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Leonor: "Gracias por hacerme sentir una aragonesa más, una maña más"
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HONORES EN ZARAGOZA

Leonor: "Gracias por hacerme sentir una aragonesa más, una maña más"

La Princesa de Asturias ha recibido las principales distinciones de las instituciones de Aragón, a cinco semanas de concluir su formación en la Academia General Militar de Zaragoza. Ha vuelto a salir a la calle la 'leonormanía'

Foto: La princesa de Asturias, después de recibir la Medalla de Aragón. (EFE/Francisco Gómez)
La princesa de Asturias, después de recibir la Medalla de Aragón. (EFE/Francisco Gómez)

Con las expectativas superadas, sintiéndose una maña más y muy agradecida por el respeto y el cariño de los aragoneses. Así se ha mostrado la Princesa Leonor en sus palabras de agradecimiento a las distinciones que hoy le han entregado las instituciones aragonesas, pocas semanas antes de que concluya su formación en la Academia General Militar de Zaragoza.

Ha sido en el imponente altar mayor de la catedral de la Seo, vestida con el uniforme de cadete Borbón Ortiz y con un discurso lleno de agradecimientos. A la Academia General Militar, por la formación; a los compañeros, por la complicidad, y a la ciudad, por el acogimiento. "Lo que he vivido aquí supera con creces lo que pensaba hace diez meses. En Zaragoza, en Aragón, me he sentido en casa, acogida y acompañada en una tierra que siempre formará parte de mi vida. Quedan solo cinco semanas para que me vaya, para que reciba mi despacho de alférez, y ya empiezo a echaros de menos".

En su discurso, Leonor ha destacado el valor de la formación recibida, de su exigencia "académica e intelectual, física y técnica", y de la oportunidad que le ha brindado de convivir con jóvenes de su generación. "Aquí hemos jurado bandera, aquí hemos superado momentos que requerían esfuerzo y un gran trabajo de equipo, aquí hemos disfrutado y sufrido juntos y, sobre todo, aquí hemos aprendido mucho".

Finalmente, ha agradecido las distinciones recibidas y concluido con un: "Gracias Zaragoza. Gracias Aragón. Gracias a todos los que habéis hecho posible que en este tiempo me sienta una aragonesa más, una maña más".

Foto: La princesa Leonor, en la catedral del Salvador, para recibir la medalla de Aragón. (EFE)

Era lo más esperado, sus palabras, ya que era su primer acto en solitario y las primeras que ha pronunciado públicamente en Zaragoza. Lo ha hecho sin imposturas y con algo de emoción, en una jornada llena de simbolismo que ha empezado en el Palacio de la Aljafería, donde ha recibido la medalla de las Cortes de Aragón de manos de su presidenta, Marta Fernández, y ha firmado en el Salón del Trono en el libro de oro de la institución. A continuación, ha sido el Ayuntamiento de Zaragoza el que le ha entregado el título de Hija Adoptiva en la Casa consistorial, con la correspondiente firma de agradecimiento y con la alcaldesa Natalia Chueca como anfitriona. Y como colofón, la Medalla de Aragón, que le ha entregado en la catedral de la Seo el presidente aragonés Jorge Azcón, ante 350 invitados en representación de la sociedad aragonesa.

Ha sido allí donde el presidente Azcón ha recordado que Aragón es tierra de pacto y derecho y donde ha reivindicado el papel de la Corona como fuente de estabilidad institucional. Asimismo, ha reiterado la lealtad de Aragón a la monarquía, que tiene una de sus raíces en los títulos de la Corona de Aragón y de ahí, ha explicado, la pertinencia de estar en la Seo. También, su convicción de que construir Aragón “es lo mismo que trabajar por España”.

placeholder La princesa Leonor, acompañada del presidente de Aragón, Jorge Azcón. (EFE)
La princesa Leonor, acompañada del presidente de Aragón, Jorge Azcón. (EFE)

A esas palabras ha respondido la Princesa Leonor, ya como "una maña más", ante los 350 invitados, entre los que estaban los representantes de las instituciones aragonesas, salvo los de los partidos a la izquierda del PSOE, así como presidentes y miembros de gobiernos anteriores y líderes de organizaciones y entidades sociales.

Protocolo de los Reyes de Aragón

La organización de la entrega de las distinciones se ha inspirado en el protocolo de la coronación de los Reyes de Aragón en la Edad Media. En él, el Rey salía en comitiva desde el Palacio de la Aljafería, residencia de los Reyes de Aragón y hoy sede de las Cortes, hasta la catedral de la Seo para “jurar los fueros, ser ungido con los óleos y ser coronado”. El protocolo también disponía el orden, con las principales dignidades al final, y que no es lo habitual.

