La revuelta del alcalde de Sevilla: exige a Juanma Moreno la tasa turística que rechazó la Junta

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, vuelve a la carga con la tasa turística. Y lo hace dos meses después de que el Gobierno andaluz de Juanma Moreno haya descartado la aplicación de un impuesto a los visitantes que llegan a las ciudades de Andalucía después de marear la perdiz desde principios de año. El Pleno del Ayuntamiento de la capital hispalense ha aprobado este jueves una propuesta al Ejecutivo regional para que establezca el marco que permita cobrar este tributo para que "el turismo sea una fuente de riqueza amable para los sevillanos", como ha defendido el concejal popular Juan Bueno en el debate sobre el estado de la ciudad. La iniciativa ha salido adelante con el apoyo del PSOE, Podemos, IU y el único voto en contra de Vox.

El movimiento de Sanz es llamativo, sobre todo después del portazo al nuevo gravamen que dio la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte el pasado 27 de mayo en una reunión celebrada en Málaga entre la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y la patronal autonómica, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). El veredicto del encuentro fue que la mal llamada tasa turística se trata de una idea "prematura", por lo que los presentes acordaron crear una comisión para estudiar el impacto del turismo en las principales ciudades de la comunidad. Por que es en las ciudades más pobladas de donde salió la idea de cobrar a los visitantes para intentar compensar los efectos de la llegada masiva de visitantes.

Sevilla recibió 3 millones de visitantes en 2023, mientras que Málaga asumió la llegada de 1,5 millones, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero el debate surgió en la capital andaluza después de que Sanz lanzase el globo sonda de cerrar la Plaza de España y cobrar su visita. Aquella propuesta fue el embrión de una petición a la que después se sumó el alcalde de Córdoba, José María Bellido, e incluso el de Málaga, Francisco de la Torre, aunque siempre con la coletilla de buscar el consenso con el sector. Y el sector, como dejó ver en la reunión de mayo, no tiene intención de apoyar la idea porque considera que el aumento del precio en los paquetes turísticos provocaría un problema de competitividad con otros destinos cercanos que también compiten por el sol y playa. Estas tesis son las más habituales en la patronal hotelera de la Costa del Sol, que tiene un gran ascendente sobre el consejero de Turismo, Arturo Bernal, que siempre se ha mostrado contrario al tributo.

"No tenemos ningún complejo, siempre lo hemos dicho, hay una necesidad de organizar el turismo en nuestra ciudad", ha dicho esta jueves Juan Bueno durante el debate en el Ayuntamiento de Sevilla. Los populares en la capital andaluza abogan por la creación de una mesa de trabajo con los operadores del sector para que se promulgue "a la mayor brevedad posible" una ley que permita la creación "del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos en ciudades a título potestativo". Según la propuesta aprobada en el pleno, la recaudación del tributo debe revertir "de manera directa" en el patrimonio histórico de la ciudad y en "nuevos proyectos e iniciativas que repercutan de manera directa en una oferta turística de calidad, sostenible y en los barrios de Sevilla".

TE PUEDE INTERESAR

Plazas sin vecinos y ruido de 'trolleys': el cóctel de turismo y vivienda prende en Andalucía

Carlos Rocha. Sevilla

Bueno ha defendido que el impacto del turismo no puede derivar en "turismofobia" y para el PP en la capital andaluza la llegada de "millones de personas cada año" genera un problema para la "prestación óptima de servicios públicos". "De alguna forma tienen que contribuir", ha zanjado el dirigente popular, que ha defendido una iniciativa que choca con las directrices marcadas desde el Gobierno de Juanma Moreno en materia fiscal. Desde la llegada del malagueño a San Telmo, el Ejecutivo ha puesto en marcha seis bajadas de impuestos en tributos como el de Sucesiones y Donaciones, el de Patrimonio, el de Transmisiones Patrimoniales e incluso el canon del agua.

Al mismo tiempo que se producía el debate en la Plaza Nueva, a unos kilómetros de allí, en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas tambien había un Pleno, en este caso del Parlamento de Andalucía. Y el turismo también ha estado muy presente. "Dejen de maltratar y manosear el turismo que es una industria fundamental", ha dicho el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en un intercambio con el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García. La portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, también ha aludido al asunto, aunque desde el enfoque de la vivienda, y le ha recordado al barón popular que "el turismo está complicando la vida a los vecinos" de las ciudades andaluzas con más presión de visitantes.

El movimiento en el Ayuntamiento hispalense muestra una disparidad dentro del PP en la gestión del binomio entre vivienda y turismo. El Ejecutivo andaluz aprobó a principios de año un decreto para posibilitar la limitación de viviendas de uso turístico por parte de los ayuntamientos. Granada ha puesto en marcha una moratoria de nuevas licencias, mientras que Sevilla está a la espera de lograr el apoyo de PSOE o Vox para aprobar una limitación restringida al centro de la ciudad, donde la existe mayor presión. En Cádiz el alcalde Bruno García ha anunciado unas medidas más duras que las aprobadas por su antecesor, el izquierdista José María González, Kichi.

Pero también se notan las diferencias en los discursos. García, en una entrevista con El Correo de Andalucía avanzó futuras iniciativas para ayudar a fijar la población en la ciudad gaditana, que sufre un problema de despoblación desde hace décadas. Hace sólo unos días Francisco de la Torre en Sur quiso restar importancia a la salida de población de Málaga capital camino del área metropolitana si hubiera un sistema de transporte público eficiente, algo de lo que adolece ahora la capital de la Costa del Sol. El enorme poder institucional que logró el PP en las municipales de 2023 aboca a los populares a tener que esforzarse para compaginar las distintas necesidades que tienen las ciudades que gobiernan.