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Por qué la España vaciada ya no interesa ni en la España vaciada
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TERUEL EXISTE Y SORIA ¡YA!

Por qué la España vaciada ya no interesa ni en la España vaciada

Los partidos del movimiento contra la despoblación han pasado en menos de cinco años de ser la referencia en sus provincias, doblegando a PP y PSOE, a quedar relegados a un papel residual. Estos han sido algunos de sus pecados

Foto: Teruel Existe y Soria Ya han pasado de arrasar en sus provincias a ser una opción residual para los electores en menos de 5 años. (EFE/Antonio García)
Teruel Existe y Soria Ya han pasado de arrasar en sus provincias a ser una opción residual para los electores en menos de 5 años. (EFE/Antonio García)
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La España vaciada tiene muchos problemas. Y su movimiento político, también. El motor que llevó a Teruel Existe a lograr un diputado en el Congreso y a Soria ¡Ya! a cosechar casi la mitad de los votos de su provincia en unas autonómicas ha gripado. Los resultados de las elecciones europeas, a las que concurrieron dentro de la Coalición Existe junto a un pléyade de organizaciones municipalistas de toda España, lo ponen de manifiesto: la candidatura se quedó en 40.107 votos, insuficientes para lograr un europarlamentario. Estas cifras, por debajo de lo esperado, constatan una tendencia que cuestiona el rumbo político del proyecto.

En las generales del 23-J, que no fueron precisamente las mejores para estas formaciones, Teruel Existe y Soria ¡Ya! reunieron un total de 21.045 votos únicamente en sus dos provincias. Un año después, en las europeas y con una participación muy baja en comparación, la cifra se redujo hasta los 8.588 apoyos en idénticos territorios (un 21,4% del total de la Coalición Existe). En las generales, ambos partidos fueron la tercera opción más escogida por los electores; pero en los comicios comunitarios, ambas bajaron hasta el cuarto puesto, por detrás de PP, PSOE, Vox y con Alvise en el retrovisor.

La escasa participación es un factor a tener en cuenta, ya que más de la mitad de los electores se quedaron en casa el 9-J. Los comicios comunitarios suelen tener una participación menor que otras citas, salvo cuando, como en 2019, coinciden con otros procesos: en ese año con las municipales y autonómicas. Al comparar el volumen de voto de estos partidos frente a sus rivales —PP y PSOE—, queda claro que algo no funciona. En el caso de los sorianos, en las generales del año pasado alcanzaron un 19,1% de los respaldos en su provincia frente al 66,7% que reunieron PP y PSOE. El pasado domingo, mientras la suma de populares y socialistas se mantuvo en unos valores similares (71,18%), los sorianistas se desplomaron (8,74%). La situación se replicó en Teruel. PP y PSOE aglutinaron en las generales un 64,3% de los votos en su circunscripción, frente al 14,95% del partido turolense. El 9-J, Teruel Existe redujo sus prestaciones hasta el 9,85%, mientras que el bloque de populares y socialistas mantuvo un 65,65%.

Cualquiera de las dos hipótesis que podrían explicar este bajón de los partidos contra la despoblación es delicada para sus intereses. Por un lado, se podría entender que su votante se ha quedado en casa, lo que revelaría problemas para movilizarlo. Por el otro, podría argumentarse que esos votantes que les faltan han optado por otras opciones, lo que tampoco sería una buena piedra de toque por mucho que las europeas sean una cita particular. La sangría de votos y la pérdida de peso específico en sus provincias han encendido las alarmas en estos grupos, que se plantean cambiar la estrategia de forma radical para reconectar con su electorado, y que transitan por sus horas más bajas.

Ni reacción ni transgresión

Las campañas artesanales, puerta a puerta, pueblo por pueblo, y dando mítines en lugares donde apenas les escuchaba un puñado de vecinos, les funcionaron muy bien al desembarcar en la política. Pero hasta ahí. En aquel momento, con el viento a favor, supieron colocar su mensaje en los medios y calar entre unos ciudadanos que conocían la labor de las plataformas sociales que hay detrás de los partidos y que estaban ansiosos por encontrar una opción diferente y de carácter localista a la que votar.

En las sucesivas campañas, ni Soria ¡Ya! ni Teruel Existe se han movido de ahí. Sus líderes, mientras coleccionaban varapalos, entonaron en repetidas ocasiones aquello de "algo estamos haciendo mal y hay que cambiarlo". Pese a los propósitos de enmienda, nada cambió en la estrategia, al menos de forma relevante, y los estiletes contra la despoblación han asistido desde primera fila a cómo otros partidos surgían prácticamente de la nada y les comían terreno en su feudo: la pujanza de Vox entre las gentes del campo es un ejemplo. Habrá que ver el daño que les puede hacer una plataforma como la de Alvise en el futuro.

