La casa de las musas: el editor que levantó un refugio para escritores lejos de las autovías

La calma, la tranquilidad y el silencio necesarios para encontrar la inspiración en las palabras tiene un nuevo hogar. La Casa de Cihuela pretende ser eso, un refugio para escritores, editores literarios, periodistas y, en definitiva, todo aquel que tenga en el lenguaje su herramienta de trabajo.

Este alojamiento ubicado en pleno corazón de la España vaciada ha nacido en un pequeño pueblo de la provincia de Soria, de menos de cincuenta empadronados y de apenas diez habitantes, de mano de Álex Herrero. Este editor literario creyó que este era el mejor entorno para dar la posibilidad a los tejedores de las palabras a que encontrasen un reducto de paz donde poder escribir.

De esta forma, inspirado en La Casa de Belmonte, un proyecto muy similar que la emprendedora María Ruiz había puesto en marcha en Belmonte de San José, Aragón, Herrero decidió embarcarse en esta aventura y poner en marcha una idea que venía tiempo rondándole.

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"Los compañeros del gremio siempre hemos notado que el tiempo en la ciudad va demasiado deprisa. Son demasiadas las obligaciones y los quehaceres y nunca encontramos nuestro propio retiro o nuestra propia habitación secreta o privada, como decía Virginia Woolf", explica.

Con el objetivo claro, Herrero solo tuvo que buscar la ubicación perfecta, y así la encontró. A dos horas de Madrid y a una de Zaragoza, el municipio de Cihuela era el lugar indicado para instalar esta residencia literaria. En su primer mes de funcionamiento, ya ha acogido a los tres primeros escritores para los que tiene capacidad la casa.

"Allí encontré una casa que me daba la oportunidad en un entorno con vistas a la montaña, al pueblo y con muchísima calma. Yo estaba buscando un sitio donde el tiempo computara siempre la mitad. Un sitio en el que digas, puedo dedicarme a escribir. Tengo el tiempo, que es lo que nos da el pueblo. Tengo también la calma y la tranquilidad, porque ahí no hay nada más. Y puedes disfrutar también del silencio y de la naturaleza", destaca Herrero.

De hecho, establecer la casa en Cihuela no ha sido casualidad ya que el editor tenía muy claro desde un principio que quería encontrar una casa en el corazón de la España vaciada con la pretensión de poder atraer actividades culturales hasta una localidad tan pequeña como esta.

"También quería romper un estigma con esto. No es verdad que en los pueblos no haya cultura o que solo se trabajen aspectos del campo. Nos hemos encontrado con vecinos que escriben, que pintan, que esculpen, que diseñan y todo esto es maravilloso. El pueblo nos ha acogido con muchísimo cariño y están encantados", sostiene Herrero.

Testimonio de ello da Félix Martín, escritor, lector y uno de los primeros huéspedes, quien afirma que "compartir tiempo y espacio con personas con intereses y sensibilidades parecidas es de las mejores experiencias que he tenido. Además, asomarse a la ventana o salir a la puerta y ver, sentir, oír, el silencio y la tranquilidad de la España rural y los vecinos de Cihuela siempre reconforta".

Testimonio de ello da Félix Martín, escritor, lector y uno de los primeros huéspedes, quien afirma que “compartir tiempo y espacio con personas con intereses y sensibilidades parecidas es de las mejores experiencias que he tenido. Además, asomarse a la ventana o salir a la puerta y ver, sentir, oír, el silencio y la tranquilidad de la España rural y los vecinos de Cihuela siempre reconforta”. Una opinión compartida por Román Aday, copywriter y escritor, quien explica que "la casa de Cihuela es perfecta para parar un poco, estar solo, pensar en silencio y reordenar las ideas. Una experiencia muy útil para escribir".

El editor recalca que este es "un proyecto creado por y para los escritores, porque no es una casa rural de lujo, sino que está pensada para que la gente vaya a empezar sus proyectos literarios, a continuarlos si los ha empezado en la ciudad o incluso también en la fase de revisión, si están pendientes bien de presentar los editoriales o bien ya están con fecha de publicación y hay que hacer los últimos retoques al texto", agrega.

300 metros cuadrados

La filosofía de la casa es que un escritor es aquella persona que escribe, independientemente de que haya publicado o no, por eso no tienen en cuenta este factor a la hora de admitir a sus huéspedes. Esta residencia está compuesta por hasta tres casas en una que se fueron fusionando a lo largo de su historia y que se extienden por más de 300 metros cuadrados.

Las estancias respetan la distribución centenaria y está pensada para que cada huésped cuente con una zona privada, además de disfrutar con el resto de los escritores en los espacios comunes, como los distintos salones, la sala de tertulias-cine, la cocina o el comedor-biblioteca. El retiro, ubicado en la plaza de la calle del Olmo, cuenta con unas vistas excepcionales.

Herrero, quien se denomina como el anfitrión de la Casa de Cihuela explica que también está previsto que con el tiempo se incorporen visitas programadas de editoriales o agencias literarias que puedan reforzar el trabajo de sus huéspedes, incluso, descubrir nuevos talentos entre las letras españolas.

De hecho, el alojamiento ya tiene "lista de espera" ya que son muchos los interesados en viajar hasta Cihuela en busca de inspiración. El alojamiento cuenta con tres habitaciones dobles, por lo que da la posibilidad de que se alojen tres escritores a la vez. También hacerlo con alguien que los acompañe también por motivos profesionales o personales.