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Un alcalde en el capó de un tractor con un vaso en la mano y su hijo menor conduciendo: polémica romería en Málaga
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UNA "IRRESPONSABILIDAD", APUNTAN LOS VECINOS

Un alcalde en el capó de un tractor con un vaso en la mano y su hijo menor conduciendo: polémica romería en Málaga

El regidor de Guaro dejó una controvertida imagen de la que se podrían desprender responsabilidades penales. En 2006, y durante la misma celebración, murieron dos mujeres arrolladas por otro tractor

Foto: El regidor de Guaro, con su hijo menor al volante, durante la romería del pueblo. (EC)
El regidor de Guaro, con su hijo menor al volante, durante la romería del pueblo. (EC)

La escena se produjo hace un mes, pero la indignación ha ido creciendo conforme han trascendido las imágenes. Muestran a José Antonio Carabantes, alcalde de Guaro (Málaga), un pequeño municipio de la comarca del Guadalhorce, sentado en el capó de un tractor, con un vaso en la mano y su hijo menor de edad conduciendo el vehículo. Todo durante el transcurso de la romería de San Isidro y decenas de personas divirtiéndose tras la carreta de la que tiraba. Un comportamiento del que, a tenor de lo ocurrido en casos similares, se podrían derivar responsabilidades penales y que algunos han tildado como "inconsciente" e "insensible" porque en mayo de 2006, en esa misma celebración, dos mujeres murieron y una docena de asistentes resultaron heridas arrolladas por otro tractor que sufrió un fallo en los frenos.

La grabación, a la que ha tenido acceso El Confidencial, muestra a Carabantes sentado en la parte delantera de un tractor de color rojo en el que han colocado un letrero en el que se lee: ‘Romería San Isidro. Peña Los Flamenquitos’. El regidor lleva un vaso en su mano izquierda y con la derecha se apoya a una barra del vehículo. Al volante, su hijo. Un niño que, según informó el propio implicado, tiene 14 años.

El vídeo, captado sobre las 16:00 del 18 de mayo, muestra el momento en el que el vehículo llega a un lugar conocido como La Alameda. Un espacio municipal situado a las afueras, en el que confluyen los participantes en la romería y donde hay un chiringuito, aseos y diversas construcciones para continuar la celebración. Es el fin de un trayecto de unos cinco kilómetros que se inició en torno a las 11:00 en el pueblo y que realizan las diversas peñas que posteriormente participan en el concurso a la mejor carreta.

Este año se impuso la del alcalde, tras la que se divertían numerosas personas que iban ataviadas con una camiseta que les identificaba con la peña Los Flamenquitos y que reflejaban claramente que era la romería de 2024.

En ese instante, según la información manejada por este periódico, no se produjo ninguna actuación policial porque un menor de edad estuviese al volante de un vehículo a motor con el consentimiento de su padre, como se observa en las imágenes.

Un vistazo a la hemeroteca constata que la actitud del regidor, que en las pasadas municipales concurrió bajo las siglas del PP tras abandonar Ciudadanos, podría tener consecuencias penales. Por ejemplo, hace dos años, la Guardia Civil de Teruel inició una investigación a un padre que supervisaba a su hija de diez años mientras conducía un tractor. Se le consideró presunto responsable de un delito de conducción sin haber obtenido el permiso y los agentes, además de al juzgado instructor, trasladaron lo ocurrido a la Fiscalía de Menores.

En Lérida, un joven fue condenado a seis meses de prisión por dejar a su primo de diez años circular con uno de estos vehículos. El caso, que se remonta a 2017, guarda paralelismos con el ocurrido recientemente en Guaro, ya que los hechos se produjeron durante un desfile y el tractor arrastraba una carreta. El investigado, dos años después, fue señalado culpable de un delito de conducción temeraria como inductor y cooperador necesario.

El alcalde se excusó declarando que "no voy a justificar algo que no es razonable", pero añadió que es agricultor y que su hijo le ayuda

Pero el malestar por el comportamiento del dirigente trasciende la esfera penal y política. Vecinos del municipio no ocultaron su indignación porque aún recuerdan el trágico siniestro que el 20 de mayo de 2006, precisamente durante la celebración de la romería de San Isidro, se cobró las vidas de dos mujeres que fueron arrolladas por un tractor. Una docena de personas resultaron heridas de diversa consideración.

El accidente, que se registró sobre las 13:30, se produjo cuando el vehículo perdió los frenos mientras bajaba una pendiente pronunciada y atropelló a numerosos vecinos que se encontraban. "Mucha gente de Guaro aún tiene presente lo que ocurrió ese año, por eso no nos explicamos cómo el alcalde puede poner a su hijo al volante en un lugar con tanta gente y que él se siente en el capó tan tranquilamente con un vaso en la mano", señalaron distintas fuentes, que definieron lo ocurrido como una "irresponsabilidad".

“No estuvo bien”

El regidor, en declaraciones a este periódico, reconoció que no actuó correctamente, pero quiso aportar una serie de datos para contextualizar la polémica escena. "No voy a justificar algo que no es razonable", señaló el regidor, para manifestar que, aunque "es cierto que la romería transcurre por donde se produjo el accidente", el trayecto en el que su hijo condujo "era llano y de unos 100 metros".

La escena grabada "no es justificable", reiteró, pero "cualquier persona que venga conmigo sabe que yo bebo cerveza sin alcohol, porque sé lo que pasó y lo que conlleva".

Foto: Un hombre en un tractor. (Reuters/Archivo/Shannon Stapleton)

"Soy agricultor de profesión y mi hijo siempre ha estado conmigo en el campo desde pequeño", por lo que "tiene un conocimiento" en el uso de este tipo de vehículos. "Esto no justifica lo que pasó" y "no estuvo bien", pero el alcalde aclaró que había "una cierta garantía" porque la velocidad del tractor "no alcanzaba el medio kilómetro por hora" y, "a pesar de que yo fuese en el capó, era fácil pararlo ante una emergencia". "Entendía que no iba a haber ningún problema", declaró.

José Antonio Carabantes sostuvo que el asunto "se ha sacado de contexto" por cuestiones políticas y reproches sobre la organización de la romería. "Personalmente, me sienta mal, pero los que estamos en el campo lo vemos normal. Yo veo a niños de cuatro años sobre un caballo que se puede asustar o tener una reacción que no controle el jinete".

El dirigente popular expresó su malestar por lo que considera una "línea roja" rebasada en lo que respecta "a lo personal y familiar": "Mi hijo no pinta nada en un debate político". "El PSOE defiende a nivel nacional, con el tema de la esposa del presidente del Gobierno, —Begoña Gómez— que los familiares se tienen que quedar al margen, pero a nivel local meten a mi hijo", se quejó.

La escena se produjo hace un mes, pero la indignación ha ido creciendo conforme han trascendido las imágenes. Muestran a José Antonio Carabantes, alcalde de Guaro (Málaga), un pequeño municipio de la comarca del Guadalhorce, sentado en el capó de un tractor, con un vaso en la mano y su hijo menor de edad conduciendo el vehículo. Todo durante el transcurso de la romería de San Isidro y decenas de personas divirtiéndose tras la carreta de la que tiraba. Un comportamiento del que, a tenor de lo ocurrido en casos similares, se podrían derivar responsabilidades penales y que algunos han tildado como "inconsciente" e "insensible" porque en mayo de 2006, en esa misma celebración, dos mujeres murieron y una docena de asistentes resultaron heridas arrolladas por otro tractor que sufrió un fallo en los frenos.

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