El PP se asoma a una Sevilla ingobernable: dos presupuestos tumbados y moción de confianza

José Luis Sanz tendrá que enfrentarse a una moción de confianza antes de cumplir un año como alcalde de Sevilla. Este "tipo serio", como él mismo se definió, consiguió gobernar en la capital andaluza contra pronóstico, subido a la ola de Juanma Moreno y con un PSOE desfondado por las críticas a Pedro Sánchez. Y desde entonces sufre los problemas de un alcalde que no cuenta con mayoría absoluta para gobernar y tiene que negociar cada paso que quiere dar para aplicar su programa. Esa situación ha derivado en un bloqueo político después de que la oposición haya rechazado en dos ocasiones los presupuestos municipales y que Sanz haya planteado una cuestión de confianza que se votará este viernes en el consistorio hispalense.

"Nunca he visto nunca tanta irresponsabilidad en tan poco tiempo", dijo el regidor sevillano este lunes después de la votación que envió al cajón por segunda vez sus cuentas. La frase es del alcalde socialista de Barcelona, Jaume Collboni, que le dijo lo mismo a Ada Colau al tumbar los presupuestos de la capital catalana. El siguiente paso será la moción de confianza para la cual el alcalde no tiene los apoyos, ya que solo cuenta con 14 de los 31 ediles del consistorio sevillano. Si PSOE, Vox y Podemos-IU votan juntos, Sanz sufrirá una derrota que abre un plazo de 30 días para que la oposición presente una moción de censura. Lo lógico es que el alcalde popular no supere la moción de confianza, sobre todo después de que las negociaciones sobre el presupuesto no hayan desbloqueado la situación. Pero tampoco está descartado que un pacto de los socialistas con Vox para hacer alcalde a Antonio Muñoz, lo que permitirá a Sanz salir adelante con unos presupuestos aprobados si no prospera la moción de censura.

Sanz podrá sacar adelante sus cuentas, pero vuelve a dejar ver la debilidad de su mayoría, sobre todo después de que el PP diera un portazo a las posibilidades de cerrar un pacto de coalición con Vox. Hace unas semanas se hizo público que las negociaciones entre los populares y la formación ultraconservadora iban a finalizar con una entente tras las europeas que se saldaría con la entrada de los concejales del partido de Abascal en el equipo de gobierno. Los populares salieron a desmentir la información por tierra, mar y aire, de Génova a la Plaza Nueva (sede del ayuntamiento sevillano) pasando por el PP regional. "Conversaciones hay todos los días, pero no hay ningún pacto cerrado", dijo Juan Bueno, concejal de Hacienda del gobierno local, que no respondió sobre si el acuerdo sería posible más adelante.

En Vox culpan a Juanma Moreno de un pacto que, aseguran, estaba a punto de firmarse. "Hagan candidato a la alcaldía a Moreno", expresó este lunes Cristina Peláez, portavoz de Vox, en el pleno de la capital andaluza que rechazó las cuentas municipales. La respuesta del PP al posible acuerdo fue muy llamativa, muestra de las dificultades que enfrentan todavía los populares para gestionar su relación con el socio de su derecha a pesar de que ya hay numerosos gobiernos regionales y locales en coalición. Y semanas después, tras esta derrota, la reacción ha sido distinta y ha consistido en señalar la "pinza" que PSOE y Vox tienen en la capital andaluza en contra del gobierno local de José Luis Sanz. "Tal para cual, la pinza actúa de nuevo", ha publicado Cuca Gamarra, secretaria general del PP, en su cuenta de X.

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"¿Va a seguir con este culebrón? Es una huida hacia delante", dijo en el pleno el exalcalde Antonio Muñoz, ahora portavoz socialista en el Ayuntamiento, que acusa al PP de no querer negociar las cuentas. Los socialistas han apoyado varias de las modificaciones presupuestarias que José Luis Sanz ha propuesto para intentar aplicar su programa en este primer año de mandato, pero no están dispuestos a aprobar las nuevas cuentas municipales que suponen una enmienda a las suyas, ahora vigentes tras acordarlas con Ciudadanos hace apenas un año. "Negociar no es mandar un email", ha zanjado el dirigente del PSOE.

El bloqueo de las cuentas municipales es un nuevo dolor de cabeza para Sanz, que cierra un primer año algo convulso como alcalde de la capital de Andalucía, después de más de una década como regidor en Tomares, en el área metropolitana de Sevilla. Una de las grandes críticas del PSOE tiene que ver con ese pasado en la gestión de un municipio más pequeño. "Estaba acostumbrado a un barquito de vela y ahora está al frente de un trasatlántico", expresó Muñoz en el pleno.

Sanz llegó a las elecciones municipales de mayo de 2023 después de más de 600 días como candidato, ya que el dirigente popular consiguió que Juanma Moreno lo confirmase como alcaldable a dos años vista. Esto tiene que ver con que el regidor hispalense nunca ha militado en la misma familia que el presidente de la Junta dentro del PP. Hace ahora una década, el actual jefe del Ejecutivo andaluz competía con el alcalde sevillano por liderar a los populares andaluces y fue Mariano Rajoy quien deshizo la disyuntiva al elegir al malagueño.

Su victoria el 28-M fue simbólica, ya que arrebató a los socialistas la ciudad más poblada bajo su control hasta esa noche, después de ir por detrás en las encuestas durante toda la campaña. Desde entonces ha tenido que sortear polémicas que van comenzaron con la cancelación fallida del Festival de Cine Europeo de Sevilla, que tuvo que retomar por la presión del sector cultural, y que tienen como hito la propuesta de cerramiento de la Plaza de España y el cobro de entradas a los visitantes a este monumento. Recibió un sonoro portazo del Gobierno central, titular del edificio, y alimentó el debate sobre la tasa turística en la comunidad, un asunto espinoso para el PP regional por la división de opiniones que hay dentro del partido al respecto.