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El último aviso de la Iglesia a las monjas de Belorado antes de desalojarlas: "Rezaré otra vez por ellas"
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"La paciencia se transformará en acciones"

El último aviso de la Iglesia a las monjas de Belorado antes de desalojarlas: "Rezaré otra vez por ellas"

Mario Iceta, arzobispo de Burgos, se apoya en la parábola del hijo pródigo y llama a la reflexión a las 10 clarisas excomulgadas. Les da un plazo de "unos días" antes de tomar medidas más contundentes

Foto: El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, al lanzar su último aviso a las monjas de Belorado. (EFE/Santi Otero)
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, al lanzar su último aviso a las monjas de Belorado. (EFE/Santi Otero)

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, se ha apoyado en la parábola del hijo pródigo para lanzar el último aviso a las monjas clarisas de Belorado. Con voz suave, pero propósito firme, el religioso designado por El Vaticano para solucionar este problema ha llamado a las hermanas cismáticas, y ahora también excomulgadas, a reflexionar y regresar a la disciplina de la Iglesia, como hizo el hijo a casa del padre.

"Hoy volveré a rezar por estas hermanas. La Iglesia las sigue esperando con las puertas abiertas. Ojalá sean conscientes de la realidad y emprendan el camino de vuelta a casa", ha manifestado Iceta en una rueda de prensa celebrada este lunes en Burgos, apenas dos días después de que el Arzobispado comunicara la orden de excomulgar a 10 de las 18 monjas de Belorado que están echando un pulso a la Santa Sede junto a un falso obispo y su compinche, ligados ambos a la Pía Unión de San Pablo Apóstol.

"Como en la parábola del hijo pródigo: siempre serán acogidas, pero la legalidad es la legalidad y eso nos atañe a todos", destacó Iceta, quien dio un "plazo prudencial" a las hermanas cismáticas para abandonar el convento que ocupan y en el que, después de ser excomulgadas, no tendrían derecho a permanecer: "Queremos ser muy respetuosos. Espero que se den cuenta de que al no ser religiosas, no pueden estar en ese lugar".

Foto: El portavoz de las clarisas de Belorado, José Ceacero. (EFE/Santi Otero)

El arzobispo de Burgos, que ha reconocido estar muy cerca de las altas instancias vaticanas desde que surgió este problema en el seno de la Iglesia, no ha concretado cuántos días tendrán las monjas para dejar dichas instalaciones, donde sí tienen derecho a quedarse otras ocho hermanas. Cinco son las clarisas más mayores, que se negaron a apoyar la rebelión; y otras tres están adscritas al convento, pero se encuentran en otros monasterios. No obstante, dejó entrever que este nuevo periodo para la reflexión y la enmienda no se demorará más allá de dos semanas.

Hasta el monasterio, y siguiendo la petición de Iceta, se desplazarán monjas de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu, que atenderán a las hermanas más mayores. Está por ver, eso sí, si las inquilinas actuales les permitirán la entrada, ya que han dado numerosas muestras de no acatar cualquier orden que llegue de las instancias católicas.

Foto: José Ceacero, el portavoz de las clarisas de Belorado, mostrando la querella contra Iceta. (EFE/Santi Otero)

Si no hubiera un cambio en el comportamiento de las 10 excomulgadas y llevaran su pulso hasta el final, todo apunta a un desenlace en el que una orden judicial podría llevar a la Guardia Civil a las puertas del convento para proceder a un hipotético desalojo. "Tenemos paciencia, pero la paciencia se transformará en acciones", avisó Iceta, quien, no obstante, distinguió el trato que recibirán las monjas del que se tributará a Pablo de Rojas y José Ceacero, los dos falsos religiosos a los que rinden obediencia y que actúan como sus portavoces: “Ellos tienen otro estatus y otra responsabilidad. Habrá una diferencia grande entre las hermanas y estas dos personas”.

"Ojalá se dieran cuenta de que el camino de vuelta es posible y que reflexionen en las actitudes que deben cambiar", insistió el arzobispo de Burgos, que regresó a la parábola del hijo pródigo para tratar de convencer a las clarisas excomulgadas de que pueden volver al redil pese al órdago: "El hijo pródigo no esperaba la gran misericordia de su padre. Le pide que lo reciba como a un jornalero, pero él lo recibe como lo que es, su hijo".

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, se ha apoyado en la parábola del hijo pródigo para lanzar el último aviso a las monjas clarisas de Belorado. Con voz suave, pero propósito firme, el religioso designado por El Vaticano para solucionar este problema ha llamado a las hermanas cismáticas, y ahora también excomulgadas, a reflexionar y regresar a la disciplina de la Iglesia, como hizo el hijo a casa del padre.

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