Así se ha hecho también en esta ocasión. Con el añadido de hacer una parada a la llegada a la catedral para que la heredera del trono saludara a los cientos de aragoneses que se han acercado a verla y felicitarla por sus distinciones. El presidente Azcón y la ministra de Defensa, Margarita Robles, que le ha acompañado en todo momento, han hecho de fotógrafos con los móviles de los ciudadanos que querían llevarse su foto con la Princesa. Veinte minutos ha estado saludando a los zaragozanos que, pese a ser en día y horario laborables, han hecho suya la leonormanía y se han acercado a las plazas del Pilar y de la Seo para hacer patente esa amabilidad que, minutos después, ha reconocido Leonor en sus palabras. En una ciudad donde la monarquía es muy popular, algunos analistas incluso han interpretado ese cálido acompañamiento como una forma de compensar los silbidos que sonaron en la Romareda, el pasado sábado, en la final de la Copa de la Reina.

Distinción civil en la Seo

La elección de la catedral como escenario para la entrega de una distinción civil a la heredera de una monarquía constitucional de un estado aconfesional ha despertado algunas críticas. El propio Gobierno de Aragón tiene el gran Salón de la Corona. Los responsables lo han justificado por el simbolismo de enlazar la monarquía actual con la Corona de Aragón y el deseo de evocar el recorrido histórico. También por la practicidad de que la sucesión de espacios implicados tuviera continuidad y accesibilidad para los ciudadanos, aunque eso haya supuesto que el coctel se ofreciera en el Palacio Arzobispal.

placeholder Leonor, ovacionada por las autoridades aragonesas. (EFE/Fabián Simón)
Leonor, ovacionada por las autoridades aragonesas. (EFE/Fabián Simón)

Eso sí, la entrega de las distinciones ha dado la oportunidad de mostrar algunas de las joyas del patrimonio de Zaragoza, como el Palacio de la Aljafería, con los patios de San Martín y Santa Isabel y el Salón del Trono, magistralmente recuperado. Y muy especialmente, la propia catedral, muy desconocida por los muchos años que estuvo cerrada para su restauración y por la sombra de la popularidad de la otra catedral zaragozana, el Pilar.

La propia Leonor no ha podido evitar mirar con asombro el techo y retablos al entrar en la Seo. Y luego, cuando se ha desplazado por la misma hasta la capilla de San Bernardo, una de las joyas del renacimiento español y donde ha firmado en el libro de oro de Aragón, se ha detenido ante el trascoro y otros ámbitos, impactada por su belleza, y atendido las explicaciones del canónigo responsable de patrimonio.

En la recta final del curso

La Princesa, como ella misma ha dicho, está a cinco semanas de concluir su estancia en la Academia General Militar de Zaragoza, que concluirá el próximo 3 de julio con el acto de entrega de despachos. Habrán pasado diez meses desde que llegó el pasado 17 de agosto y en los que ha cursado un programa propio, con jura de bandera, maniobras en el campo de San Gregorio e instrucción de montaña en Astún, entre otras.

Ha sido un curso con apenas interrupciones, aunque, eso sí, muy relevantes, como fue la Jura de la Constitución y la entrega de los Premios Princesa de Asturias. De acuerdo con los deseos de los Reyes, ha hecho una vida de cadete, la cadete Borbón Ortiz, que no ha participado en ningún acto institucional hasta el de hoy, y sí se ha visto con sus compañeros en bares, como el Tuno y Babia, o restaurantes zaragozanos.

Foto: El Rey coloca la coleta de la princesa Leonor tras recibir las medallas del Congreso y Senado. (EFE/Chema Moya)

Las distinciones de hoy también las recibió en su día el entonces príncipe Felipe, aunque en jornadas diferentes y sin la intensidad de hoy. En 1986, se le otorgó la medalla de las Cortes y fue nombrado Hijo adoptivo de Zaragoza. Tres años después, se creaba la medalla de Aragón y era el primero en recibirla; el acto se celebró, entonces sí, en el Salón de la Corona, cuando el hoy Rey Felipe VI concluyó sus tres años de formación militar.

A ese tiempo ha aludido Leonor. “Venía con muchas expectativas, en parte por todo lo que me había contado mi padre, aunque también sabía que algunas etapas no serían fáciles (…) Mi padre lo vivió de un modo parecido hace casi 40 años y en estos días hemos hablado mucho de ello. Seguir sus pasos significa mucho para mí”.

De momento, en Zaragoza aún le quedan los exámenes finales y las maniobras más exigentes, entre el 25 mayo y el 7 junio, para concluir el 3 de julio con la entrega de despachos. Y en el futuro, el deseo que le han transmitido varios interlocutores de que, como hace su padre, vuelva a menudo por Aragón y haga suyos sus afanes.

Con las expectativas superadas, sintiéndose una maña más y muy agradecida por el respeto y el cariño de los aragoneses. Así se ha mostrado la Princesa Leonor en sus palabras de agradecimiento a las distinciones que hoy le han entregado las instituciones aragonesas, pocas semanas antes de que concluya su formación en la Academia General Militar de Zaragoza.

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