Una "red de calor" subterránea para reducir el riesgo de incendios y crear empleo
La Diputación de Málaga pretende extender su proyecto de calderas de biomasa de edificios públicos a los hogares a través de un entramado de tuberías. El sistema será alimentado con los residuos naturales que se recojan en los montes
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Visualicen una malla de tuberías que se va ramificando desde una caldera y que recorre el subsuelo de un pueblo para llevar ‘calefacción verde’ a las viviendas. Como en un vertiginoso plano secuencia que parte de ayuntamientos, colegios, consultorios o centros de mayores.
Podría ser la recreación de la "red de calor" que tiene previsto poner en marcha la Diputación de Málaga dentro del plan de instalación de calderas biomasa que está desarrollando en los municipios de la Sierra de las Nieves. Un proyecto que ha posibilitado que los Consistorios a reduzcan su factura energética un 65% y que ayudará a retirar el combustible natural de los incendios porque aprovechará los residuos forestales de los montes.
La iniciativa, a la que se han sumado las localidades de Alozaina, Casarabonela, El Burgo, Guaro, Istán, Monda, Ojén y Tolox, se inició hace cinco años en Yunquera gracias a un convenio de colaboración con Tragsa.
Fuentes consultadas por este periódico señalaron que se espera que en los municipios en los que se está actuando el 60% de las calderas hayan sido instaladas durante el primer semestre de este año. El resto lo estará para el verano y otoño, "de tal manera que cuando empiece la temporada fría, entren en funcionando todas". Los planes posteriores son que esta actuación se extienda a la Serranía de Ronda y la comarca de la Axarquía.
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Según señaló la institución supramunicipal, una veintena de colegios, guarderías, centros de mayores, consultorios y otros inmuebles y dependencias municipales de esos pueblos contarán con este sistema de calefacción. Instalaciones que, según lo previsto, se convertirán en generadores de energía de la que se podrán beneficiar las viviendas.
Es la siguiente fase de un programa que —también— pretende ser un auxilio energético para "las familias más vulnerables". El punto de partida de una "red de calor" que crecería para acabar beneficiando al mayor número de vecinos posible.
"Las instalaciones que actualmente se están poniendo en funcionamiento cuentan con una central generadora de calor mediante el calentamiento de agua con calderas de biomasa —alimentadas con astilla— y un entramado de tubos muy aislados que discurren por debajo de las calles hasta los edificios públicos", precisaron las fuentes consultadas, que señalaron que la conexión a las viviendas se realizará en base a las prescripciones técnicas.
El combustible para las calderas de biomasa procede de trabajos de limpieza, clareo y mejora de los montes, lo que reduce el riesgo de incendios
En los domicilios se instalarán "un contador de calorías para controlar el consumo" y, "si la red de calor no pasara por una calle afectada, tendría que plantearse una extensión o incluso una modificación de la central térmica". "Igual que con un suministro eléctrico o de gas cuando no llega la red a nuestra casa".
Estas fuentes añadieron que, en un primer momento, se podría "simultanear el consumo" entre edificios públicos y casas particulares: generando energía durante las 24 horas, y suministrando calor a los primeros durante la mañana, y a los segundos, por la tarde y la noche.
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Conforme se fueran añadiendo más inmuebles, "se plantearía una ampliación de la central existente o instalar una segunda en paralelo".
Una oportunidad natural
El origen del combustible para las calderas de biomasa procede de trabajos de limpieza, clareo y mejora de los montes. Una vez recogida esa madera, será procesada en un centro logístico para su selección, limpieza y astillado. "Se trata de valorizar un residuo forestal a través de energía renovable".
El presidente de la Diputación, Francisco Salado, destacó que la utilización de este recurso renovable mengua "de forma muy llamativa" la factura energética. Como media, los gastos energéticos de los ayuntamientos bajarán en torno al 65%. "Pero, por ejemplo, en el caso de Guaro, llegará a un 70% menos de lo que se estaba pagando hasta ahora".
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La biomasa es una alternativa más ecológica que el diésel o la electricidad y permite reducir de manera considerable las emisiones de CO2 a la atmósfera en porcentajes que, dependiendo de los casos, oscilan entre un 40% y 80%.
"Paralelamente, el aprovechamiento de los residuos forestales —explicó Salado— permite sanear el monte, utilizar desbroces y prevenir incendios, al margen de que puede convertirse también en un nuevo yacimiento de empleo para los pueblos de la comarca. Y esto contribuye a fijar la población en estos municipios".
El dirigente popular, en este contexto, anunció un nuevo proyecto —con una inversión de 2,1 millones de euros— centrado en el aprovechamiento de los residuos forestales y que también se desarrollará en la Sierra de las Nieves. Se ha denominado Bio+a Málaga y persigue fomentar el emprendimiento en torno a la biomasa como "motor de nuevas dinámicas laborales que eviten el proceso de despoblación en entornos rurales".
Visualicen una malla de tuberías que se va ramificando desde una caldera y que recorre el subsuelo de un pueblo para llevar ‘calefacción verde’ a las viviendas. Como en un vertiginoso plano secuencia que parte de ayuntamientos, colegios, consultorios o centros de mayores.