Con los resultados en la mano, parece claro que las formaciones contra la despoblación no han sabido modular sus campañas para hacerlas más efectivas. "Quizá lo que tenemos que hacer a partir de ahora es apostar por otras acciones más reivindicativas, al estilo de las que ha hecho siempre la plataforma", reflexionan fuentes de Soria ¡Ya! tras el batacazo del 9-J: "Tenemos que pelear con las armas que luchábamos antes, hace años, y que resultaron más eficaces". Tomás Guitarte, líder de Teruel Existe, lo verbaliza así en conversación con este diario: "Hay que volver a la pureza de los mensajes de la plataforma". En la memoria de todos está la manifestación multitudinaria de 2019 en Madrid, donde hubo 50.000 personas, es decir, 10.000 más de las que votaron a la candidatura de la España vaciada en estas europeas.

Falla la conexión

Otro de los hándicaps de la España olvidada es la falta de conexiones, ya sean telefónicas, relativas a internet o en cuanto a autovías o vías de tren. Y los partidos políticos también han protagonizado un cortocircuito progresivo que les ha separado de su gente. "No hemos logrado transmitir a la ciudadanía soriana la importancia de estas elecciones, que era llevar la voz de la España vaciada a Europa", reflexiona, unos días después del tropiezo, Ángel Ceña, líder y cara más visible de Soria ¡Ya!.

El problema es evidente. El 9-J quedaron relegados a la cuarta opción en unos territorios donde han llegado a barrer a PP y PSOE. El fruto de su éxito estuvo en que supieron capitalizar el malestar de unas poblaciones hartas de escuchar promesas y luego ver cómo sus hospitales están obsoletos, sus carreteras llenas de socavones y su juventud lejos de casa porque allí no tiene oportunidades. En algún momento falló la comunicación, se produjo la desconexión y esos electores que están descontentos con PP y PSOE —los partidos que les han gobernado tradicionalmente—, prefirieron volver a votarles, pese a la hemeroteca y las promesas fallidas.

Las organizaciones de la España vaciada siempre han apuntado a la misma diana para explicar esta paradoja: "La culpa la tiene la polarización, nos hace mucho daño". Y probablemente lleven parte de razón y sea una de las causas, pero el daño se acentúa con la falta de reacción y el inmovilismo de los que han hecho gala en las últimas citas electorales. Su electorado echa en falta soluciones más imaginativas. "No tenemos la capacidad que tienen otros partidos de estar en los medios”, insiste Guitarte, ahondando en la misma línea del pasado.

La falta de medios, tanto humanos como materiales, es otra de las justificaciones que encuentran las fuentes consultadas en ambas formaciones. Son David contra Goliat, está claro, pero la hemeroteca vuelve a estar ahí para recordar que con menos medios que ahora —cuando ambos grupos están representados en sus parlamentos regionales, recibiendo ingresos por ello— lograron entrar en el Congreso (Teruel Existe) y ganar unas autonómicas (Soria ¡Ya!) con suficiencia.

Candidez

Si vas a la guerra, no puedes ir con un palo. Dejando a un lado el símil, en las fuerzas de la España vaciada hay voces discordantes que lamentan que, durante estos años, se haya pecado de candidez. Ha faltado colmillo. Las fuentes consultadas en Soria ¡Ya! reconocen que, desde que entraron en las Cortes de Castilla y León, cayeron en el juego de los partidos políticos clásicos. "No podemos ser como ellos. No podemos actuar como otros partidos, tenemos que cambiar absolutamente todo", reflexionan.

Guitarte, fiel a su estilo, rebaja la inflamación y aboga por abrir un periodo de reflexión. Ve este varapalo como una "advertencia", pero se muestra confiado en que, tocando ciertos palos, los buenos resultados regresarán: "No vamos a cambiar ni buscar soluciones demagógicas. Hemos retrocedido, es evidente, pero tenemos voluntad de seguir peleando en la política".

Foto: Tomás Guitarte, en un acto electoral de la España vaciada. (EFE/Almudena Álvarez)
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Enrique Delgado Sanz Genoveva Crespo. Zaragoza

"Todo lo que nosotros decimos y todo por lo que peleamos es justo y lógico, pero lo que ahora consigue votos es apelar a las tripas de la gente. Nos estamos enfrentando a partidos y candidatos que hablan en un tono muy distinto al nuestro… Tenemos que ser más agresivos y cambiar el paso", proponen, en la línea contraria, otras fuentes del movimiento. Guitarte, sin embargo, se muestra firme en su idea de operar dentro de un relato sosegado: "Por tener votos no vamos a hacer lo de Alvise, nosotros somos serios. No buscamos esperpentos ni lemas vacíos de contenido".

