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El PP andaluz se encomienda a Moreno para rebasar su última frontera: ganar al PSOE en unas europeas
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Génova rebaja las expectativas

El PP andaluz se encomienda a Moreno para rebasar su última frontera: ganar al PSOE en unas europeas

Los populares nunca se han impuesto a los socialistas en las elecciones al Parlamento Europeo. Con el barón ya como presidente, el PSOE casi duplicó al PP en 2019 y ahora confía en acercarse al empate

Foto: Juanma Moreno, junto a la bandera de la UE en la conmemoración del Día de Europa en San Telmo. (Europa Press/Rocío Ruz)
Juanma Moreno, junto a la bandera de la UE en la conmemoración del Día de Europa en San Telmo. (Europa Press/Rocío Ruz)

Juanma Moreno tiene una espina clavada en su historial político. El presidente de la Junta nunca ha ganado unas elecciones europeas desde que llegó a Andalucía, hace ahora una década. Es casi lo único que le queda por hacer después de lograr una serie de hitos que nadie en el PP había logrado antes que él. Y los comicios del próximo 9 de junio son una oportunidad, aunque es cierto que en San Telmo, como en Génova, el mensaje es de precaución. La ola que comenzó con la absoluta de junio de 2022 todavía mantiene vigor, según las encuestas, pero los comicios al Parlamento Europeo tienen algunos condicionantes que hacen que los populares no las tengan todas consigo a pesar del mal momento por el que pasa el PSOE andaluz.

El barón popular se ha enfrentado a dos europeas. En las primeras, en mayo de 2014, apenas llevaba dos meses como líder del PP y se quedó a unos 250.000 votos y 10 puntos porcentuales del PSOE. En las segundas, en mayo de 2019, ya era presidente de la Junta. Había sido elegido unos meses antes, con el peor resultado de la historia del PP y con Ciudadanos todavía arañando voto en su espacio político. El PSOE le sacó 18 puntos y casi 700.000 votos en unos comicios europeos con una participación poco habitual, ya que compartieron convocatoria con las municipales y autonómicas de aquel año.

Moreno todavía perdería otras elecciones en Andalucía, las generales de noviembre de 2019, pero desde entonces solo ha hecho ganar. Las autonómicas de la histórica mayoría absoluta, las municipales de mayo de 2023, que extendieron el poder territorial del PP andaluz a cotas desconocidas, y las generales del pasado 23 de julio, aunque con menos vigor del esperado. El PP logró tres puntos más que el PSOE y la diferencia en votos se quedó en casi 130.000 votos. Es la última referencia con la que cuentan los partidos, aunque entonces se presentó Alberto Núñez Feijóo y no Juanma Moreno. Y ahora no se presentan ninguno de los dos. Y la participación no rondará el 60%, sino el 45%, como ha ocurrido de forma habitual en los comicios al Parlamento Europeo.

En los cuarteles generales del PP andaluz son conscientes de que estas elecciones son distintas al resto, no apelan al ciudadano igual. Pero admiten que Juanma Moreno se las ha tomado casi como un reto. En una reciente reunión del Comité Ejecutivo Autonómico, Moreno pidió a los suyos más brío, que no se durmieran en los laureles. La mayoría absoluta y el gobierno de las ocho capitales y seis diputaciones puede generar relajación. Y el barón andaluz no quiere que su partido se relaje. De hecho, tiene en tensión a su propio Ejecutivo con una posible reforma en cuestión de semanas de la que no ha dado ninguna pista. No sabe todavía, aseguran en su entorno, si habrá un cambio mayor o si se quedará en un movimiento de competencias, pero el objetivo es mantener la tensión en las filas populares.

