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Monteseirín, el alcalde que transformó Sevilla hace 25 años, sigue su lucha contra un ictus
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Monteseirín, el alcalde que transformó Sevilla hace 25 años, sigue su lucha contra un ictus

El regidor que más tiempo ha gobernado la capital andaluza (12 años) ha recibido estos días la visita de destacados dirigentes del PSOE y parte de su equipo más cercano aquellos años

Foto: Alfredo Sánchez Monteseirín, rodeado de parte de sus antiguos colaboradores en la Alcaldía de Sevilla
Alfredo Sánchez Monteseirín, rodeado de parte de sus antiguos colaboradores en la Alcaldía de Sevilla

La pasada semana se cumplían 25 años de la llegada de Alfredo Sánchez Monteseirín a la Alcaldía de Sevilla y la efeméride no ha pasado desapercibida en la casa del exregidor socialista, que sigue luchando por recuperarse tras el grave ictus que sufrió hace más de un año.

Desde entonces, y pese al interés de numerosas personas de la ciudad, Monteseirín ha preferido mantener una total discreción sobre su estado de salud y apenas ha recibido visitas, centrándose totalmente en su recuperación e intentando evitar especulaciones sobre el futuro.

Sin embargo, con motivo de esta conmemoración, ha tenido varias sorpresas en los últimos días con las que ha podido recordar cómo fueron los 12 años en los que gobernó la ciudad, convirtiéndose en el alcalde que más tiempo ha permanecido en el despacho de la Plaza Nueva de Sevilla.

placeholder El vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis; el ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves; el ex alcalde de Sevilla Alfredo Sánchez Monteseirín; y Manuel Marchena. (Cedida)
El vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis; el ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves; el ex alcalde de Sevilla Alfredo Sánchez Monteseirín; y Manuel Marchena. (Cedida)

La primera sorpresa se la dio hace unos días el que fuera su "mano derecha" en la Alcaldía, Manuel Marchena, -ahora candidato a rector de la Universidad de Sevilla-, que le visita semanalmente. Ese día, al volver de su entrenamiento en el fisioterapeuta, Monteseirín se encontró en su casa, junto a Marchena, al expresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y al actual vicepresidente del Congreso de los Diputados, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

Este último, hombre cercano al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, comenzó su carrera política en el Ayuntamiento hispalense cuando era un joven abogado al que fichó el entonces delegado de Urbanismo, Emilio Carrillo. Gómez de Celis, que en aquella época ya tenía sus enfrentamientos políticos con Susana Díaz, también concejal de Sánchez Monteseirín, es el único de sus ediles que se mantiene en la política activa.

Este domingo, la familia del exregidor le preparó otra sorpresa al convocar a parte del equipo más cercano que tuvo durante esos años de Alcaldía. A la cita acudieron ex delegados como Evangelina Naranjo, que luego fue consejera de la Junta; o Francisco Fernández, que gestionó la movilidad en los años de la compleja peatonalización del centro de Sevilla y la puesta en marcha del Metro o el tranvía (Metrocentro).

Tampoco faltó a la cita otro hombre de confianza como Alejandro Martín de la Cruz, ex gerente de Urbanismo; y parte del equipo más cercano en el gabinete de Alcaldía: María Ángeles Familiar, Carmen Carrasco y Enrique Hernández. En la reunión recordaron numerosas anécdotas de una Alcaldía que estuvo rodeada de polémica desde el primer día hasta el último y cuya gestión no ha sido reconocida hasta muchos años después.

No rehuía la polémica

Alfredo Sánchez Monteseirín, que era presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, llegó a coger el bastón de regidor de la capital andaluza en el año 1999 por sorpresa, tras quitárselo a Soledad Becerril, ganadora de las elecciones, aprovechando sus desavenencias con su socio de Gobierno municipal, el Partido Andalucista de Alejandro Rojas-Marcos. El nuevo alcalde se apoyó en IU, dirigida por el exsindicalista Antonio Rodrigo Torrijos, para gobernar, creando una alianza de socialistas y comunistas que encendió a los sectores conservadores de la ciudad.

Además, Monteseirín llegó con un plan revolucionario para acometer la "mayor transformación urbana de Sevilla", al margen de la Expo 92. Aprobó un nuevo PGOU en 2006 que levantó en armas a los promotores y constructores por permitir que el dinero que pagaban para sistemas generales se destinaran a otras cuestiones.