El afán de expansión

Las principales formaciones contra la despoblación, conscientes de la dificultad de alcanzar los alrededor de 200.000 votos necesarios para lograr un eurodiputado, sellaron una alianza con una red de partidos de corte municipalista que, con los números en la mano, no ha dado el resultado esperado.

Zaragoza (6.132), Madrid (2.417), Soria (1.913), Teruel (1.626) y Jaén (940) fueron los cinco municipios donde la Coalición Existe suscitó más apoyos en términos absolutos. Ninguno de ellos coincide con las localidades donde había partidos de esta red municipalista y sí con los territorios donde el movimiento tiene más arraigo o emigrantes. De hecho, en Nules (Castellón), donde está radicada una de las organizaciones más potentes de la red localista, los socios de Teruel Existe y Soria ¡Ya! solo fueron capaces de movilizar 410 votos. En porcentaje significa un 7,27% del total del lugar, muy por debajo del 12,49% de Soria ¡Ya! en la capital de su provincia o del 11,55% de Teruel Existe en la suya.

La Coalición Existe, siguiendo con los datos, tuvo al menos un voto en 3.328 municipios repartidos por todo el territorio nacional. La inmensa mayoría, como es lógico tratándose de un partido contra la despoblación, son pueblos con muy pocos habitantes. Por eso, lo más interesante es explorar el aspecto cualitativo. Al buscar las localidades en las que la candidatura logró al menos un 10% de los apoyos —cifra razonable pero por debajo de las prestaciones de Soria ¡Ya! o Teruel Existe—, resulta que solo hay 156 municipios donde alcanzó dicha cota. Es decir, el 4,68% de los feudos en los que al menos una persona les votó. La pregunta, con este bagaje, sale sola: ¿al movimiento contra la despoblación le merecen la pena estos socios?

Los riesgos de abrir una marca tan delimitada entraña riesgos. Teruel Existe y Soria ¡Ya! son firmas con más de 20 años de tradición como movimientos sociales y que podrían verse manchadas si eligen mal a sus compañeros de viaje, ya sea mediante una derrota electoral o frente a un hipotético caso de corrupción. Son solo dos razones por las que hay voces de peso en el movimiento que no encuentran sentido a coaliciones como la del 9-J. Menos todavía si los pactos no se traducen en buenos resultados.

"Venden que son capaces de traer voto y se ha visto que no tienen capacidad de movilización", se cuestionan estas voces, que no comprenden cómo, la misma noche electoral —y pese a los malos resultados— Guitarte calificó el pacto con los municipalistas de la siguiente forma: "Es un proyecto que esperamos que se consolide, porque podemos aportar un espacio político que intente romper esa polarización que tanto perjudica a este país". El debate en el seno de la España vaciada está servido.

Epílogo: ¿habrá remontada?

Un par de días después de las elecciones, y haciendo balance, el periodista turolense Chema López Juderías, una de las personas que mejor conoce el movimiento contra la despoblación y sus herramientas políticas, tituló una de sus columnas de forma demoledora: "Existió". El analista, estos días, no es el único que da por amortizada la apuesta política de las dos plataformas sociales.

Desde Teruel y Soria, sin embargo, no se resignan. "Para nosotros, la despoblación es un tema esencial, no así para los grandes partidos, que ni la mencionaban en sus programas electorales. Por desgracia y con los resultados, vemos que tampoco es un tema prioritario para los españoles. Aun así, nosotros seguiremos defendiendo por todas las vías posibles que las provincias despobladas y sus gentes existen”, reivindica Ceña.

"Hay quienes quieren decretar el fin de todo esto. Pero lo siento. No va a ser así. Pase lo que pase, estas elecciones europeas habrán sido un paso más, pero de modo alguno supondrán la inviabilidad del proyecto", añade, por su parte, Guitarte. El tiempo, y las próximas elecciones municipales y autonómicas, serán la prueba de fuego. Hasta entonces, se avecina marejada.

La España vaciada tiene muchos problemas. Y su movimiento político, también. El motor que llevó a Teruel Existe a lograr un diputado en el Congreso y a Soria ¡Ya! a cosechar casi la mitad de los votos de su provincia en unas autonómicas ha gripado. Los resultados de las elecciones europeas, a las que concurrieron dentro de la Coalición Existe junto a un pléyade de organizaciones municipalistas de toda España, lo ponen de manifiesto: la candidatura se quedó en 40.107 votos, insuficientes para lograr un europarlamentario. Estas cifras, por debajo de lo esperado, constatan una tendencia que cuestiona el rumbo político del proyecto.

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