Foto: Juanma Moreno realiza una visita a la finca 'Veta la Palma' en Doñana

En la sesión de control en el Parlamento andaluz de este jueves ha sido el portavoz del PP, Toni Martín, quien ha preguntado a Moreno por las europeas, que son precisamente el origen de ese futuro cambio del Gobierno andaluz. La salida de Carmen Crespo, consejera de Agricultura, para ser la número dos de la lista popular ha zarandeado al gabinete y le sirve al presidente para dejar muestra de la importancia que le da a Europa. La jugada tiene similitudes con la que ha realizado Pedro Sánchez al sacar a Teresa Ribera del Ministerio de Transición Ecológica (en diferido) para encabezar la candidatura del PSOE. Moreno ha hablado en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas del nombramiento de un comisario con competencias en materia de agua, una de sus principales preocupaciones.

Con estas precauciones tiene sentido que en el PP salieran en tromba el lunes a desmentir el acuerdo con Vox para que los de Santiago Abascal entren en el gobierno municipal de Sevilla. Génova y San Fernando, sede de los populares andaluces, negaron por tierra mar y aire la entente con los ultras y Moreno ha vuelto a hacerlo este jueves. En las filas populares no quieren que ocurra como el año pasado, cuando los pactos municipales y regionales hacia su derecha alimentaron el voto de la izquierda y empujaron al PSOE el 23-J hasta lograr los números que permitieron a Pedro Sánchez seguir en Moncloa. Sobre todo cuando la estrategia de los socialistas no es muy distinta a la de entonces.

"Vamos a ganar a los hombres que levantan el brazo en Roma y Milán y a quienes los jalean". Con esta frase, Teresa Ribera dejó claro que la fórmula del PSOE busca erigirse en "muro de contención" contra la ultraderecha. El flirteo de Ursula Von der Leyen con una posición más permeable con los grupos ultras de la Eurocámara alimenta esa posibilidad. Y el PSOE confía en que el impulso de la victoria de Salvador Illa sirva para igualar las tornas después de varios meses con las expectativas muy bajas. Hay quien en Ferraz habla incluso de una victoria al PP, una quimera hace solo unas semanas. Y para que eso ocurra sería necesario que el PSOE andaluz aportase un buen saco de votos, algo complicado si se tiene en cuenta el momento por el que pasa el partido.

Foto: Juanma Moreno realiza una visita a la finca 'Veta la Palma' en Doñana

Los socialistas andaluces aseguran en público que están en condiciones de ganar al PP, pero en privado son menos optimistas y rebajan las posibilidades a un acercamiento a los populares similar al del 23-J. "Si ganamos, cualquiera aguanta a Juan Espadas", bromea una fuente socialista en un arranque de ironía. Se refiere al optimismo que destila el secretario general regional, inasequible al desánimo a pesar de los malos datos demoscópicos del partido. Un buen dato para el PSOE el próximo 9 de junio sería, por fin, una buena noticia para un candidato que cuenta sus comparecencias por derrotas y no acaba de dar con la tecla de la labor de oposición.

El compromiso del centroizquierda con los valores europeos y ese optimismo después de las catalanas son los argumentos a favor de esta posible competición que empieza oficialmente el 23 de mayo, pero que ya tendrá este fin de semana los focos en la comunidad más poblada. Alberto Núñez Feijóo estará en Málaga el domingo en un intento por reavivar la indignación popular con la amnistía y Teresa Ribera, que ya ha estado dos veces en Andalucía esta semana, vuelve el sábado a Cádiz con el talismán de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero.

Juanma Moreno tiene una espina clavada en su historial político. El presidente de la Junta nunca ha ganado unas elecciones europeas desde que llegó a Andalucía, hace ahora una década. Es casi lo único que le queda por hacer después de lograr una serie de hitos que nadie en el PP había logrado antes que él. Y los comicios del próximo 9 de junio son una oportunidad, aunque es cierto que en San Telmo, como en Génova, el mensaje es de precaución. La ola que comenzó con la absoluta de junio de 2022 todavía mantiene vigor, según las encuestas, pero los comicios al Parlamento Europeo tienen algunos condicionantes que hacen que los populares no las tengan todas consigo a pesar del mal momento por el que pasa el PSOE andaluz.

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