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Una cola de 8 horas en vela y muchos nervios: la batalla por casarse en una iglesia en Sevilla
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En la Macarena puede hacerse 'online'

Una cola de 8 horas en vela y muchos nervios: la batalla por casarse en una iglesia en Sevilla

Varios sevillanos han pasado la noche en la puerta de la iglesia de la Magdalena, un fenómeno habitual en templos señeros. El 25% de las bodas en Sevilla son por la iglesia frente al 17% del total estatal

Foto: Dos personas esperan en la puerta del despacho parroquial de la iglesia de la Magdalena, en Sevilla. (C. R.)
Dos personas esperan en la puerta del despacho parroquial de la iglesia de la Magdalena, en Sevilla. (C. R.)

Hay una broma muy sevillana sobre el gusto que tienen los habitantes de la ciudad por hacer cola y la facilidad con la que se ve una fila de gente esperando en cualquier punto de la capital andaluza. Hay quien sitúa el origen en el mítico año 92, cuando los sevillanos hacían las mismas colas varias veces para entrar en los pabellones de la Exposición Universal que albergó la ciudad hace ya más de tres décadas. También está la cola para recoger El Llamador, el programa de la Semana Santa que reparte Canal Sur. Y la cola de los taxis para volver de la Feria. En la noche de este domingo se ha sumado una más y no ha sido ni en el concierto de Luis Miguel ni en el de Kiko Veneno, sino en pleno centro, donde a medianoche varios sevillanos empezaron a formar una cola, hasta ahora, más discreta.

En la calle Bailén, por donde se entra en la sacristía de la parroquia de la Magdalena. Con sillas de playa y preparadas para una noche en vela, varias parejas se colocaron ordenadamente hacia el hotel Colón. La primera estaba allí al borde de la medianoche, pero se fue agrandando poco a poco entre bostezos y cafés. Como todos los años, el primer lunes laborable del mes de julio, el templo que alberga a hermandades como el Calvario o la Quinta Angustia abre el libro de bodas para el año siguiente. Y las fechas buenas vuelan. "Quitas la Semana Santa y la Feria, el verano porque hace mucho calor y no hay tantas opciones". Quien lo cuenta es Rocío González, wedding planner de la empresa Sureñamente, que ha estado en más de una ocasión en estas filas para conseguir para sus clientes la fecha que quieren.

"En Sevilla todavía se casa mucha gente por la iglesia", certifica esta sevillana. El INE le da la razón, ya que en la provincia, uno de cada cuatro matrimonios es religioso, mientras que a nivel estatal la cifra cae hasta el 17%, con datos de 2021. ¿Pero es habitual esto de hacer colas nocturnas? González admite que más de lo que parece. La imagen de la parroquia de la Magdalena también puede verse en los alrededores de la catedral hispalense para casarse en el Sagrario. Y al otro lado del río se ven junto a la parroquia de Santa Ana de Triana, que gestiona las bodas de este viejo templo con aires de fortaleza y también las de la Capilla de los Marineros, sede canónica de la Esperanza de Triana.

Rocío González se acercó en la madrugada del 1 de julio a la Magdalena para llevarles un café a una pareja de clientes suyos, que llegaron a la iglesia a eso de las 5 de la mañana. A pesar del madrugón, tenían el número 15 en la cola que se formó. Horas después salieron del despacho parroquial con la fecha que querían, en diciembre de 2025. Esta sevillana cuenta que en la Magdalena se celebran tres bodas por fin de semana, mientras que hay otras parroquias donde solo hay una. En la basílica de la Macarena puede haber incluso seis, una los viernes y hasta cinco los sábados. Pero en el templo que alberga la principal devoción mariana de la ciudad no hay que hacer colas, ya que establecieron un sistema a través de su página web, aunque con preferencia para los miembros de la hermandad. A fecha de hoy hay disponibles para enero de 2025.

