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Así se repone un pueblo perdido al cierre de su único bar: ya no vale el "casa gratis si vienes a trabajar"
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SUBVENCIONES Y PROFESIONALIZACIÓN

Así se repone un pueblo perdido al cierre de su único bar: ya no vale el "casa gratis si vienes a trabajar"

Cada vez son más las instituciones que están concienciadas con la importancia de los bares y centros sociales en los municipios más pequeños de la España vaciada. Al margen del apoyo de los ayuntamientos, ya hay medidas de mayor calado

Foto: Un vecino se asoma a un bar de un pequeño pueblo de Salamanca. (EFE)
Un vecino se asoma a un bar de un pequeño pueblo de Salamanca. (EFE)
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Bares, qué lugares, cantaba en una de sus canciones más conocidas el grupo Gabinete Caligari. Y es que, precisamente, estos son los espacios en los que tradicionalmente se han reunido los vecinos de los pueblos más pequeños. Sobre todo, en invierno, cuando los rigores del clima y la soledad aprietan fuerte y aíslan aún más a las poblaciones olvidadas.

Por eso, cuando un bar cierra, automáticamente saltan todas las alarmas en las comarcas de la España vaciada. Hasta ahora, en los pequeños ayuntamientos eran muy conscientes del asunto y no son pocos los ejemplos de municipios que han lanzado ofertas como la siguiente: "Vivienda y bar por 50 euros para combatir la despoblación". Sin embargo, no es suficiente e instituciones más grandes se han percatado de que deben involucrarse si no quieren quedarse sin gente.

Es el caso de la Diputación de Salamanca, desde donde han lanzado un ambicioso plan de Ayudas a Establecimientos Hosteleros, destinando 600.000 euros de presupuesto para ello. En un comienzo, la inversión iba a ser solo de 300.000 euros, pero ante la demanda que hubo, que superó con creces las expectativas, el organismo decidió doblar la cifra. De hecho, nada más lanzar la convocatoria, la Diputación de Salamanca recibió, como indican a El Confidencial, 89 solicitudes, de las que 17 correspondían a municipios que no disponían de ningún tipo de bar abierto.

Foto: Un gato negro al sol en las calle de Tolbaños (Ávila).

Uno de los primeros en unirse al programa fue el pueblo charro de Parada de Rubiales, de únicamente 250 habitantes. Su alcalde, José María Cubillos, elegido en 2023, ha decidido aprovechar esta ayuda para devolver al pueblo el bar que cerró hace un año, a finales de marzo de 2023. Para ello, le ha sido concedida una subvención de 35.000 euros destinados a la recuperación de este punto de encuentro.

Este pueblo, con poco más de dos centenares de habitantes, está en el filo de la navaja. Sus presupuestos son escasos y los servicios, poco a poco, van limándose. Por ello, son perfectamente conscientes de que deben mantener la mayor población que puedan para no sufrir una sangría demográfica mayor.

"El objetivo principal era construir el centro social, un lugar donde volver a reunirnos todos y volver a poder tener este tipo de relaciones con la gente, que sobre todo en invierno es complicado ver a la gente por la calle. Pero este es un gasto muy importante para un pueblo en el que no tenemos tantos ingresos", explica Cubillos.

De esta cantidad, 5.000 euros han sido invertidos en la adquisición de material, sobre todo para actualizar la cocina; y los 30.000 euros restantes han sido necesarios para rehabilitar las antiguas escuelas del pueblo, donde se va a establecer el nuevo bar. Tanto el tejado como el suelo y las ventanas han necesitado ser reparados y cambiados.

Foto: Una de las calles de Torresandino. (Guillermo Cid)

Una vez conseguido esto, quedaba la parte más difícil, encontrar a alguien que quisiera hacerse cargo del establecimiento y que desease hacerlo por un largo periodo. Así es como lo sacaron a concurso público, presentándose un vecino joven del pueblo para ponerse al frente. Su propuesta fue la mejor y así es como ha sido elegido, profesionalizando el proceso.

"Teníamos mucho miedo de embarcarnos en una inversión así, pero por suerte hemos encontrado a una persona que está interesada. Acorde a la licitación que hemos publicado, su propuesta fue la mejor y se la ha concedido. Las condiciones que damos son muy buenas, el alquiler anual tiene un coste de 450 euros y los 6 primeros meses, el Ayuntamiento es quien paga la luz", sostiene el edil.

Está previsto que en las próximas semanas el bar pueda abrir sus puertas, coincidiendo con el inicio del verano, que es cuando más población reúne el pueblo, ya que muchas de las familias naturales de él pasan una larga temporada en el municipio. En Cubillos están muy satisfechos y considera que era necesario volver a disponer de este establecimiento.

En la política

Se estima que el 3% de los habitantes de Castilla y León vive en un municipio en el que ya no hay bar. Al igual que el resto de los servicios, estos han ido desapareciendo paulatinamente por dos motivos principales: el primero, la jubilación de sus gerentes y, el segundo, la falta de relevo generacional debido a la inviabilidad de emprender.

Los bares, en definitiva, son lugares de convivencia entre vecinos y un espacio de socialización que hacen más habitables estos pueblos que rozan la despoblación. Esto, teniendo en cuenta que España cuenta con cinco locales por cada 1.000 habitantes. Su recuperación es esencial para poder fijar población y también para que la gente acuda a estos territorios.

Foto: En los pueblos de montaña la vida es muy diferente. (EFE/A. Álvarez)

Desde Soria Ya defienden la necesidad de reabrir los bares, ya que son sinónimo de una importante despoblación rural. "Nosotros hacemos una defensa de estos pequeños establecimientos debido a la capacidad de socialización que le da al pueblo. Cuando cierra, ya no hay ningún tipo de servicio público o privado que ofrecer y está abocado a la extinción", recalca Ángel Ceña, diputado autonómico por el partido.

Ceña insiste en que es necesario seguir el modelo de la Diputación de Salamanca y trazar una línea de subvenciones en los pueblos de menos de cien habitantes para que logren mantenerse abiertos. "Es fundamental su funcionamiento porque sin bar, a dónde va a ir la gente. Se están haciendo iniciativas que nacen de los municipios porque no encuentran respaldo fuera. Muchas veces, son ellos quienes hacen las mejoras y buscan gente", concluye.

No siempre sale bien

Pero las cosas, por desgracia, no siempre salen bien. En Villar del Campo, un pequeño pueblo de Soria, llevan sin tener bar desde el año 2000. Los últimos pagos de un café o un refresco se realizaron en pesetas. Desde entonces, no se ha vuelto a poner en marcha ningún establecimiento parecido, aunque cuentan con un centro social donde se reúnen puntualmente y hacen las veces de lugar de convivencia.

Su alcalde, David Vera, quien lleva apenas un año al frente, asegura que son tan pocos habitantes, menos de 20, que ningún hostelero quiere ponerse al frente de un bar que apenas va a reportar beneficios. La falta de población es la principal causa de que abrir un negocio así carezca de rentabilidad y, por tanto, se acabe perdiendo. No obstante, la batalla de los bares en la España vaciada sigue viva.

Bares, qué lugares, cantaba en una de sus canciones más conocidas el grupo Gabinete Caligari. Y es que, precisamente, estos son los espacios en los que tradicionalmente se han reunido los vecinos de los pueblos más pequeños. Sobre todo, en invierno, cuando los rigores del clima y la soledad aprietan fuerte y aíslan aún más a las poblaciones olvidadas.

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