Al alcalde socialista le importaron poco las advertencias recibidas sobre lo tradicional que era la ciudad para cambiar su fisonomía y tomó numerosas decisiones arriesgadas, como la construcción de un monumental edificio moderno en plena plaza de la Encarnación, conocido como las Setas, que no solo generó un enorme debate estético, sino que se convirtió en un escándalo por su sobrecoste -superó los 130 millones de euros-. Sin embargo, hoy es uno de los emblemas de la Sevilla del siglo XXI y uno de los monumentos más visitados de la ciudad, además de lugar de concentración de los sevillanos para diversos encuentros de ocio, deporte y manifestaciones.

placeholder Plaza de 'Las Setas', en Sevilla. (EFE/David Arjona)
Plaza de 'Las Setas', en Sevilla. (EFE/David Arjona)

La estética también estuvo detrás de muchas de sus polémicas. Impulsó la construcción de un rascacielos, la Torre Sevilla -nunca un edificio había sido más alto que la Giralda-, aprobó la reforma de la Alameda de Hércules o el paseo Marqués de Contadero junto al río Guadalquivir. Sin embargo, una de sus mayores revoluciones llegó en el área de movilidad. Puso en marcha el Plan Centro para reducir el casco antiguo a los coches, peatonalizó vías tan emblemáticas como el eje San Fernando-avenida de la Constitución-Plaza Nueva, la céntrica Alfalfa, la calle Asunción, en el barrio de Los Remedios, o San Jacinto, en Triana, que tuvieron tanta contestación mediática y ciudadana como reconocimiento a posteriori.

Monteseirín apoyó decididamente el plan de sus socios de IU para convertir Sevilla en la ciudad española con mejor red de carriles-bici, y construyó un tranvía (oficialmente denominado Metrocentro) que tampoco estuvo exento de polémica al discurrir buena parte de su recorrido por las mismas vías que la única línea del Metro, también inaugurado bajo su mandato.

Esta veloz transformación, bajo el lema "la ciudad de las personas", no fue entendida por buena parte de la ciudad, lo que, unido a varios escándalos de corrupción de algunos colaboradores, provocó su caída y un gran vuelco del electorado, que en las Municipales de 2011 otorgó la mayor confianza que ha tenido un alcalde (20 concejales) al popular Juan Ignacio Zoido, quien denunció durante sus cuatro años de gobierno la ruina que se había encontrado en el Ayuntamiento al tener que pagar todas las obras de su antecesor.

Alfredo Sánchez Monteseirín salió del Consistorio prácticamente por la puerta de atrás, con una imagen pública quemada, y se mantuvo durante años en un perfil discreto al comprobar que ni sus compañeros en el PSOE, que gobernaban la todopoderosa Junta, defendían su labor y su legado socialista en Sevilla.

La situación cambió algo cuando la anterior corporación municipal, gobernada por el socialista Juan Espadas, aprobó casi por unanimidad -solo se opuso Vox- dedicar una plaza a Sánchez Monteseirín justo debajo del polémico rascacielos que impulsó, en la confluencia entre la tradicional Triana y la moderna isla de la Cartuja, que fue inaugurada hace tres años, en julio de 2021.

Ya en el año 2018, el Ministerio de Hacienda, dirigido por la sevillana María Jesús Montero (PSOE), recuperó al exalcalde a la actividad institucional al nombrarlo delegado especial del Estado de la recién creada Zona Franca de Sevilla, junto al Puerto de Sevilla, un proyecto con el que se encontraba muy ilusionado y que ha comenzado a atraer el interés de empresas nacionales e internacionales.

El pasado año, un grave ictus rompió estas ilusiones y convirtió el día a día del exalcalde de Sevilla en una carrera por ganar su lucha contra las secuelas de este episodio, que ha tenido algunas réplicas que han vuelto aún más compleja la situación.

placeholder Alfredo Sánchez Monteseirín en su domicilio. (Cedida)
Alfredo Sánchez Monteseirín en su domicilio. (Cedida)

La realidad personal del hombre que transformó Sevilla ha cambiado en los últimos meses. Hoy Sánchez Monteseirín trabaja cada día con fisioterapia y logopedia. La cercanía de la familia, la alegría de sus cinco nietos y la compañía de sus viejos amigos de la política han mantenido activa durante todo este tiempo su vida social a pesar de los contratiempos.

La familia asegura a El Confidencial que quiere "agradecer el cariño y la discreción a todas las personas que se han interesado por su estado de salud durante este año; y transmite, de parte de Alfredo, su emocionada gratitud y su deseo de volver a compartir pasiones en el futuro".

La pasada semana se cumplían 25 años de la llegada de Alfredo Sánchez Monteseirín a la Alcaldía de Sevilla y la efeméride no ha pasado desapercibida en la casa del exregidor socialista, que sigue luchando por recuperarse tras el grave ictus que sufrió hace más de un año.

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