Foto: Foto: Getty/Manuel Medir.
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En la basílica del Gran Poder, la otra gran devoción de la ciudad, se aplicó esta fórmula durante un tiempo, pero generó algún problema y han vuelto al modelo tradicional. En la sacristía de este templo, en la plaza de San Lorenzo, aseguran que no hay colas cuando, cada 8 de enero, se abre el libro de bodas para el año siguiente. Como en la Macarena, los hermanos tienen una semana para elegir antes de que se abra el cupo para el resto de novios. "Para 2025 hay hueco, pero septiembre y mayo se acaban antes", explican en el Gran Poder.

La wedding planner sevillana explica que lo habitual es empezar a preparar las bodas con un año y medio de antelación, por lo que hay muchos novios que eligen antes el catering o el lugar de celebración porque el libro de bodas de la iglesia donde se quieren casar todavía no está abierto. Así explica fenómenos como el de la parroquia de la Magdalena captado este lunes por la periodista Inmaculada Jiménez, de Cope Sevilla, que grabó un vídeo para sus redes sociales que en 12 horas acumuló casi medio millón de reproducciones. "Imagínate que lo tienes todo cerrado y te encuentras con que no hay hueco en la iglesia", expone Rocío Gutiérrez.

El hecho de que la Magdalena o Santa Ana tengan colas y otras no tiene que ver con la disponibilidad de fechas, no necesariamente con el mérito artístico de la parroquia en cuestión. La Magdalena, como El Salvador, es una de las obras más señeras del barroco sevillano y acaba de pasar por una restauración de sus pinturas murales que hacen mucho más espectacular el escenario. Pero hay motivos sentimentales, como la vinculación familiar a una iglesia o la devoción por las hermandades que radican en ella. Hay casos, como el de la parroquia de San Benito, donde influyen los cultos de las imágenes titulares, que tienen fecha fija y se convierten en fines de semana muy populares para casarse. Se entiende así que muchos de los que hacían cola en la calle Bailén este lunes eran los padres de novios que no podían ausentarse del trabajo un lunes laborable o que viven fuera de la capital andaluza.

Para poder reservar la fecha, los interesados deben llevar un documento con los datos básicos de los novios y abonar 50 euros en concepto de reserva, que luego serán descontados del total, que ronda los 200 euros, una vez que se confirma la fecha. En el Gran Poder, el "donativo de reserva" es de 60 euros, que se descuentan de los 260 euros finales para los no hermanos, mientras que los hermanos pagan 215. "Nadie me ha dicho que elige una iglesia u otra porque sea más barata", cuenta la wedding planner, que explica que las bodas religiosas pueden llegar a ser más baratas que las civiles al evitar otros gastos como megafonía o la instalación de sillas.

"Al principio estaban más relajados, peor cuando sale alguien que no consigue la fecha que quería, se han puesto más nerviosos", relata Rocío Gutiérrez, que destaca la amabilidad de los responsables del templo, que han ofrecido sillas a quienes estaban esperando. Se creó incluso un sistema entre ellos para compartir la fecha y evitar esperas innecesarias. "Uno de los novios llegó y al ver que su fecha la tenía otra pareja que estaba antes en la cola, se fue", explica Inma Jiménez. La cola se mantuvo durante varias horas, ya que el proceso de elección es lento. Y mientras tanto, los teléfonos de los progenitores sonaban una y otra vez por llamadas de los hijos preocupados para saber si la opción elegida estaba libre.

Hay una broma muy sevillana sobre el gusto que tienen los habitantes de la ciudad por hacer cola y la facilidad con la que se ve una fila de gente esperando en cualquier punto de la capital andaluza. Hay quien sitúa el origen en el mítico año 92, cuando los sevillanos hacían las mismas colas varias veces para entrar en los pabellones de la Exposición Universal que albergó la ciudad hace ya más de tres décadas. También está la cola para recoger El Llamador, el programa de la Semana Santa que reparte Canal Sur. Y la cola de los taxis para volver de la Feria. En la noche de este domingo se ha sumado una más y no ha sido ni en el concierto de Luis Miguel ni en el de Kiko Veneno, sino en pleno centro, donde a medianoche varios sevillanos empezaron a formar una cola, hasta ahora, más discreta.

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