de la Semana Santa porque “no representa en absoluto la fe, los valores cristianos, la tradición y el fervor religioso de esta ciudad”. La campaña se lanzó el sábado 27 de enero, el mismo día que se presentó la obra encargada por el Consejo de Hermandades y Cofradías de la capital andaluza, y acumula más 8.000 firmas, pero no parece que vaya a tener éxito. Otra cosa, y está por ver, es que el cartel no vaya a tener el éxito de otros años en los escaparates del centro de Sevilla, que suelen colgar el anuncio cada cuaresma. Hay veces que se convierten casi en iconos pop, como pasó el año que le tocó el turno a Manolo Cuervo y optó por un Cachorro en tonos rosas. Otros incluso están en lugares tan insignes como los pasillos del Senado, como ocurre con el que pintó Carmen Laffon en 1983.

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Es cierto que la polémica no es nueva, pero ha quedado amplificada por el eco de las redes sociales. Eso no le pasó al cartel que Rolando Campos hizo con el mismo objetivo para la Semana Santa de 1984. Hace exactamente 40 años, este autor sevillano planteó un anuncio basado en el rostro del Cristo del Cachorro elaborado a partir de un collage de fotografías y que bebía del cubismo. Entonces, el grupo municipal de Alianza Popular, donde ya estaba el incombustible Javier Arenas, aseguró que el cartel “había herido la sensibilidad religiosa de los ciudadanos”.

Para Salustiano García, su cartel no es “revolucionario ni sucio”, según ha declarado después de la polémica. "Hice con intención un Cristo joven, bello, sin marcas ya casi de su tortura”, ha defendido el autor, según recoge la Agencia EFE. Las críticas a la obra tienen distintas trayectorias. Una consiste en afirmar que no representa lo que anuncia, en referencia a la Semana Santa de Sevilla, ya que apenas hay referencias a las imágenes que salen cada primavera a las calles de la capital andaluza y se opta por una representación en un modelo real, el hijo del autor.

El otro parte de la sexualización del Cristo que figura en el cartel, algo que también ha rechazado Salustiano García. “Mi Cristo no enseña más piel que el Cachorro”, ha añadido en una entrevista con ABC de Sevilla. Y de la sexualización a la sugerencia de que la obra tiene un carácter homoerótico hay un paso que se ha cruzado en las redes sociales, donde los memes sobre la obra son ya multitud. Hay quien en X ha aludido incluso al “lobby Dolores Guapa”, en alusión a la película que aborda la relación entre la Semana Santa sevillana y el colectivo LGTBI. “Si aun así alguien sigue viendo cosas extrañas, solamente me queda decir que le mando un besito”, ha dicho el pintor en una entrevista en EFE.