Miguel Delibes abandona: el guardián de Doñana se marcha agotado tras la bronca entre Gobierno y Junta

Miguel Delibes de Castro (Valladolid, 1947) podría haberse ido hace mucho, pero ha esperado que se encauce el futuro de Doñana para hacerlo. El mítico biólogo deja el Consejo de Participación de Doñana, el organismo consultivo que hace las veces de voz de la conciencia sobre el humedal andaluz. Lo ha anunciado este lunes en una decisión meditada y que achaca al "desgaste" que le ha generado la batalla por el espacio natural que se ha librado en los últimos años después del intento de la Junta de ampliar los regadíos en el entorno del parque. Esa amenaza quedó desactivada después de un acuerdo entre el Gobierno andaluz y el Ministerio de Transición Ecológica encaminado a reducir de forma paulatina la captación de aguas subterráneas para usos agrícolas y la restauración del mítico espacio.

"Va a ser difícil encontrar a alguien como Miguel Delibes", ha dicho este lunes el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, después de participar en la última reunión presidida por el biólogo en el cargo que ocupa desde 2013. El responsable de ese nombramiento será Ramón Fernández Pacheco, titular de Sostenibilidad del Gobierno andaluz, que ya trabaja en su sustitución, aunque sin prisas. "Puede quedarse tranquilo", ha dicho el dirigente popular, que ha mostrado su agradecimiento a Delibes por "una vida dedicada a la defensa de Doñana". "Su legado perdurará como una de las grandes contribuciones a la conservación de la naturaleza", ha zanjado Juanma Moreno en su cuenta de X.

El presidente de la Junta ha ilustrado su mensaje en la red social con una foto de la concesión de la medalla de Andalucía al científico en plena pugna entre Junta y Gobierno por la polémica ley de regadíos del entorno de Doñana. El biólogo castellano ejerció como una suerte de voz de la razón en medio de la pugna que abrió el Ejecutivo andaluz después de que el propio Moreno se comprometiese a dar una solución a los agricultores de la corona norte forestal del espacio natural. La solución en cuestión fue una ley que abría la puerta a legalizar regadíos en una zona con un altísimo estrés hídrico y, además, muy vigilada por las asociaciones ecologistas y la Comisión Europea. Fue la advertencia de Bruselas, muy elocuente, la que llevó a San Telmo a levantar el pie del acelerador.

De por medio hubo dos tramitaciones en el Parlamento de Andalucía, una en la anterior legislatura y otra ya con Moreno con presidente como mayoría absoluta. Como en todas las leyes que llegan a la Cámara autonómica, hay un paso del proceso legislativo que consiste en la comparecencia de expertos sobre el asunto. Y ahí Delibes de Castro dio cuenta de su magisterio para dejar claro que la norma en tramitación "dañaba los ecosistemas" y que se trataba de un "ataque brutal" a Doñana. Este mensaje impactó como un misil en el argumento de PP, Ciudadanos y Vox, que aseguraban una y otra vez que el texto no tenía impacto medioambiental.

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Aquella reprimenda provocó que en la segunda tramitación el PP amagase con no incluir a Delibes de Castro en la lista de comparecientes, pero los populares corrigieron el error ante la presión pública. "Doñana está seca" espetó el científico en su nueva intervención, en la que pidió a PP y Vox que tuvieran el "coraje político" de desactivar una ley, aunque también dio un toque de atención al Gobierno central para que buscase un acuerdo que hiciera posible salvaguardar el parque natural. El empeño del Ministerio de Transición Ecológica y el cambio de opinión en el Ejecutivo andaluz acabó desembocando en un acuerdo histórico que tiene como leitmotiv el final de las captaciones de agua del acuífero que nutre el icónico humedal.

"Se ha generado la mayor crisis social, institucional, política y mediática sobre Doñana en muchos años. Detengamos la crispación, evitemos que la bola de nieve siga creciendo", dijo entonces Delibes de Castro en la Cámara autonómica, donde ya entonces esbozó el plan que se acabó aprobando. En su comparecencia habló de un "plan de ayudas a pequeños agricultores que clausuren sus pozos" y también de "subvenciones al cultivo de secano". Esas dos propuestas quedaron después reflejadas en el acuerdo de Doñana entre Junta y Gobierno, que plantea subvenciones de hasta 100.000 euros por hectárea en una década a aquellos productores que renuncien a sus cultivos de regadío para la "renaturalización" de esas parcelas.

Esto se traduce en la conversión de estas áreas en zonas forestales para reducir la captación de aguas subterráneas y acabar con la esquilmación de estos acuíferos. Hugo Morán ha comparecido en Sevilla este lunes para dar cuenta de los avances en el citado acuerdo y ha cifrado ya en 15 hectómetros cúbicos los que han dejado de extraerse del subsuelo de Doñana. Esta cantidad resulta del avance en obras hidráulicas, como la ampliación del trasvase del Tinto-Odiel-Piedras, pero también del cierre de pozos. Hay ya 450 pozos legales cerrados tras ser sustituidos por agua en superficie y 284 pozos ilegales clausurados, 147 de ellos voluntariamente. Pero todavía quedan 700 hectáreas que se riegan de forma irregular, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica.

El trabajo de inspección y conversión de parcelas regables en secano o forestal sigue adelante de la mano de otras obras hidráulicas, como el recrecimiento de la presa del río Agrio o el alejamiento de los pozos de abastecimiento de Matalascañas y la mejora de las conducciones en esta playa almonteña. "Tenemos que llegar antes donde ya nos hemos propuesto llegar", ha apuntado Hugo Morán para recoger el guante lanzado por Delibes en su despedida. En el último consejo de participación, el biólogo se ha acordado del cuento de Lewis Carroll Alicia a través del espejo, en el que la Reina Roja le dice a Alicia que "para llegar a otro lugar, hay que correr por lo menos dos veces más rápido". Ese lugar es la conservación de Doñana tal y como existe. Y aunque el biólogo se ha congratulado por las medidas puestas en marcha, ha recordado Doñana "no está mucho mejor". "Hay que trabajar el doble y el doble de rápido".